Traducido para Rebelión por Marina Trillo
Es ampliamente reconocido que los Palestinos están entre la gente más politizada e instruida del mundo. Cuando acudieron a las urnas el miércoles pasado eran muy conscientes de lo que se ofrecía y los que votaron por Hamás sabían lo que significaba. Eligieron a Hamás por su compromiso de que nunca rendiría los derechos legítimos del pueblo Palestino y por su promesa de emprender un programa de reformas. Hubo voces que les advirtieron, local e internacionalmente, de que no votaran por una organización etiquetada por EEUU y la UE como terrorista, porque el ejercicio de tal derecho democrático les costaría la ayuda financiera proporcionada por los donantes extranjeros.
El día que Hamás ganó las elecciones democráticas Palestinas las principales democracias del mundo fallaron la prueba de la democracia. Antes que reconocer la legitimidad de Hamás como representante del pueblo Palestino libremente elegido, aprovechar la oportunidad creada por el resultado para apoyar el desarrollo del buen gobierno en Palestina y buscar los medios de terminar con la matanza, EEUU y la Unión Europea amenazaron al pueblo Palestino con un castigo colectivo por ejercitar su derecho de elegir a sus representantes parlamentarios.
Nos están castigando simplemente por resistirnos a la opresión y procurar justicia. Aquellos que amenazan con imponer sanciones a nuestro pueblo son las mismas potencias que iniciaron nuestro sufrimiento y continúan apoyando a nuestros opresores casi incondicionalmente. Nosotros, las víctimas, estamos siendo castigados mientras nuestros opresores son cuidados con mimo. EEUU y la Unión Europea habrían podido utilizar el éxito de Hamás para abrir un nuevo capítulo en sus relaciones con los Palestinos, los Arabes y los Musulmanes y para entender mejor un movimiento que hasta ahora ha sido visto mayormente a través de los ojos de los sionistas ocupantes de nuestra tierra.
Nuestro mensaje a los gobiernos de EEUU y la UE es éste: Vuestro intento de forzarnos a abandonar nuestros principios o nuestra lucha es en vano. Nuestra gente que dio millares de mártires, millones de refugiados que han esperado casi 60 años para volver a casa y nuestros 9.000 presos políticos y de guerra en cárceles israelíes no han hecho esos sacrificios para liquidarlos por casi nada.
Hamás ha sido elegido principalmente por su fe inamovible en lo inevitable de la victoria; y Hamás es inmune al soborno, la intimidación y el chantaje. Aunque deseamos mantener relaciones amistosas con todas las naciones no buscaremos amistades a expensas de nuestros legítimos derechos. Hemos visto como otras naciones, incluidos los pueblos de Vietnam y Sudáfrica, persistieron en su lucha hasta triunfar en su búsqueda de la libertad y la justicia. No somos diferentes, nuestra causa no es menos digna, nuestra determinación no es menos profunda y nuestra paciencia no es menos abundante.
Nuestro mensaje a las naciones Musulmanas y Arabes es éste: Vosotros tenéis la responsabilidad de permanecer al lado de vuestros hermanos y hermanas Palestinas cuyos sacrificios se hacen en nombre de todos vosotros. Nuestra gente en Palestina no debe necesitar esperar por ninguna ayuda de países que adjuntan condiciones humillantes a cada dólar o euro que pagan a pesar de su responsabilidad histórica y moral por el estado en que nos encontramos. Esperamos que vosotros intervengáis para compensar al pueblo Palestino por cualquier pérdida de ayuda y os pedimos que levantéis todas las restricciones sobre instituciones de la sociedad civil que deseen aportar fondos para la causa Palestina.
Nuestro mensaje a los Palestinos es éste: Nuestro pueblo no es sólo el que vive bajo asedio en Cisjordania y la franja de Gaza sino también los millones que languidecen en los campos de refugiados de Líbano, Jordania y Siria y los millones desperdigados por todo el mundo que no pueden volver a casa. Os prometemos que nada en el mundo nos disuadirá de continuar con nuestra meta de liberación y retorno. No ahorraremos ningún esfuerzo para trabajar con todas las facciones e instituciones para poner nuestra casa Palestina en orden. Habiendo ganado las elecciones parlamentarias, nuestro objetivo a medio plazo es reformar la OLP para restablecer su papel como representante verdadero de todo el pueblo Palestino, sin excepción ni discriminación.
Nuestro mensaje a los Israelíes es éste: No luchamos contra vosotros porque pertenezcáis a determinada fe o cultura. Los judíos han vivido en el mundo islámico durante 13 siglos en paz y armonía; están en nuestra religión «la gente del libro» que tienen una alianza con Dios y Su Mensajero Mahoma (la paz sea con él) para ser respetados y protegidos. Nuestro conflicto con vosotros no es religioso sino político. No tenemos ningún problema con los judíos que no nos han atacado – nuestro problema es con los que vinieron a nuestra tierra, se impusieron ante nosotros por la fuerza, destruyeron nuestra sociedad y confinaron a nuestra gente.
Nunca reconoceremos el derecho de ninguna potencia a robarnos nuestra tierra y denegarnos nuestros derechos nacionales. Nunca reconoceremos la legitimidad de un estado sionista creado en nuestro suelo para purgar los pecados de otros o para solucionar el problema de otros. Pero si estáis dispuestos a aceptar el principio de una tregua a largo plazo, estamos preparados para negociar los términos. Hamás está tendiendo una mano de paz a aquellos que estén verdaderamente interesados en una paz basada en la justicia.
· Khalid Mish’al es el jefe del buró político de Hamás.