Nayef Hawatmeh expresa en una conversación con el periódico de los Emiratos Árabes Unidos «Al-Khaleej» respecto a la partida de Sharon: «No hay ni un solo palestino que lamente la desaparición de Sharon» 8 de enero del 2006 Por la historia sangrienta de Ariel Sharon, no existe un solo palestino que lamente la […]
Nayef Hawatmeh expresa en una conversación con el periódico de los Emiratos Árabes Unidos «Al-Khaleej» respecto a la partida de Sharon: «No hay ni un solo palestino que lamente la desaparición de Sharon»
8 de enero del 2006
Por la historia sangrienta de Ariel Sharon, no existe un solo palestino que lamente la muerte del criminal de guerra que cometió horrendas masacres contra el pueblo palestino y el árabe en general. Sharon es el carnicero de la masacre de Quibia (Palestina) en 1953, el asesino de los prisioneros egipcios en 1967, el autor de la masacre de los campamentos palestinos de Sabra y Shatila (Líbano) en 1982, y el que dio la orden para asesinar a los niños en Gaza y Cisjordania.
Sharon es el padre espiritual de los movimientos colonialistas extremistas y quien creó y puso en práctica los planes para usurpar los territorios palestinos, y por ende era un hombre que rechazaba la paz y amaba la guerra y los asesinatos.
Esperamos que su desaparición abra el camino a verdaderos cambios en el mapa político y partidista israelí y fortalezca el campo de paz dentro de Israel, que pueda detener la violencia, los mares de sangre y el conflicto existente desde hace más de un siglo, y desempeñar un papel en la reconstrucción del proceso político sobre la base de la legalidad internacional que conlleva a la paz global y equilibrada y otorga a los palestinos su derecho a un estado independiente sobre los territorios ocupados en 1967 y el retorno de los refugiados en virtud de la Resolución 194.
La reorganización del proceso político y la negociación demandan nuevas transformaciones en la estructura interna del Estado Hebreo que conduzcan al reconocimiento israelí de las resoluciones de las Naciones Unidas y a la creación de mecanismos para su ejecución. Sin ello la violencia, la sangre, las lágrimas y el conflicto continuarán.
Los israelíes estarán ante una prueba en las próximas elecciones del 28 de marzo: optan por el camino de la paz y reconocen los legítimos derechos nacionales del pueblo palestino o por la continuación de las políticas de ocupación y colonialismo y asumen las consecuencias de esa violencia y conflicto, pues nuestro pueblo continuará la resistencia hasta arrebatar totalmente sus derechos.
Estamos trabajando para que las próximas elecciones legislativas palestinas que se celebrarán el 25 de enero sean el comienzo de la reconstrucción del régimen político palestino y de la creación de una estrategia unida para presentarla a nuestro pueblo, a los árabes, al mundo y a la sociedad israelí. Una posición palestina unida frente a los proyectos que atentan contra nuestro legítimo e inalienable derecho a la independencia, el retorno y la autodeterminación con Jerusalén como capital.
http://www.fdlpalestina.org/entrevistas/nayef-hawatmeh-expresa-conversacion-periodico.htm