Con edición de Ignacio Echevarría (garantía por supuesto de buen y riguroso hacer), Debate ha iniciado la publicación de lo que probablemente serán las «Obras completas» -o una primera aproximación a ellas- de Rafael Sánchez Ferlosio. El primer volumen, de 848 páginas, lleva por título, muy ferlosiano ciertamente, Altos estudios eclesiásticos. Ensayos I. Gramática. Narración. […]
Con edición de Ignacio Echevarría (garantía por supuesto de buen y riguroso hacer), Debate ha iniciado la publicación de lo que probablemente serán las «Obras completas» -o una primera aproximación a ellas- de Rafael Sánchez Ferlosio. El primer volumen, de 848 páginas, lleva por título, muy ferlosiano ciertamente, Altos estudios eclesiásticos. Ensayos I. Gramática. Narración. Diversiones.
Por este motivo, desconozco la existencia de otras razones complementarias comerciales, el global-imperial-antichavista-y-macrista dedicó dos páginas del Babelia, generosidad más que infrecuente, del pasado sábado 20 de enero al asunto: un artículo de Félix de Azúa y una conversación de Rafael Sánchez Ferlosio con José Luis Pardo conducida por Javier Rodríguez Marcos.
Unas breves observaciones sobre el artículo y la conversación.
1.Félix de Azúa hace referencia en su escrito al contenido del volumen publicado. Cita a este respecto los tres artículos reunidos bajo el título de «Los que se quedan en casa» y el conjunto de escritos de la sección Diversiones, «que tratan asuntos tan variados como el artículo tercero de la Constitución o la fecha exacta en que dio comienzo el siglo XXI y que no es la que zanjó el comercio mundial».
Este último artículo es, en mi opinión, una de las intervenciones públicas menos afortunadas del autor de El Jarama. No porque no tuviera razón en su exposición (creo que la tenía), ni tampoco por las elecciones elementales sobre bases de numeración y aritmética básica que RSF tuvo el gusto de impartirnos, sino por la forma en que hablaba de uno de los grandes científicos y divulgadores científicos del siglo XX al que, según recuerdo confesó posteriormente, no había leído en el momento de su crítica.
Algunos pasajes sobre lo señalado del artículo referenciado. «Cero en aritmética» es su título y fue publicado inicialmente el 1 de septiembre de 1998 [1]: » La lumbrera moderna en que El País se apoya para dar a su dictamen el espaldarazo de una autoridad definitiva y dejar de una vez por todas desautorizado, avergonzado y humillado al infeliz Dionisio es nada menos que el paleontólogo de Harvard Mr. Stephen Jay Gould, que en asunto de ceros mal podría decirse que redunde precisamente en mayor honra y en mayor prestigio de tan acrisolado y renombrado polo de la ciencia y saber universal, de uno de cuyos ensayos se nos transcribe este pasaje.»
¡Lumbrera en la que se apoya El País! Hay más. Este paso por ejemplo con el concluye su comentario: «Con todo, no hay ningún cero comparable con el rosco como una catedral que habría que ponerle en aritmética al señor Jay, paleontólogo de Harvard».
Hay más perlas. Sea como fuere, en el punto en discusión, yo también pienso como Rafael Sánchez Ferlosio y coincido con él en que el autor La vida maravillosa erró en su análisis, lo que puede señalarse de formas muy diversas, alejadas de ese tono tan masculino y un pelín taurino. De aritmética, por lo demás, Stephen Jay Gould sabía mucho más que yo e incluso, tal vez, que Rafael Sánchez Ferlosio.
2. Félix de Azúa hace también referencia a una carta a Josep M Castellet de 1965. De acuerdo, de interés. Pero hay otras cartas que no deberíamos olvidar, las que forman parte de la correspondencia que entre mediados de los cincuenta y medidos de los sesenta mantuvieron Manuel Sacristán y nuestro Premio Cervantes. Una, bastante conocida, del primero corre por la red. Ignoro si hay más, probablemente sí. Las de RSF, por su expresa indicación, no pueden ser publicadas por el momento.
Sea como fuere, existe un intento de aproximación a la relación entre ambos (no sólo en esos años), magnífico en mi opinión, que está recogido en el libro del malogrado Francisco Fernández Buey sobre Manuel Sacristán [2]. Lleva por título «Ferlosio-Sacristán en el jardín del trágico» y está escrito en 2009. Se abre con estas palabras: «Parto de la consideración siguiente: MSL y RSF son exponentes de dos de los proyectos intelectuales de mayor interés en la ensayística en lengua castellana de la segunda mitad del siglo XX por: a) el rigor expositivo y la atención a la lengua con que han ido presentando su pensamiento; b) la amplitud de temas y asuntos abordados en sus ensayos y artículos, en particular sobre historia, filosofía y literatura; c) la originalidad de su diálogo crítico con las tradiciones tanto hispanas como europeas; d) lo que uno y otro han aportado desde el punto de vista metodológico y epistemológico en la renovación del pensamiento hispánico».
3. En la conversación, en las partes de la conversación que han sido trascritas y editadas, hay un error sin importancia sobre toros y corrida de toros -«Sería cuando no odiaba los toros. Ahora es que no lo puedo ni ver»- y unas reflexiones sobre lenguaje difíciles de aquilatar por su -probablemente- buscada oscuridad. Los ejemplos que tal vez valga la pena citar:
A..Al ser preguntado sobre lo que nos enseña el lenguaje de un niño sobre la formación de las ideas y las convenciones sociales, RSF pone el ejemplo de su hija Marta. Recuerda el uso de la palabra tubería por su hija al referirse a la presencia de gusanos en una manzana y añade: «Otro día vio un billete de cine y dijo: «Qué duro más raro»». Concluye: «Era un ejemplo de que el concepto no se generaliza sino que trae ya una generalidad».
¿Ejemplo de que el concepto no se generaliza? ¿Ejemplo de que el concepto, construido de algún modo, trae ya como mochila anexa una generalidad? ¿Definida, abierta? ¡Se entiende bien lo que se está diciendo?
B. Se le pregunta más tarde a RSD por el paso del mito al logos, del pensamiento mágico al pensamiento racional. ¿Es otro mito? En su respuesta, RSF señala que el pensamiento mágico, según Weber, es perfectamente racional.
¿Perfectamente racional todo el pensamiento mágico sin excepción, por usar la palabra utilizada en la pregunta? ¿El pensamiento mágico es perfectamente racional o el pensamiento mítico o mágico tiene su propia racionalidad? ¿Son afirmaciones equivalentes?
Por lo demás, y como apunta RSF, desde luego que entre nosotros «también hay cosas que siguen siendo mágicas» pero que pueden explicarse.
C. Se le pregunta también por el lenguaje como forma de asimilación. RSF responde que la palabra nos hace, que no podemos percibirnos desde fuera, que no existe un exterior de la lengua.
Sea que la palabra nos hace (acaso como muchas otras cosas o en mayor medida). Sea que no podemos percibirnos desde fuera (aunque la expresión tienen contornos imprecisos. ¿Qué es aquí fuera?). Admitamos que los límites de nuestro mundo son (provisionalmente) los límites de nuestro lenguaje (¿de qué lenguaje hablamos cuando hablamos de lenguaje en este caso?). Admitamos que no podamos percibirnos desde fuera (¿no es una pura contradicción hablar en esos términos? ¿Percibirnos a nosotros desde fuera de nosotros que percibimos?). Sea así, si así pensamos. En todo caso: ¿por qué no existe un exterior de la lengua? ¿Cómo se llega a esa conclusión? ¿No podemos pesar en un exterior hasta que no sea captado o comprendido por el lenguaje? ¿No existía Neptuno hasta que lo incorporamos a nuestra lengua tras su descubrimiento por nosotros? Dicho del modo en que lo dice RSF, ¿sólo existe aquello que puede ser dicho por una comunidad de hablantes en un determinado momento para esa comunidad? O, leyéndole literalmente, si no existe un exterior de la lengua, ¿qué es lo que existe aparte de la lengua? ¿Sus hablantes? ¿Pero no son estos exteriores a la lengua de cada uno de ellos? ¿Qué elementos pueblan la ontología ferlosiana?
D. Se le pregunta finalmente si ha leído en los últimos años algo que le haya interesado tanto como la Teoría del lenguaje de Bühler, un libro que en su día le regaló Víctor Sánchez de Zavala, un amigo y corresponsal también de Manuel Sacristán [3]
La respuesta de RSF: «Deleuze, su idea de diferencia y repetición para hablar de la individuación».
Interviene ahora el otro interlocutor, J. L. Pardo: «Una vez te preguntaron qué habías leído últimamente y dijiste que desde Kafka no había salido nada bueno. Como si hubieras estado yendo a las librerías».
La frase final de RSF: «Eso es cosa de un iletrado completo.
¿De que están hablando exactamente? ¿Iletrado incompleto? ¿Nada después de Kafka? ¿No están actuando en un escenario en el que se representa un saber muy-muy oscuro al alcance de muy pocas almas, de muy pocos seres con lenguaje? ¿No se está posando de manera elitista?
Notas:
[1] http://elpais.com/diario/1998/09/01/opinion/904600805_850215.html
[2] Francisco Fernández Buey, Sobre Manuel Sacristán, Barcelona, El Viejo Topo, 2015 (edición de Salvador López Arnal y Jordi Mir Garcia).
[3] Véase Salvador López Arnal, Siete historias lógicas… y un cuento breve, Málaga, Ediciones del Genal (en prensa), presentación de Luis Vega Reñón
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