Desde 2008, Córdoba tiene una ley (9526) que prohíbe la megaminería en su territorio. Sin embargo, en 2017, el gobierno nacional promocionó la zona en un foro canadiense de empresas mineras. La australiana Dark Horse ya se instaló en el lugar.
Las poblaciones de Traslasierra se movilizan contra la explotación de litio en la zona.
Desde Córdoba
Una pequeña escuela de Traslasierra, polvillo extraño alrededor. Vecinas y vecinos que comentan sobre molestias al respirar. Una oficina en Australia donde hacen cálculos de rentabilidad sobre uno más de sus proyectos mineros. Un foro de empresarios en Canadá donde funcionarios argentinos exhiben folletos con montañas y pueblos en «oferta», incluido Las Tapias, el bucólico paraje transerrano donde se encuentra la primaria Leopoldo Lugones. En este poblado, situado en una provincia que desde 2008 tiene prohibida por ley (9526) la megaminería, la australiana Dark Horse analiza realizar un proyecto de extracción de litio. Miles de personas movilizadas lograron una ordenanza para que se prohíba esa actividad en el pueblo. «Hasta que no sepamos que estas empresas se van de acá no vamos a estar tranquilos», dijo Marcela Carrizo, docente de la escuela ubicada a 400 metros de la vieja cantera.
Carrizo explicó que desde inicios de 2018, vecinas y vecinos de la zona comenzaron a conversar debido a «algunas molestias en la piel y olores molestos cerca de la mina», que tiene casi un siglo de historia. Allí se extrajo berilo para uso industrial, mica y cuarzo, con las viejas técnicas mineras, que «ya afectaban a quienes trabajaban ahí. Mi abuelo fue minero y aunque le hacían poner barbijo terminó con tratamiento por problemas respiratorios, y así pasó con mucha gente de la zona que fueron obreros allí», señaló la docente. Y analizó: «Ahora sería peor, porque tienen que romper lo que quedó de la cantera para sacar el litio, y a esa escala van a liberar todos esos polvos alrededor. Si sólo con los trabajos de estudio se empezaron a sentir olores, con el proyecto en funcionamiento va a ser un desastre».
Con la instalación de Dark Horse, empezó a hablarse de extracción a mayor escala. El otro hecho que puso en alerta a la población fue el constante ir y venir de camiones de bomberos. «Fuimos a preguntar y los bomberos nos dijeron que cada vez les pedían más agua y bombas con más potencia a proveedores de la zona, porque la necesitaban para el trabajo en las perforaciones donde estaban analizando el mineral», recuerda Carrizo.
En este andar, la comunidad se enteró de que la empresa «ya ocupa unas cuarenta hectáreas y tiene pedidos por más de 300», indicó Samuel Reviglio, del Foro Ambiental Traslasierra. Mientras los lugareños se sorprendían de estas avanzadas, en 2017 el gobierno nacional ya había llevado a una feria minera internacional (Prospectors & Developers Association of Canadá) www.pdac.ca, folletos donde incluía a Las Tapias como una zona potencial para la explotación minera a gran escala.
Empresas y gobiernos hablan del mineral del futuro, y de éste como parte de las energías limpias, aunque el litio se exporta para la industria de baterías de implementos tecnológicos programados para ser obsoletos (computadoras o celulares), y para satisfacer la creciente demanda de autos eléctricos, sin discutir la matriz de consumo de un transporte individual de alto costo ambiental en toda su cadena. A ese marco general, debe agregarse el impacto en la zona de extracción. «Las perforaciones donde encontraron litio en cantidad iban a más de 150 metros. ¿Qué tamaño iba a tener la perforación para extraer eso?», lanza Reviglio. «Entendemos que el proceso implica polvo contaminado en el aire, y preocupa también que afecte las cuencas», agrega.
El último mes fue de intensos movimientos en el valle de Traslasierra, que conecta pueblos como Nono y Villa Dolores. Reuniones informales, asambleas, interpelación a funcionarios públicos y un reclamo expreso: «No a la minería de litio en Las Tapias». Con una movilización que rondó los mil participantes, lograron que el Concejo Deliberante local aprobara una ordenanza que en su primer artículo declara al ejido «libre de megaminería o minería industrial, por ser perjudicial para el medio ambiente y la salud de la población».
Hacia adelante, Reviglio exige que «la Secretaría de Minería de la provincia dé por cerrado esto, y que empiecen a regularse mecanismos de control ciudadano. Hoy nos manejamos con lo que dicen las empresas».
A pesar de contar con una ley provincial ratificada por el Tribunal Superior de Justicia y por el procurador fiscal ante la Corte Suprema de la Nación frente a los intentos de ser volteada por la Cámara Minera de Córdoba, las comunidades no pueden estar seguras frente a una empresa que inicie un proyecto o cuando el propio gobierno nacional ofrece sus comunas. Reviglio advirtió: «Sabemos que vivimos en un Estado pro minero, así que no vamos a descansar, y ya dejamos claro que hay un rechazo masivo porque Traslasierra tiene un valor ambiental y paisajístico que no puede convivir con ese emprendimiento». Carrizo, en tanto, dejó un aviso: «En esta mina hay muchos intereses. Por eso no estaremos tranquilos hasta que se vaya Dark Horse y todo proyecto que quiera instalarse acá».
Fuente: https://www.pagina12.com.ar/173126-no-a-la-mina-de-litio