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Más acá y por debajo del soberanismo-independentismo

Noticias de (otra) Catalunya (XXVII)

Fuentes: Rebelión

I El dia de Sant Jordi los trabajadores del FNAC Triangle hicieron huelga. Con toda la razón del mundo. Los escritores que iban a firmar libros en el establecimiento les apoyaron. No firmaron, no entraron en el FNAC. La multinacional francesa (¡boicot, boicot, boicot!) pretende incrementar los contratos a tiempo parcial y reducir el salario […]


I

El dia de Sant Jordi los trabajadores del FNAC Triangle hicieron huelga. Con toda la razón del mundo. Los escritores que iban a firmar libros en el establecimiento les apoyaron. No firmaron, no entraron en el FNAC. La multinacional francesa (¡boicot, boicot, boicot!) pretende incrementar los contratos a tiempo parcial y reducir el salario de los trabajadores a 750 euros mensuales. Unos 4,2 euros por hora. Reducción de costes salariales, dirán, como cuando hablan de reducir los costes energéticos o publicitarios pongamos por caso. Dónde está el problema deben pensar.

Ninguna «autoridad» se aproximó a mostrar su apoyo a la huelga de estos jóvenes trabajadores-ciudadanos, estudiantes de origen obrero en muchos casos. ¿Por qué? ¿No hubiera sido razonable? ¿Por qué hasta ahora el president Mas no ha dicho ni una palabra de la larga lucha de los trabajadores de PANRICO? ¿Qué sectores sociales tiene siempre en mente? ¿No son ciudadanos los trabajadores del FNAC o de Panrico ? ¿No tienen derecho a decidir sobre algo básico, central, no identirario, sobre sus condiciones esenciales de vida? ¿No rige aquí el dret a decidir?

II

«Stop pujades» sigue en pie de lucha y resistencia. Nos convocan de nuevo el próximo día 10 de mayo. Está, además, la vía legal: es posible que este esforzado movimiento ciudadano denuncie a la autoridad del transporte metropolitano (ATM) por malversación de fondos públicos. ¡Adelante con ello!

El colectivo pretende crear también la mesa popular del transporte público, un espacio para nuevas propuestas que sea democrático y participativo. Otro sendero a experimentar.

¡Dando batallas que no están perdidas!

III

Real como la vida misma. El pasado 5 de marzo el portal del Ministerio de Defensa italiano publicó una noticia en la que felicitaba a un aviador muy mayor que participó en los bombardeos de Barcelona durante la guerra civil. Mi tía cenetista tuvo que correr mucho durante la agresión. La ministra del ramo dedicó unas palabras a su héroe -está condecorado con la Primera Medalla al valor militar por su participación en «la guerra de España»- en su cuenta de twitter.

¿A qué la cosa no huele bien del todo? ¿Es posible? Es posible: verdugos convertidos en héroes, en viejecitos admirables.

IV

ICV y el partido de Ernest Maragall están negociando un pacto para las municipales. ¡Pobre ICV, la que les viene encima! ¡No saben con quien se están jugando la representatividad popular!… ¿O sí lo saben?

Don Ernest Maragall ha sido, probablemente, casi con seguridad de la buena, el peor conseller de Educación de la historia de Cataluña en estos últimos 35 años. Conciertos, eliminación del nocturno, deslumbrasmieno pueril ante las nuevas tecnologías de información, contratos con Microsfot, la LEC privatista, largo etc.

Una anécdota. Siendo conseller fue a un instituto cercano al Arco del Triunfo de Barcelona. Visitó una clase de 4º de ESO y preguntó por la vía que querían seguir los estudiantes al acabar sus estudios obligatorios. Dos estudiantes, ambas mujeres, recién llegadas a Cataluña, le dijeron que querían cursar bachillerato. Don EM les quiso quitar esa «absurda» idea de la cabeza. Era poco práctica. Para ellas era mucho mejor estudiar ciclos. Por lo de la inserción laboral. Los ciclos no son tan «teóricos».

Don EM preside un grupo de amigos, ellos hablan de Partido, llamado «Nova Esquerra Catalana.» ¿Nova? ¿Esquerra?

V

No son palabras mías. Son de Manel Delgado.

No debemos equivocarnos señalaba en una nota en su blog el pasado 21 de abril. Los principales enemigos no son el neofranquismo del Partido Popular, ni los ultranacionalistas españoles de Ciutadans o UPyD, «patètics i descarats» añade el profesor de la UB. El peor enemigo, el más peligroso, «perquè és el més subtil», porque no lo tenemos delante sino a nuestro lado, es el esencialismo racista de una «part important del nacionalisme català», con el que, añade en reflexión muy discutible, solo por tacticismo y mientras dure la actual fase histórica podemos mantener, estando muy atentos, un vínculo permanente.

¿Eso con el peor enemigo, con el más peligroso? ¿Y qué sentido tiene esa marcha en común?

VI

Hablemos de nuevo de don Félix Millet, el ex Presidente de la Fundación Orfeó Català-Palau de la Música, una de las instituciones culturales más apreciadas en Catalunya, con conocidas relaciones con CDC.

A instancias de la Sindicatura de Comptes, el Departamento de Economía de la Generalitat de Catalunya inspeccionó en 2007, durante el segundo gobierno PSC-ERC-ICV-EUiA la contabilidad del Palau y del Orfeó sin que el interventor encontrara ninguna irregularidad. Curioso.

Sin embargo, la Agencia Tributaria (que no depende del gobierno de la Generalitat) tenía sus sospechas: «ordenó una inspección fiscal y sí que encontró irregularidades, llevando el caso a la Fiscalía del Tribunal Superior de Justicia de Catalunya y a la Oficina Antifraude». Así se inició el caso del Palau de la Música, el caso Millet. Los inspectores de Hacienda comenzaron a inspeccionar la contabilidad requiriendo a Montull, el director administrativo de la Fundación, el amigo de Millet, que proveyera toda la información que fuera necesaria.

Casi dos años más tarde, 23 de junio de 2009, se hizo un registro del edificio y de la sede del Palau (la mayoría de fondos son fondos públicos: Generalitat, Ayuntamiento de Barcelona, Ministerio de Cultura). Nadie sospechaba que Millet, «el gran benefactor altruista de la cultura y de las artes» (Navarro dixit), estuviera en el centro de uno de los mayores fraudes y latrocinios que hayan existido en Catalunya y, en general, en toda España. Se tardaron otros tres años más «para que el juez instructor inspeccionara las propiedades del este señor, incluyendo su espectacular torre del Vallès.»

Además de esa propiedad, Millet tiene un piso de 267 metros cuadrados en el Eixample (seis habitaciones y tres baños), un piso en la Calle Major de Sarrià de 150 metros cuadrados con tres plazas de parking, un chalet en la Vall d’Aran con 5 hectáreas, un apartamento en la Villa Olímpica con amarrador privado en el puerto, 3 propiedades rústicas en Menorca y una finca de verano en Cala Fornells. Puesto que la gran mayoría de fondos del Palau son públicos acaso se pueda «concluir que el origen de toda esta propiedad es el dinero público que la ciudadanía paga con sus impuestos.»

Millet, uno de los máximos exponentes de la burguesía catalana, excelente conocedor de cómo funciona lo que se llama la alta sociedad catalana en palabras de V Navarro, «es quien afirmó que la gobernanza de Catalunya la llevaban 400 familias.»

Este caso señala cómo funciona esta alta sociedad y su parasitismo del Estado. Es de nuevo Navarro quien habla. «Esta burguesía está claramente entrelazada con el Estado (tanto central como autonómico y municipal), de cuyo usufructo viven. Desde las autopistas al Palau, este entramado es lo que representa el establishment conservador catalán, corrupto hasta la médula. Y esta relación ha estado siempre ahí, heredera de las relaciones y estructura de la dictadura, donde la corrupción era crónica, corrupción que la democracia no eliminó y que en España se da constantemente, con escandalosa impunidad.»

VII

Alguien tan prudente políticamente como el escritor Ignacio Vidal-Folch escribía el pasado martes 22 de abril de 2014 «al excelentísimo señor Fernando Grande-Marlaska» pidiendo «indulgencia para los procesado por el Parlament.

El castigo que reclaman el colectivo Manos Limpias, el Govern de la Generalitat de Cataluña, el Parlamento catalán y la fiscalía, señala Vidal-Folch, para los veinte jóvenes acusados -¡entre ocho y tres años de prisión!- «no solo es clamorosamente desproporcionado con los hechos sino que avergüenza y repugna a nuestro sentido de la humanidad».

Algunas de las razones esgrimidas:

1. Los delitos o faltas cometidos -increpar a los parlamentarios, impedirles el acceso al Parlament- no son tan graves. ¡No mataron, ni hirieron, ni atracaron, ni magullaron a nadie!

2 Los acusados ya no constituyen ningún peligro.

3 . Los diputados de ICV y EUiA («que demostrando ser dos personas decentes) han retirado la acusación.

4 ¡Siete años de cárcel! ¿Nos hemos vuelto locos? «¿Tienen una noción aproximada esos Pilares de la Sociedad y Encarnaciones de la Voluntad del Pueblo de lo que significa?»

5.Que algunos de los testigos de la acusación declaren por videoconferencia, como el president Mas, y no pisen la sala donde los acusados con la espada de Damocles suspendida sobre sus cabezas, «asisten, sentados en el banquillo, a las deliberaciones sobre cómo pasarán el resto de su juventud, si en libertad o cautivos, no dudo de que sea un procedimiento legal y tiene su justificación». Pero «suena a falta de gallardía, suena a fariseísmo, presenta una plasticidad propia de cualquier siniestra película de ciencia-ficción tipo Brazil (excelente filme de Terry Gilliam) y desacredita estéticamente a la acusación.

  Por un lado, unos jóvenes desempleados e impecunes, sin perspectivas de un futuro estimulante, señala Vidal-Folch, a los que se les recomienda paciencia y barajar o que se vayan a aprender inglés fregando platos en Londres (el consejo emitido por el conseller Mena o uno de sus ayudantes en el Parlament) «!Algunos en la flor de la juventud, vehementes en su indignación o en su desesperanza, de la que, quizá con algún que otro motivo, responsabilizan a la clase política. ¿Se excedieron? Seguro; pero a mí, señor juez, me recuerdan cuando yo creía en la posibilidad de mejorar el mundo e iba también a las manifestaciones contra el régimen anterior: ¡Me caen muy simpáticos!» ¿Y a ustedes? A mi también.

VIII

Artur Mas ha encargado a Òmnium Cultural, TV3, CiU, UGT y CCOO que expliquen a los immigrantes «el procés de transició nacional». El nuevo plan de la Generalitat para la immigración establece un «programa de sensibilització i informació a la població immigrada per donar a conèixer el procés de transició nacional» con el objetivo de conseguir «la implicació de tots els sectors de la població en el procés de decisió sobre el futur polític de Catalunya».

El reto de decidir, conjuntamente, si Catalunya se ha de convertir en un Estado independente se considera una oportunidad única para «la cohesió nacional», se afirma en el documento.

Organizaciones que dicen ser sindicatos y obreros, ¿tienen que participar en un proceso identitario de transición nacional que esconde una lucha despiadada por el poder? ¿Acaso eran fuerzas independentistas y nosotros no teníamos ni idea? ¿No se ha hablado siempre, no han hablado siempre de sindicalismo confederal? ¿Dónde se impartirán los cursos de adoctrinamiento nacionalista? ¿En la escuela que lleva el nombre de un filósofo gramsciano, de un comunista internacionalista, nunca independentista ni nacionalista, llamado Manuel Sacristán?

Salvador López Arnal es miembro del Front Cívic Somos Mayoría y del CEMS (Centre d’Estudis sobre els Movimients Socials de la Universitat Pompeu Fabra, director Jordi Mir Garcia)

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.