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Observaciones sobre las (terceras) conclusiones de Julio Anguita (I)

Fuentes: Rebelión

Entre nosotras y ahora que nadie nos lee ni oye: el compañero Julio Anguita [JA] ha tenido un subidón, un auténtico subidón, con su tercera aportación. «A propósito de Cataluña: Razonemos (y III)» [1] es el título de esta última intervención (por ahora tal vez) de JA sobre el tema-monotema Apareció en el blog del […]


Entre nosotras y ahora que nadie nos lee ni oye: el compañero Julio Anguita [JA] ha tenido un subidón, un auténtico subidón, con su tercera aportación.

«A propósito de Cataluña: Razonemos (y III)» [1] es el título de esta última intervención (por ahora tal vez) de JA sobre el tema-monotema Apareció en el blog del Colectivo Prometeo, una página que mi compañera lee con agrado y tomando notas. Yo no puedo; no doy más de mí. Una no llega a todo lo que quisiera.

Como las mujeres no tenemos tiempo para textos largos-muy-largos, divido mi aportación en dos partes. Las dobles (o triples) jornadas tienen eso: muchas tareas y poco tiempo-

JA abre con dos citas, una de Bosch i Gimpera y otra de Pierre Vilar. Son estas: » España complejo político-nacional, que no ha encontrado todavía la fórmula de equilibrio y de una organización estabilizada». Vale, de acuerdo, no es el únic o Estado europeo en estas circunstancias pero la situación sigue siendo esa, aunque no, desde luego que no , por ninguna jugarreta perversa de la Naturaleza o por alguna maldición divina. Hay fuerzas sociales que navegan en el sentido del desorden. Lo de complejo político-nacional puede ser una descripción acaso no del todo inocente; lo dejo .

La segunda cita , la del gran historiador francés, maestro de muchas de nosotras: «España libra siempre contra su pasado una batalla íntima, ansiosa, con crisis violentas». Debe mos, debe ríamos superar esa situación aunque en ocasiones, hay motivos para ello, no son ilusiones ópticas, cabe mirar y vivir nuestro pasado con dolor, con mucho dolor. Sobre todo si se es mujer trabajadora . JA explica la elección de las citas:

He querido encabezar la tercera entrega de la serie con las reflexiones de un profesor y político catalán exiliado a Méjico a causa del franquismo, y la de un historiador e hispanista francés que tanto y tan bien conocía nuestra Historia. ¿El motivo?, inducir a la consideración de que un problema objetivo y multisecular, el encaje de los territorios del Estado Español, solamente se puede abordar con paciencia, diálogo y voluntad de entender al otro. Y si ello no es posible tras un proceso de participación múltiple de interlocutores e intereses con reglas de juego claras, se impone el ejercicio del Derecho de Autodeterminación. Creo que en el caso de la relación España-Cataluña ese proceso con variedad de interlocutores e intereses y reglas de juego claras, no ha tenido lugar.

Una no acaba de entender el uso de Estado español en este contexto ni la apelación al derecho de autodeterminación, derecho que Cataluña no tiene en mi modesta opinión (al final hay un apunte) aunque sí se puede pensar en algún otro tipo de consulta o referéndum para el conjunto de España o para Cataluña en términos adecuados y no secesionistas. Pero en cambio sí que una suscribe el procedimiento al que alude JA: paciencia, diálogo y voluntad de entender al otro, y reglas claras que sean respetadas. Por todas las partes… aunque no es nada fácil.

También ha movido a JA una consideración sobre «los sentimientos, las identidades colectivas y las ideas-mitos que, exacerbadas o no, manipuladas o no, pretenden constituirse o pretenden que se constituyan en el cemento casi único de cohesión en una sociedad dada». No está mal, nada mal su comentario. A lo que añade:

Decía Levy Strauss que el mito se organiza de tal manera que se constituye por sí mismo como contexto. Y cuando eso ocurre o hacen que ocurra, España y Cataluña se convierten en referencias sentimentales y abstractas despojadas de toda vinculación con élites, grupos, colectivos e intereses de clase.

Tampoco está nada mal el paso. En el caso de Cataluña, no digo que no lo sea en el caso de España (aunque creo que menos en estos momentos, en septiembre de 2017), es de manual: referencia sentimental y abstracta despojada de toda vinculación con intereses de clase y de sector. Cataluña somos todos (no todas) y es la pàtria del nostre cor.

Quién o quiénes hablan de España y Cataluña en cada momento histórico, se pregunta JA. En mi opinión, muchas historiadoras e historiadores. De aquí y de allí. Quién o quiénes dicen representar los intereses globales de ambas entidades. En el caso de .Cat, todas -todas es todas- las fuerzas secesionistas sin excepción. En exclusiva. Su referencia a Cataluña es permanente desde hace 40 años o muchos más según se mire. La exCDC es un caso de manual. Y no se trata, desde luego, «de elucidar la representación jurídico-institucional formal sino la realidad material que la sostiene». Mariano Rajoy, Carles Puigdemont y lo que ambos políticamente representan, sostiene JA, «son ya totalmente esclavos de sus palabras y de la cadena de procesos que, pacientemente en un caso, alocadamente en el otro, han puesto en marcha». Vale, por fin, ambos, también Puigdemont, también el secesionismo catalán en sus diferentes variantes, al igual que sus aliados. Vale la pena remarcarlo porque la izquierda tiende a olvidarse muchas veces de este nudo. Quien dice Puigdemont, insisto, dice sus aliados fieles: ERC, la CUP y sus prolongaciones organizativas: OC y ANC. Y más grupos tal vez. La lucha contra el gobierno PP no nos debe haber olvidar cosas básicas.

No sólo eso. Ambos, señala JA con toda razón, están haciendo posible que los numerosos corruptos de cada una de sus huestes respiren muy tranquilos, «que algunos tribunales, liberados de la presión mediática y ciudadana, puedan emitir sentencias que en otros momentos serían escandalosas, que los profundos y lacerantes problemas sociales que afectan tanto a Cataluña como a España (al resto de España debería hacer escrito JA) se eclipsan ante el vórtice de crispaciones y visiones unidimensionales». Aplausos, aplausos, más aplausos. El asunto es esencial: el eclipse de lo social, tal como apuntó hace años el conseller, que sigue siéndolo, Santi Vila. La Patria, la nación, lo tapa todo. Todo por ella.

Con una diferencia en mi opinión que conviene no olvidar: nadie en España que tenga conciencia de izquierdas, por demediada que sea, sigue engañado, si lo ha estado alguna vez, por el discurso de justificación del PP. No puede decirse lo mismo en el caso de .Cat. PDCat, parte sustantiva de Junts pel Sí, acaso el partido más corrupto y manipulador, siempre cubierto de banderas, de la historia de Cataluña, gobierna con el apoyo, no de la derecha, sino de fuerzas que se dicen de centro izquierda y de izquierda radical, y con el olvido -incomprensible por mucho que una se empeñe- de temas sustantivos por parte de organizaciones que se dicen de izquierdas y que, por ejemplo, llaman a movilizarse este próximo 1-O, al lado de Mas, Pujol, Mas Colell, Boi Ruiz y Felip Puig, apelando a derechos inexistentes y a la opresión, inexistente, del pueblo de Cataluña, dejando aparte que consideremos erróneos las últimos actuaciones del gobierno Rajoy (que nadie aplaude con entusiasmo).

Pareciera como si éste fuera, objetivamente, el problema que afecta a la mayoría social de aquí y de allá, sigue señalando con razón JA. Los medios de comunicación-intoxicación afectos a cada parte, «se abren a insultos, descalificaciones y generalizaciones sobre los lugares comunes más manidos. La red comienza a ser un vomitorio de histerias con ribetes fascistoides y guerracivilistas». Para unos, recuerda JA, que son muy pocos (y sin apenas público) hay que añadir a continuación, «Cataluña debe ser bombardeada y arrasada», y para otros, que son casi todos en el mundo secesionista, «España nos roba y expolia desde hace siglos. Cerrazón agresiva y victimismo ofuscante». Con ejemplos clamorosos:

Los dicterios y las soflamas han velado casi totalmente la noticia de los 60.600 millones de euros que la banca ha succionado del dinero público. Ahí sí que hay materia para hablar de robo como en la Gürtel, la Púnica, el 3% de comisiones o la fortuna del ex -molt honorable.

¿Dónde hay que firmar? Mi compañera y yo vamos a hacer cola toda la noche.

Faltan pocos días y cada uno de los contendientes intentará, sostiene JA, «a través de discursos, tópicos patrióticos y radicalidad, que esos días vayan engrosando la carne de cañón para el día 1 de octubre. Y siguientes días, porque el conflicto, larvado o explícito seguirá socavando las esperanzas de un marco de entendimiento generalizado para todo el Estado». Para toda España y para Cataluña. Ni que decir tiene que los discursos patrióticos, hablo de estos discursos, abundan por millares aquí en Cat. Y no solo los discursos sinos la simbología. La bandera de la Cataluña secesionista, la estelada con estrella azul o roja, una bandera que quieren que sea símbolo de su Cataluña, la única posible y admisible en su opinión, la que vale la pena, ondea por doquier, incluso en patios y aulas universitarias, por no hablar de campos de fútbol (la declaración nacionalista de la multinacional Barça-exQatar es vergonzosa) donde la unión pasión futbolera-patria excluyente es explosiva.

«Qué realidad económico-social y política vela el enfrentamiento» se pregunta el autor. La sabemos, hemos hablado de ella.

En junio de 1977, nos recuerda JA, las candidaturas de las fuerzas políticas reputadas de izquierda (PSOE, PSUC y ERC) obtuvieron 24 de los 47 diputados que Cataluña aportaba a las Cortes. El Gobierno Suárez comenzó a prever un triunfo de la izquierda en unas posibles y futuras elecciones en un marco estrictamente catalán. En su opinión, «el regreso de Tarradellas (ex-President de la Generalitat en el exilio), auspiciado por el propio Adolfo Suárez, fue la preparación de la respuesta a la tan temida posibilidad electoral». No digo que no, es posible, pero no lo sé con seguridad.

La descripción de JA de lo sucedido tras el regreso de Tarradellas la formula así. Tras la Presidencia de Tarradellas en el gobierno preautonómico catalán (1977- 1980), ha habido en Cataluña once elecciones al Parlament. En ocho de las mismas CiU ha sido el partido más votado, alcanzando la mayoría absoluta en tres ocasiones. El resultado final ha sido que Pujol (el defraudador que se hizo llamar molt honorable) ha sido investido Presidente en seis ocasiones (24 años de mandato afirma, un poco menos realmente). El PSC ha sido el partido más votado en 1999 pero la Presidencia la alcanzó Pujol (por la ley electoral -¡española!- no proporcional). En 2003 volvió a ganar y fue electo President Pasqual Maragall (por el apoyo de ERC, que les costó lo suyo, y luego s epagó con creces). En 2006 ganó CiU pero fue electo José Montilla con el apoyo del tripartito: PSC, ICV y ERC. En 2015 ganó las elecciones Junts pel Sí, siendo electo President Artur Mas que fue sustituido por Carles Puigdemont.

Antes hubo otras elecciones: 2010, 2012. Pero no es esencial ahora. En 2015, recordemos, intentaron una apuesta plebiscitaria y perdieron. Pero no reconocieron su derrota. De eso nada. Transformaron una derrota de votos en una mayoría parlamentaria con el vergonzoso apoyo de una izquierda que se dice transformadora y radical que reconoció su derrota la noche de las elecciones. Luego, si te vi, no me acuerdo.

Lo dejo aquí por el momento. Una no quiere extenderse y agotar. Una segunda parte en los próximos días.

PD. Sobre cosas comentadas en escritos anteriores, vale la pena recordar algunas observaciones de Joaquim Bosch, el portavoz territorial de Jueces para la Democracia en el País Valenciano (http://www.rebelion.org/noticia.php?id=231909).

Sobre el derecho de autodeterminación:

El derecho internacional en materia de autodeterminación no resulta aplicable a Cataluña. Se refiere a supuestos de colonias en relación con los imperios, en su momento, y a supuestos en los que se ha producido una invasión militar o graves violaciones de los derechos humanos. Los organismos internacionales no han aceptado en ningún supuesto que se pueda ejercer -de manera unilateral- el derecho de autodeterminación en un país democrático, lo hemos visto en el caso de los antiguos países del bloque del Este, o en los vinculados a la antigua Yugoslavia.

Sobre Kosovo y Cataluña:

Me parece muy claro que no tenía ninguna relación con la actual situación de Cataluña. Kosovo pretendía separarse de un Estado como Serbia, que no respetaba sus derechos más básicos. Y además llevaba muchos años bajo la administración de las Naciones Unidas. Pero que no se pueda utilizar esta doctrina internacional no significa que no se pueda ejercer en los países democráticos el derecho a la autodeterminación.

Sobre la existencia de presos políticos en .Cat:

Creo que las personas detenidas [ya están en libertad] no han sido privadas de libertad por tener unas ideas políticas. De hecho, hay millones de personas que defienden esas ideas en Cataluña y no han sido privadas de libertad, sólo ha ocurrido con aquellas a quienes se les imputa un delito de desobediencia. Además si cuando se levante el secreto de sumario se observa que ha habido alguna desproporción en la actuación del juez, el sistema de recursos permitirá revisar esa decisión.

Sobre el referéndum del 1-O:

Este referéndum se quiere celebrar con un proceso «exprés», mediante un procedimiento parlamentario que no ha respetado los trámites necesarios y sin tiempo suficiente para que la gente pueda reflexionar sobre lo que gana y pierde con la independencia. Pero esto no implica que no pueda celebrarse otro tipo de consulta, a través de las reformas necesarias.

Nota

[1] http://www.elviejotopo.com/topoexpress/a-proposito-de-cataluna-razonemos-iii/

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso de la autora mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.