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Obligando al odio a rendirse

Fuentes: En Lucha

Por su carácter popular, el folk siempre ha tenido un elemento político y a finales de la década de los 30 el joven Pete Seeger entró en el mundo de la música habiendo absorbido influencias de todas partes, pero sobre todo de Woody Guthrie y Leadbelly. Ellos, con varios otros, formaron los Almanac Singers para […]

Por su carácter popular, el folk siempre ha tenido un elemento político y a finales de la década de los 30 el joven Pete Seeger entró en el mundo de la música habiendo absorbido influencias de todas partes, pero sobre todo de Woody Guthrie y Leadbelly.

Ellos, con varios otros, formaron los Almanac Singers para interpretar canciones de lucha y solidaridad. Mientras que la guitarra de Guthrie fue adornada con las palabras «esta máquina mata fascistas», el banjo de Seeger llevaba la leyenda «esta máquina rodea al odio con el amor y le obliga a rendirse».

Pete se unió al Partido Comunista, que en ese momento en los EEUU tenía una afiliación masiva y durante todas las décadas de 1930 y 1940 el partido trató de utilizar su Frente Cultural para promover el arte popular de izquierdas a escala masiva.

En los años 50 incorporaron a Seeger en la lista negra y luego le llevaron a declarar ante el Comité de Actividades Antiamericanas del senador Joseph McCarthy. Desafió al comité y trató de cantar para ellos, consiguiéndose así una condena de doce meses en la cárcel.

Durante las próximas décadas, el movimiento de los derechos civiles y la oposición a la guerra en Vietnam constituían la columna vertebral del movimiento folk político. Seeger cantó en mítines organizados por Martin Luther King y otros en el sur segregado. Quizá la más famosa de todas las canciones asociadas con Seeger, We Shall Overcome, comenzó como canción espiritual afroamericana y más adelante apareció en los piquetes durante una huelga en Carolina del Sur.

A pesar del descenso de las luchas en los años 70 que se vio reflejado en el folk, Pete nunca dejó la militancia. Fue un pionero del ecologismo y ya con más de 90 años participó en el movimiento Occupy. Los ideales de su música perduran tan bien como su espíritu luchador.

En 1995 el album «The Ghost Of Tom Joad» de Bruce Springsteen revisitó esas canciones de solidaridad, comparando el racismo contra la inmigración mejicana actual, con la hostilidad hacia la de 60 años antes. En un clima de guerras, crisis y protestas la relevancia de Seeger no se perdió en Springsteen. Tampoco debe perderse en las nuevas generaciones de rebeldes.

Sam Robson es militante de En lucha / En lluita

Fuente:http://enlucha.org/diari/obligando-al-odio-a-rendirse/#.U41kdy94wgM