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Entrevista a Tasio Erkizia, histórico dirigente de la Izquierda Abertzale

«No es justo ni lícito plantear el objetivo final en esta fase»

Fuentes: Diagonal

Uno de los fundadores de Herri Batasuna, Tasio Erkizia, cree que el anuncio de ETA es un paso clave que deja la responsabilidad del proceso en manos del Estado español.

DIAGONAL: El Gobierno apenas ha hecho acuse de recibo del anuncio del alto el fuego de ETA. Desde la izquierda abertzale, ¿os sentís defraudados con esa actitud o era lo que esperabais?

TASIO ERKIZIA: En vista de la actitud inmovilista y torpedeadora que el Gobierno lleva en este proceso, no nos ha extrañado, aunque entendemos que es una gravísima responsabilidad que un Gobierno que sabe perfectamente la profundidad y el alcance que tiene un manifiesto como éste no sepa estar a la altura de las circunstancias. Nosotros entendemos que el Gobierno español ha usado dos lenguajes: uno interno, en el que sabemos que ha hecho acuse de recibo y conocen la profundidad del planteamiento. Y ha hecho otra lectura de cara al exterior que nos parece irresponsable porque se hurta a la opinión pública una lectura seria y justa de la dimensión que tiene este planteamiento. No puede tergiversarse porque la población es suficientemente inteligente, ni intentar aparentar que no existe nada novedoso.

«Representantes del Acuerdo de Gernika han hecho matizaciones, pero se considera que es una declaración muy válida»

Esa es la actitud del Gobierno español en todo este año y medio: primero negar que en la izquierda abertzale haya capacidad política para hacer un proceso de reflexión. Cuando se enteraron por medios policiales de que ese proceso estaba en marcha detuvieron a Arnaldo [Otegui], a Rafa [Díez Usabiaga], a Miren [Zabaleta], etc., en un intento de torpedear el proceso, y a continuación, a los 15 días detuvieron a 36 jóvenes que estaban trabajando en los pueblos y en los barrios de Euskal Herria. El gobierno hizo un análisis muy simple: si cortamos la cabeza y anulamos los músculos, ese proceso va a ser un fracaso. Pero aún así la izquierda abertzale ha sido capaz de hacer un debate amplio con más de 7.500 militantes, en más de 70 pueblos de Euskal Herria, y hemos llegado a unas conclusiones importantes en un documento que es histórico [Zutik Euskal Herria, aprobado en marzo de 2010], en el que la izquierda abertzale hace una reflexión de todo su proceso histórico, llega a la conclusión de que políticamente estamos ganando pero también de que para dar nuevos pasos necesitamos un cambio de estrategia porque en estos momentos el Estado español está muy cómodo con la confrontación armada.

Usando como excusa a ETA el Estado está anulando todo el movimiento independentista y por tanto es necesario plantear una estrategia que emplee únicamente vías políticas y democráticas como forma de avanzar en nuestro proceso y de obligar al Estado a que reconozca los derechos de este pueblo, porque la izquierda abertzale no quiere imponer ningún modelo de sociedad, ni quiere imponer ningún proyecto político, sólo plantea que se dé la palabra al pueblo y que sea el pueblo el que decida en libertad absoluta.

D.: ¿El alto el fuego es el que se pedía en Gernika o es necesario que ETA profundice sobre éste?

T. E.: En la hoja de ruta aprobada en Gernika y en el Acuerdo de Bruselas había dos emplazamientos a esta organización para que diera muestras inequívocas de su planteamiento para superar la confrontación armada. Brian Currin, uno de los representantes del acuerdo de Bruselas, ha considerado totalmente satisfactoria la respuesta de ETA a ese llamamiento para que los observadores internacionales puedan comenzar a hacer su trabajo. Por tanto, los observadores entienden que es un paso muy importante de la organización armada, que posibilita que se haga un trabajo de observación internacional y que exige al Estado que dé los pasos pertinentes.

Globalmente, la valoración de la tregua que hacen los componentes de Gernika es muy positiva. Es cierto que algún representante de ese foro ha hecho matices, pero en lo básico, a dos días de la declaración de ETA, la hoja de ruta de Gernika considera que es una declaración muy válida, que es un paso importante. Entonces, no es lícito ni justo plantear el objetivo final desde esta fase. Evidentemente todavía no hemos llegado al final de ese objetivo. El Estado intenta hacer ver que la responsabilidad sigue siendo de la izquierda abertzale, cuando nosotros estamos dando pasos y hay otros sectores que representan los intereses del Estado que tienen una actitud inmovilista y que constantemente estan en el ‘no’. La izquierda abertzale plantea un proceso de reflexión y se responde con más detenciones; plantea un documento de calado político y hay más detenciones.., se sigue persiguiendo a las ideas políticas.

El Estado está dando muestras de encontrarse incómodo porque sabe que en el terreno político les faltan razones. Sabe que el proyecto que planteamos es de mínimos, es perfectamente democrático y está planteando que el límite sea siempre la voluntad popular. Nosotros aceptamos en todos sus extremos el veredicto popular, pero se tiene que dejar que el pueblo se exprese ante distintas alternativas de futuro del país, no sólo en una campaña electoral.

«Es una falta de rigor plantear que en el alto el fuego no se recoge la unilateralidad, cuando no se habla de contrapartidas»

D.: ETA no ha usado en este caso los términos ‘unilateral’ e ‘irreversible’, que es algo que reclaman algunos de los integrantes del acuerdo de Gernika. ¿Qué importancia tiene esa omisión?

T. E.: Rubalcaba comenzó diciendo que en este documento ETA no hablaba de que fuera un planteamiento unilateral, pero es que el propio documento es una declaración unilateral. La organización ha tomado la decisión motu proprio y sin ninguna contrapartida política, para favorecer un proceso democrático. ¿Ha colaborado el Gobierno de alguna manera en este proceso? La respuesta es no. Es una falta de rigor plantear que no se recoge la unilateralidad, cuando no se piden contrapartidas y no se habla de que la declaración surja de ninguna negociación. Lo que planteó el Ministerio no es correcto y hay partidos que a nuestro entender han caído en ese juego. Hay una novedad que da una profundidad muy especial a este documento, y es la verificabilidad de la tregua.

Cuando una organización armada se pone en manos de un tercero se demuestra el relieve de la decisión. El Gobierno quiere quitarle importancia porque quiere reducir el problema de ETA a un problema antiterrorista cuando el problema de ETA es un problema político. Y el Estado español sabe que el problema que tiene que arreglar no es con ETA sino que es un problema con Euskal Herria. Es un problema de fondo que comienza mucho antes que ETA y que va a ir mucho más allá de ETA. Nos parece muy importante que haya observadores internacionales dispuestos a hacer ese trabajo y que la organización ETA diga que está dispuesta a ser verificada.

La pregunta es si el Estado español está dispuesto a actuar con luz y taquígrafos, si está dispuesto a que en las comisarías no haya más torturas y a dejar que se puedan grabar todos los interrogatorios; Quien no acepta que eso tiene un carácter histórico no está mirando con objetividad el momento. Son momentos de gran responsabilidad, y es importante reconocer también al contrario los pasos que está dando. Uniendo con lo anterior, la irreversibilidad tiene mucho que ver con lo verificable. A nadie se le puede escapar que una organización que acepta ser observada por representantes internacionales está planteando un paso muy importante. De todas maneras creemos que la irreversibilidad del proceso depende de todos los agentes políticos y sociales, y que ésa es precisamente la responsabilidad que tenemos, desde el Estado a todo el resto de los partidos. Ahí sí que la izquierda abertzale lo dice públicamente: nuestra apuesta por los caminos políticos es irreversible y no está sometida a circunstancias políticas determinadas. Es una decisión estratégica tomada por nuestras bases y nuestra militancia, y nos debemos a ella.

«La pregunta es si el Estado español está dispuesto a actuar con luz y taquígrafos. Si está dispuesto a que no haya torturas»

D.: ¿Qué papel le corresponde asumir al PNV en este proceso?

T. E.: Nos parece importante resaltar que la iniciativa de ETA pone la pelota en el tejado del Estado español, pero también en el de la sociedad vasca. Nosotros no queremos responsabilizar al Estado español de toda la carga que supone llevar un proceso democrático. Creemos que sería un error pensar que esto se va a solucionar en una mesa de negociación entre sabihondos o entre representantes de altura política. Estamos convencidos de que el Estado se va a mover por presión popular. Dentro de eso, cuando hablamos de activar a la sociedad vasca hablamos de activar el máximo de partidos políticos, y en ese sentido el PNV tiene una responsabilidad muy especial por su peso electoral y porque en estos momentos el PSOE depende prácticamente de ellos para seguir gobernando en el Estado español, y por tanto el PNV está en una situación de privilegio para presionar al Gobierno para que cambie de actitud.

Hasta ahora este partido está jugando un papel decepcionante. Pero seguimos convencidos de que este partido tiene que cambiar de actitud; tiene que tomar una actitud más responsable para con la sociedad vasca y menos seguidista para los intereses del PSOE. El futuro del PNV pasa en gran medida por el papel que pueda cumplir en un proceso tan clave como el actual. Ahora mismo, el PNV está mirando a muy corto plazo, lo que nos parece un error, y hacemos una llamada para que no desperdicie esta oportunidad.

Elecciones en mayo

D.: ¿Qué importancia tienen las elecciones de mayo en este proceso?

T.E.: Las próximas municipales y forales son muy importantes porque siempre nos hemos sentido mucho más cómodos a nivel municipal, a ras del pueblo, que en otras instancias. Dicho esto, nosotros tenemos que decir que todo nuestro proceso no está planteado en función de unas elecciones. Aunque el PP insiste con ese argumento, a nosotros ésa nos parece una lectura partidista, superficial y frívola del proceso. Estamos seguros de que vamos a estar en las próximas elecciones porque es de justicia y porque sería un error del Estado. Ciertamente nos haría daño, pero, de cara el futuro, la falta de credibilidad del Estado en Euskadi sería más importante.

Fuente: http://www.diagonalperiodico.net/No-es-justo-plantear-el-objetivo.html