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No podemos volver a las recetas de toda la vida

Fuentes: Plaza Pública

Traducido del gallego para Rebelión por susana Merino

«Atención: la puerta de las oportunidades está por cerrarse. Tenemos como máximo un lustro para plantearnos un debate amplio y transversal sobre los límites del crecimiento y para construir democráticamente alternativas ecológicas y energéticas que sean al mismo tiempo rigurosas y viables».

«Deberíamos ser capaces de generar grandes mayorías para producir un cambio de modelo económico, energético, social y cultural». El lunes pasado se hizo público el Manifiesto Última Llamada, un exitoso llamado al decrecimiento que pide que la política se ajuste a «los límites ecológicos del planeta» y que tuvo entre sus 250 primeros firmantes (investigadores, activistas, líderes políticos) entre los que se cuentan una importante cantidad de gallegos y gallegas.

Estaba entre ellos Xoan Doldán, profesor titular de Economía aplicada y presidente de Véspera de Nada, una organización que desde hace años viene alertando del inminente fin de la civilización industrial basada en el petróleo y reclamando la aplicación de medidas que eviten su colapso e inicien una transición gradual y controlada hacia otro modelo de sociedad. El objetivo de dicho Manifiesto es plantear el debate en espacios en los que estos conceptos no son habituales o en los que al menos no son prioritarios. «Llevamos bastante tiempo hablando de la necesidad de hacer algo, pero en ningún momento imaginamos la repercusión que está teniendo. Queríamos, en todo caso, que llegase a todo el mundo y es por eso que quisimos hacer un texto consensuado, con mínimos comunes, en el que todos nos reconociéramos y nos sintiésemos cómodos» señala Doldán.

Tratamos de establecer el debate público, introducir la discusión sobre la propuesta del decrecimiento y los caminos para salir de la actual crisis económica. Huyendo, para reactivar la economía, de las habituales soluciones keynesianas: «no sirven las políticas que retomen las recetas del capitalismo keynesiano. Esas políticas nos llevaron, en los decenios que siguieron a la segunda guerra mundial, a un ciclo de expansión que nos colocó al borde de los límites del planeta. Un nuevo ciclo de expansión es inviable, no existen las bases materiales, ni el espacio ecológico ni los recursos naturales que pudieran sustentarlo», afirma el Manifiesto.

Doldán subraya que «aunque la idea del crecimiento y el progreso pueda ser muy atractiva, tenemos una situación demasiado complicada. Son ideas que pueden ser sedantes: si confiamos en que esto se va a solucionar de una forma u otra, en que ese progreso basado en que el crecimiento continuo es posible, los problemas serán mayores si no se toman medidas a tiempo». «Tenemos que ser conscientes de la realidad y buscar soluciones que tengan en cuenta las actuales limitaciones. Eso nos obliga a tomar decisiones radicales. Habrá que tomarlas además lo más rápidamente posible, porque sino las soluciones tendrán que ser cada vez más drásticas y dolorosas. Y así lograremos un mundo que no necesariamente será peor. Tendrá que ser un mundo diferente», dijo.

El éxito del Manifiesto ha sido innegable: plantea la propuesta de un debate público y ha recibido el apoyo de líderes políticos como Cayo Lara, Pablo Iglesias, Xosé Manuel Beiras o David Fernández, así como la ashesión casi unánime del espectro político izquierdista. Una izquierda ciertamente no exenta de contradicciones. Xoan Doldán destaca en este sentido que «seguramente hay personas que han firmado mientras los colectivos sociales o políticos a los que pertenecen siguen haciendo propuestas que se contradicen con el texto. A nosotros eso no nos parece mal porque precisamente hay que hablar de esas contradicciones, deben formar parte del debate y deben estar incorporadas esas personas que incurren, o incurrimos, e esas contradicciones».

El Manifiesto señala también los orígenes del problema, un modelo económico capitalista basado en el crecimiento y el consumo creciente. «Para evitar el caos y la barbarie a los que nos dirigimos es necesario que se produzca una ruptura política con la hegemonía vigente y se formule una economía que tenga como fin la satisfacción de las necesidades sociales dentro de los límites que impone la biosfera y no el incremento del beneficio privado», destaca. «A la hora de proponer salidas a la crisis no podemos volver a aplicar las recetas de toda la vida, el crecimiento económico, el capitalismo keynesiano o algunas propuestas de tipo ambiental pero que no se basan en los límites físicos sino que tratan de reducir algunos indicadores ambientales», subraya Doldán.

El texto es un diagnóstico de la situación pero no incorpora propuestas concretas de acción. Explican que se pensó incorporar al texto una propuesta de medidas «pero que finalmente se decidió que era mejor mantenerse un poco más en la superficie, en el diagnóstico, de manera más abierta. Desde Véspera de Nada, por ejemplo, y otros colectivos que participaron en este Manifiesto hemos hecho propuestas de solución pero creemos que estas deben salir de un debate más amplio». «La gente no debe ser pasiva y debe participar en el diseño y en el debate de las medidas», concluye.

* Entrevista publicada en gallego el lunes 14 de julio en Plaza Pública con uno de los promotores del Manifiesto Última Llamada, el economista ecológico Xoan Ramón Doldán García, presidente de Véspera de Nada (Vísperas de Nada) por una Galicia sin petróleo y de la Asociación de Economía Ecológica de España.

Fuente: http://ultimallamadamanifiesto.wordpress.com/2014/07/23/xoan-doldan-non-podemos-volver-as-receitas-de-toda-a-vida-o-crecemento-economico-o-capitalismo-keynesiano/

rCR