Traducido del inglés para Rebelión por Germán Leyens
Hay quien no cree lo que dicen nuestros políticos, en especial cuando se trata de la conducta de Israel, su continua colonización de Cisjordania ocupada con el propósito de imposibilitar la paz excepto, tal vez, en términos que requieren que los palestinos se rindan ante la voluntad del sionismo. Las reacciones de algunos partidarios judíos de Israel, tenga o no razón ante un parlamentario británico que se atrevió a decir la verdad, ilustran el motivo por el cual la mayoría de los políticos en todo el mundo no se atreven a hacerlo. No es nada nuevo, pero siento el impulso de comentar al respecto por la demostración de hipocresía. Una hipocresía que lleva el chutzpah a extremos asombrosos.
Para aquellos lectores que no estén familiarizados con el chutzpah, comencemos por dar una definición.
Chutzpah es una palabra talmúdica que significa muchas cosas similares, sobre todo audacia desvergonzada, impudencia y arrogancia, todas y cada una combinadas con un increíble fariseísmo.
En el contexto del conflicto de Palestina que se convirtió en Israel, chutzpah representa un modo (judío) israelí de decir al mundo, sin decirlo realmente, algo parecido a: «Sabemos que no deberíamos haberlo hecho. Sabemos que está mal. Pero lo hemos hecho porque también sabemos que no podéis hacer nada al respecto».
Como digo en mi libro Zionism: The Real Enemy of the Jews, si hay una sola palabra que resume todo el proyecto sionista, es chutzpah.
El domingo 27 de enero es el Día Internacional de Conmemoración del Holocausto y este año marca el 68 aniversario de la liberación del campo de concentración de Auschwitz, donde murió más de un millón de personas en su mayoría judíos. Al acercarse ese día la Fundación Educacional del Holocausto puso un Libro de Compromiso en la Cámara de los Comunes para dar a los parlamentarios la posibilidad de firmarlo y honrar a los asesinados en el holocausto nazi y otros genocidios subsiguientes y comprometerse a alentar a los electores «a trabajar en conjunto para combatir el prejuicio y el racismo en la actualidad».
Entre los que firmaron el libro y se comprometieron (me sorprendería que algún parlamentario presente no lo firmara) estaba David Ward, el representante liberal democrático por Bradford East, un recién llegado a la Cámara, de 59 años, elegido en 2010.
En su web dijo lo siguiente:
Después de visitar dos veces Auschwitz -una vez con mi familia y otra con escuelas locales- me entristece que los judíos, que sufrieron niveles increíbles de persecución en el Holocausto, puedan, años después de la liberación de los campos de la muerte, estar infligiendo atrocidades a los palestinos en el nuevo Estado de Israel y sigan haciéndolo a diario en Cisjordania y Gaza.
Luego, en una actualización después de ser condenado por su partido y denigrado por los partidarios judíos de Israel, tenga o no razón, agregó lo siguiente:
Durante toda mi carrera política he luchado contra los prejuicios. Acabo de volver del evento en el Memorial del Holocausto de Bradford en el que personas de todas las culturas y crfeencias se juntaron para decir: «Damos testimonio de los horrores del Holocausto y nunca olvidaremos sus lecciones».
En las palabras del sobreviviente del Holocausto Elie Wiesel, tal como se citan en el folleto «Día de Conmemoración del Holocausto, aprendiendo lecciones del pasado para crear un futuro más seguro y mejor», juré no guardar jamás silencio cada vez que los seres humanos padezcan sufrimientos y humillaciones. Siempre tenemos que tomar postura. La neutralidad ayuda al opresor, nunca a la víctima. El silencio alienta al torturador, nunca al torturado.
La respuesta de Jon Benjamin, director ejecutivo del Consejo de Diputados de los Judíos Británicos, incluyó lo siguiente: «Estamos indignados y horrorizados ante estos comentarios ofensivos sobre las víctimas judías del Holocausto y la sugerencia de que los judíos deberían haber aprendido una lección de la experiencia».
Si eso significa que los judíos no tienen nada que aprender del holocausto nazi -la matanza de judíos y otros por europeos NO árabes u otros musulmanes- me siento más que sorprendido.
Fue, sin embargo, la respuesta de Karen Pollock, directora ejecutiva de la Fundación Educacional del Holocausto, la que me dejó sin aliento. Dijo que estaba «profundamente entristecida» porque el parlamentario había «infamado deliberadamente la memoria del Holocausto».
A mi juicio eso es chutzpah llevado al extremo. ¿Por qué?
No hay un poder en el planeta Tierra que haya usado y abusado más de la obscenidad del holocausto nazi que el sionismo.
Ha utilizado la culpa de los europeos y de Occidente en su conjunto con el fin de chantajear a los políticos y a los medios dominantes para que guarden silencio ante los crímenes del sionismo y justifiquen todo lo que ha hecho y hace desafiando el derecho internacional y una serie de resoluciones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.
Nota al pie :
Envié el siguiente correo electrónico al parlamentario David Ward:
«Usted cuenta con mi máximo respeto y admiración, no solo por decir la verdad sino por no retractarse al ser atacado, incluso mediante ataques de su propio partido que, como todos los demás y los medios dominantes, está aterrorizado ante la idea de ofender al sionismo».
Cuando le envié mi mensaje parece que había recibido unos 80 mensajes de apoyo y solo dos de detractores.
Pero tendrá que tener cuidado. Ganó su elección a la Cámara de los Comunes por el pequeño margen de 365 votos. Será interesante ver si se convierte en objetivo de una campaña sionista organizada para derrotarlo en la próxima elección.
Alan Hart ha sido corresponsal extranjero de ITN y de Panorama de la BBC. Ha cubierto guerras y conflictos por todas partes del mundo y se especializó en Medio Oriente. Autor de: Zionism: The Real Enemy of the Jews: The False Messiah. Su blog es: www.alanhart.net
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