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Entrevista a Joaquín Urías, profesor de Derecho Constitucional y exletrado del Tribunal Constitucional

«No son magistrados de derechas, son magistrados sometidos a los intereses del PP»

Fuentes: El Salto

Deberían ser excelentes, meritorios, con capacidades por encima del resto de sus compañeros. Sin embargo, no es el caso, afirma el profesor de de Derecho Constitucional y exletrado del Tribunal Constitucional, Joaquín Urías. Asegura que los dos magistrados recusados del Tribunal Constitucional son “buenos soldados”, pero “no buenos magistrados”. Y augura que tampoco lo será uno de sus sustitutos, Juan Carlos Campo, exministro de Justicia y una pesona que “lleva veinte años ocupando cargos del PSOE”. A su juicio, el TC no necesita más soldados, sino personas muy técnicas, de diferentes ideologías, capaces de interpretar con independencia de las formaciones políticas que las proponen las normas que emanan del poder legislativo.

Llevo días esperando ver al rey, pero parece que un golpe judicial de la derecha no es asunto suyo.


Recuerda que lo que defendemos siempre es precisamente que el rey no intervenga en política. Debe tener un papel simbólico, no tiene que salir para apoyar a unos u otros.

Me lío, oigo golpe judicial y…


Es un golpe judicial en la medida que el Tribunal Constitucional se ha excedido en sus competencias. Es un ataque a la separación de los poderes, pero el Estado no ha caído. Si hubiera un golpe de Estado, España ya no sería una democracia. Ha habido una excepción y se han traspasado de manera ilícita la separación de poderes, pero el sistema español no ha cambiado.

¿Qué opciones tiene ahora Pedro Sánchez, el presidente de un Gobierno democráticamente escogido?


Más que opciones, Pedro Sánchez y, sobre todo, el Parlamento, tienen que demostrarle al TC que los poderes elegidos democráticamente están por encima. Que la voluntad popular se tiene que realizar aunque magistrados de derechas digan que no e impidan discutir la enmienda. El Parlamento tiene que demostrar que la democracia gana, que el pueblo tiene legitimidad aprobando esa norma y que la democracia vence.

El Constitucional es el órgano de garantías, pero la madre del cordero es el CGPJ. ¿Por qué el PSOE hace como si el bloqueo originario en esa institución no fuera con él?


El PSOE está jugando a ser pragmático y creo que ha dado por perdido la renovación del CGPJ, que lleva más de un mandato de retraso. Cuando el retraso dura lo mismo que un mandato entero y los vocales están como en un tercer mandato, el sistema demuestra que no está funcionando. No sé muy bien qué hace el PSOE, la verdad, si piensa que no hay mecanismos para remediarlo o si lo da por perdido.

¿Nos gusta la Fiscalía del Tribunal Constitucional?


La fiscalía en España es un problema en todos los tribunales porque siempre hay dudas sobre su imparcialidad. Creo que la fiscalía del TC nos gusta cuando está de acuerdo con nosotros. Ahora ha pedido algo razonable, en otras ocasiones no, como cuando invadió competencias en el Parlament de Catalunya. Lo que nos gusta es que sea independiente; en unas ocasiones coincidiremos con ella y en otras no. 

¿Qué esperas que ocurra en los próximos días?


Lo urgente es renovar el TC. Tenemos un problema muy grande porque hay dos magistrados que no solo han vencido su mandato, sino que no permiten entrar a sus sustitutos para que tomen posesión. Esa es la mayor anomalía de todo esto. Hay que forzar que acepten marcharse. Ante esto, no tengo muy claro cómo actuar. La proposición de ley no estará aprobada hasta final de enero o febrero, por lo que debemos esperar dos meses, y quizá haya que intentar otra medida jurídica.

¿Quitarles el sueldo?


No, no puedes. De algún modo hay que obligarles a que cumplan su obligación constitucional. Lo suyo es rebeldía constitucional: dicen que se quedan ahí y ahí se quedan. Quizá habría que presentar una querella al tribunal.

¿Están prevaricando?


No me atrevería a afirmarlo, porque para prevaricar hace falta un conocimiento de lo que hacen es ilícito y ellos piensan que el Estado es suyo. En el fondo, están convencidos de que la ley y el Estado son suyos y piensan que no se la están saltando.

Pedro González-Trevijano, el regala-títulos a peces gordos del PP durante su extenso y excesivo mandato en el rectorado de la Universidad Rey Juan Carlos, sabe bastante de acomodarse en butacones y no levantarse cuando se lo piden.


El problema tiene mucho que ver con los perfiles que se eligen. Y ahí el Gobierno lo están haciendo igual de mal que el PP teniendo en cuenta los nuevos miembros propuestos —Juan Carlos Campo y Laura Díaz—. Campo es exministro de Justicia y lleva veinte años ocupando cargos del PSOE. Desgraciadamente, es un perfil muy parecido a Enrique Arnaldo y González-Trevijano: se nombran a personas que no tienen el nivel técnico ni la independencia necesaria para desempeñar el cargo, por lo que tenemos un tribunal con buenos soldados pero no con buenos magistrados, cuya vida ha dependido de un partido al que nunca va a decir que no.

¿Cómo se arreglaría todo esto?


Hay problemas que no se pueden arreglar con norma jurídica, sino con conciencia democrática. La Constitución sobrevive en la medida en que el pueblo y la sociedad tienen voluntad de que se aplique, por lo que por muchas normas que apliques, se reinterpretan y no cambian la realidad: las normas no cambian la realidad cuando no hay voluntad. El Tribunal Constitucional tiene que tener cierto grado de independencia. Debemos asumir que los magistrados actúen por sí mismos aplicando la voluntad constitucional. El problema de España es que los partidos no quieren elegir a magistrados de izquierdas o derechas, quieren elegir a magistrados que obedezcan a los intereses tácticos e inmediatos de su partido. Ahora mismo, del Partido Popular. Y eso es un disparate. Necesitamos un Tribunal que tenga magistrados conservadores y progresistas pero que, al mismo tiempo, también sean independientes, que actúen con la suficiente independencia para tomar decisiones. No hay otra solución. 

O sea, un Tribunal Constitucional sin soldados.


Es que no hay que despolitizarlo porque las tomas decisiones son políticas. Si hay aborto o no, si hay matrimonio lgtbi o no, es política y por ello necesitamos saber su ideología, pero también necesitamos que sean muy buenos, que no estén nombrados para que apliquen la táctica de un partido, sino para que apliquen su manera jurídica de ver el mundo. Su interpretación.

Nos quedan dos meses…


Como mínimo nos quedan dos meses de tortura, con un Tribunal ilegítimo que está dispuesto a hacer lo que sea, como saltarse la Constitución para defender los intereses tácticos del PP. No son magistrados de derechas, son magistrados sometidos a los intereses del PP. Estamos viendo un tribunal que se salta la ley y lo que sea, por lo que no descarto que en dos meses tengamos otra sorpresa.

Uy.


Al PP le interesa llegar con todo este escándalo a las elecciones municipales. No te extrañe que los magistrados sediciosos que están en situación de rebeldía utilicen su poder para llegar a las municipales en estas circunstancias. 

¿Crees que esto favorece al PP?


Con el control actual del PP sobre los medios de comunicación, en el que crea un conflicto constitucional, culpa a Pedro Sánchez y la mayoría de la opinión pública se queda con que la culpa es de Pedro Sánchez, sí.

Con lo que yo daría por ver en la tele a un Borbón regañando a los suyos.


Igual te equivocas y en vez de verle regañando le ves defendiendo a los suyos dentro de dos días. 

Menuda Nochebuena.


Esperemos que siga callado. 

Fuente: https://www.elsaltodiario.com/tribunal-constitucional/entrevista-%20joaquin-urias-no-son-magistrados-derechas-son-magistrados-sometidos-intereses-pp