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Occidente acentúa y facilita la masacarada de Turquía con DAESH

Fuentes: www.sanchopanza.net

Si se examina el período que va de la matanza de Suruç el lunes 20 de julio a los bombardeos turcos del lunes 27 en los pueblos de Zor Mixar y Tel Findir (Rojava, Kurdistán sirio), podemos decir que el régimen islamo-derechista de Ankara ha bordado su trabajo. En Suruç, los jóvenes progresistas turcos de […]

Si se examina el período que va de la matanza de Suruç el lunes 20 de julio a los bombardeos turcos del lunes 27 en los pueblos de Zor Mixar y Tel Findir (Rojava, Kurdistán sirio), podemos decir que el régimen islamo-derechista de Ankara ha bordado su trabajo.

En Suruç, los jóvenes progresistas turcos de diferentes partidos, que se disponían a cruzar la frontera para respaldar a la revolución democrática kurda de Kobanê, fueron golpeados sin miramientos por un atentado que, es necesario recordarlo, sigue sin ser reivindicado oficialmente por el autoproclamado Estado Islámico.

Justo una semana más tarde, como un aniversario, el lunes 27 de julio, la aviación militar turca, esto es, de un país miembro de la OTAN, bombardeaba los pueblos kurdos de Zor Mixar y Tel Findir, situados al oeste y al este de Kobanê, dependientes de esa capital y también puestos clave estratégicos para la defensa de la emblemática ciudad frente a los fascistas de Daesh.

Un examen detallado de los puntos de la región afectados revela numerosos datos pertinentes, como la proximidad entre las localidades bombardeadas por los turcos, y el hecho que Zor Mixar es un lugar simbólico en la defensa de Kobanê. Fue allí donde las Unidades de Protección del Pueblo (YPG), el Ejército de Rojava, infligió a Daesh hace once meses una derrota de alto valor, para vengar la matanza de cientos de civiles por los fascistas.

Por otra parte, la zona tampón y de no-sobrevuelo que Estados Unidos habría concedido al régimen turco, con el supuesto objetivo de impedir el tránsito de reclutas, de armas y de suministros para Daesh, se encuentra en realidad entre dos comarcas de Rojava, las de Kobanê y Efrin.

Como ya analizamos en nuestro precedente artículo, esa justificación oficial de la zona tampón aguanta como fachada, pero lo clave es que permitirá una presencia masiva de fuerzas turcas y, llegado el momento, una invasión del Kurdistán sirio.

Zona-tampón y zona-colador

La prueba definitiva sobre la existencia de esas intenciones reales de Ankara viene de nuevo de la observación de los mapas de Estado mayor. Si el objetivo turco fuera impedir el paso de armas y de yihadistas fascistas venidos del mundo entero (muchos desde Francia y Túnez) habría puesto el acento, y atraído la atención mundial, también hacia otra región particular de su frontera con Siria: la provincia de Hatay, en el tramo extremo occidental, una región cuya población cuenta con un elevadísimo porcentaje de refugiados sirios, y cuya capital, Reyanly, es un centro neurálgico no sólo de Daesh, sino también otros grupos islamo-fascistas activos en Siria.

Según informaciones obtenidas por el diario de referencia de centro-izquierda turco, ‘Cumhuriyet’, fechadas el 11 de junio de 2015, activistas del autoproclamado Estado Islámico procedentes de Siria transitarían por esa ciudad turca para llevar armas, por territorio turco, al norte de Siria, a lo largo de la frontera, hasta Akçakale, muy al este.

Y ello por la simple razón que no lograban hacer llegar armas a ese punto de la zona de combates (frente a Akçakale) llegando desde el sur, por Siria: Allí no conseguían romper las defensas sur de las Unidades de Protección del Pueblo (YPG) y de las Unidades de Protección de la Mujer (YPJ), éstas últimas íntegramente compuestas por mujeres, que representan aproximadamente el 40% del efectivo militar total del Ejército de Rojava.

El muy respetable periódico de referencia turco –que se atrevió a publicar en enero de 2015 las celebérrimas caricaturas de Charlie Hebdo– añade que esos convoyes de armas por Turquía para Daesh contaron con protección de los servicios secretos turcos, quienes habrían llegado en ocasiones incluso a fletar autobuses para que los candidatos a la yihad puedan pasar sin armar demasiada polvareda ni líos.

Nada indica que este tipo de operaciones sea excepcional.

Es de notar que, de momento, Ankara no ha manifestado a sus aliados del ‘Campo de la Libertad’ su deseo de extender la zona supuestamente de seguridad a las regiones donde predominan los simpatizantes de Daesh u otros grupos fascistas, y donde los ejércitos kurdos no están presentes.

Resulta cuando menos extraño que una organización como la OTAN, y sus principales países miembros, dotados de los medios de observación militar más sofisticados del planeta, y de los analistas mejor preparados y pagados, no hayan caído en la cuenta y lanzado la alerta. Quizá es que como los planes estaban previstos desde antes de los ocho días fatídicos, ningún analista haya tenido tiempo de mirar un mapa.

Entre tanto, es necesario preguntarse:

¿Quién sigue peleando contra DAESH?

Turquía no ha efectuado, que se sepa, ni un sólo ataque contra el grupo fascista EI desde que llevara a cabo los primeros golpes, de carácter simbólico, el viernes 24 de julio. Pero eso sí, sigue prometiendo que se sumará a los ataques del Campo de la Libertad… la próxima vez.

Lo que no son promesas, y sí realidad material, son las detenciones de los militantes de izquierda –kurdos o no– en Turquía. Al menos 900 personas acusadas de pertenecer a Daesh, pero sobre todo al Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK) u otros de izquierda real, están entre rejas.

El Ejército de Rojava, tras un mes de asedio militar, ha logrado retomar el control de la ciudad siria de Sarrin, a orillas del Eufrates, con apoyo de sus aliados del Burkan Al Firat, una unidad con elementos del Ejército Sirio Libre y de las YPG. Esas fuerzas, las únicas que combaten a Daesh sobre el terreno, contaron con apoyo de una cobertura aérea norteamericana.

Sin entrar a analizar lo que pueden significar los ataques turcos contra las posiciones del PKK en Irak –son sólo indicios de la dirección que toma la política de Ankara–, lo urgente es empezar a pedir cuentas al régimen de Erdogan en cuanto a sus compromisos contra Daesh, si afirma que hay compromisos de verdad.

A la espera de esas cuentas, a la espera de saber exactamente qué hace Ankara contra la milicia islamo-fascista, cabe interrogarse sobre cuál pudiera ser el sentido del puño y letra del presidente François Hollande.

Comunicado de la Presidencia de la República Francesa - Erdogan

Después de haber escrito felicitaciones a Turquía por su «acción vigorosa» en un comunicado oficial, afirma que es necesario profundizar la excelente cooperación entre París y Ankara en ese combate común.

Fuente original: http://www.sanchopanza.net/num3/kobane/Carol-02/Occidente-mascarada-Turquia-Daesh-bombardeo-kurdos-20150729.htm