En un encuentro de varias Organizaciones de Derechos Humanos, realizado en la Asociación de Jóvenes Cristianas en Jerusalén, el día 14 de Mayo de 2005, la destacada abogada israelí Felicia Langer relató su experiencia sobre los horrores cometidos por las tropas de ocupación, las violaciones a los Derechos Humanos en los territorios palestinos ocupados, a […]
En un encuentro de varias Organizaciones de Derechos Humanos, realizado en la Asociación de Jóvenes Cristianas en Jerusalén, el día 14 de Mayo de 2005, la destacada abogada israelí Felicia Langer relató su experiencia sobre los horrores cometidos por las tropas de ocupación, las violaciones a los Derechos Humanos en los territorios palestinos ocupados, a través de la usurpación de las tierras, la expulsión y los asesinatos y encarcelamientos de miles de palestinos.
Además indicó que no puede existir una paz verdadera en la región sin el reconocimiento de Israel por sus responsabilidades en la Tragedia Palestina.
Langer detallo sus convivencias y experiencias vivas en materia de violaciones, crímenes, despojos, tratos crueles y humillaciones, torturas que han significado la muerte de decenas de palestinos y la discriminación racial que sufren los palestinos bajo ocupación.
Por otro lado, la abogada Langer, señaló que Israel muestra su «desprecio» por la legalidad Internacional, al anexar en forma unilateral Jerusalén Oriental y las Alturas del Golan, territorios árabes ocupados el año 1967, y por su desacato a los Convenios de Ginebra.
A su vez, relató aspectos repugnantes del sistema de «Justicia Militar» que implementan las tropas de ocupación para reprimir a la población palestina.
Entre otros, Langer hizo ver algunas experiencias de torturas que gran número de detenidos palestinos sufre hoy en las cárceles de Israel, donde decenas de los torturados perdieron la vida a raíz de «las salvajes torturas».
Langer conocida defensora de los Derechos Humanos, es autora de varios libros sobre la materia como: «Por mis propios ojos», «Ellos son mis hermanos», «De mis memorias», «Zonas ocupadas» y «Mis diarios». En 1990 Langer obtuvo el «Premio Nóbel Alternativo» de la Paz por sus defensas a los derechos Humanos.