Traducido para Rebelión por Carlos Sanchis
Informe de B’tselem
Durante la segunda intifada, Israel adoptó una política de asesinar a los palestinos sospechosos de pertenecer a las organizaciones armadas que emprenden batalla formalmente contra él. En un esfuerzo por oponerse a la marcada crítica contra esta política, Israel defendió, entre otras cosas que los asesinatos selectivos sólo se llevaron a cabo cuando no fue posible aprehender a las personas seleccionadas que fueron después asesinadas.
Según las cifras de B’Tselem, desde el inicio del 2004, las fuerzas de seguridad israelíes han matado ochenta y nueve palestinos durante operaciones a las que los dirigentes de defensa se refieren como operaciones de arresto. Por lo menos diecisiete de las personas asesinadas no estaban buscadas por Israel, sino que eran civiles no sospechosos ante Israel de haber cometido delito alguno. Además, por lo menos cuarenta y tres de esos muertos estaban desarmados, o no estaban tratando de usar sus armas contra las fuerzas de seguridad israelíes en el momento en que fueron muertos. Ninguno de estos casos fue investigado por la unidad de investigación de la Policía Militar.
«No Hacer Prisioneros» presenta cuatro casos investigados por B’Tselem en los cuales resultaron muertos palestinos durante estas llamadas operaciones de arresto. Dos de los casos relatan incidentes en las que soldados de las IDF sitiaron una casa en la que Israel afirmó que una persona en busca estaba presente, entonces dispararon a otro ocupante de la casa cuando abrió la puerta, sin previo aviso y sin ofrecerle una oportunidad para rendirse. En los otros dos casos, las fuerzas de seguridad desarmaron a las personas buscadas, pero entonces les dispararon y los mataron. En todos estos casos, las fuerzas de seguridad actuaron como si estuvieran llevando a cabo un asesinato selectivo y no un arresto, en quebrantamiento flagrante de ley humanitaria internacional. Basada en los hallazgos del informe, hay una grave sospecha de que la ejecución de palestinos se ha convertido en una norma entre las fuerzas de seguridad israelíes.
Al principio de la segunda intifada, las IDF cambiaron las normativas para abrir fuego, en particular en lo que se refería a operaciones para arrestar a personas en búsqueda. Se les dijo a los soldados que abrieran también fuego en situaciones en las que no vieran su vida amenazada. Las órdenes sobre cuándo abrir fuego se dieron verbalmente, y eran a menudo vagas, posibilitando una amplia interpretación y haciendo una transmisión parcial o engañosa de las posibles órdenes. Desde el principio de la intifada, la oficina del fiscal general se ha abstenido de pedir investigaciones a la Policía Militar de los casos en los que se disparó a palestinos y fueron muertos por los soldados, excepto en casos contados. Este fracaso ha creado una atmósfera de impunidad en la que los miembros de las fuerzas de seguridad no responden de sus acciones. Estos cambios explican la creación de una práctica de ejecución a través de las fuerzas de seguridad, aun cuando no exista ninguna orden explicita para matar a las personas buscadas.
En conclusión, B’Tselem insta a Israel a:
Dar instrucciones para que sus fuerzas de seguridad sean obligadas a abstenerse de abrir fuego cuando sus vidas no están en peligro.
Proporcionar normativas escritas para abrir fuego que especifiquen las circunstancias en las que les prohíban, o permitan, clara e inequívocamente a todas las fuerzas de seguridad, el uso de sus armas de fuego.
Investigar totalmente todos los casos en los que civiles palestinos no implicados en hostilidades resultaron tiroteados y heridos por las fuerzas israelíes y, en caso de ser apropiado, se procese a las personas responsables.
Investigar todos los casos en los que se disparó a ciudadanos palestinos que tomaron parte en hostilidades y fueron tiroteados y heridos, si hay razón para sospechar que el tiroteo contradijo las leyes humanitarias internacionales.
Instruir a las fuerzas de seguridad de que en cualquier circunstancia está prohibido exigir que los civiles cooperen con las fuerzas de seguridad de Israel así como realizar tareas militares, y para que investigue completamente todos los casos en los que las fuerzas de seguridad usaron de esta manera ala población civil, y procese a las personas responsables.