Hay mucha ambigüedad en torno al supuesto ataque con armas químicas en Douma que se dice que tuvo lugar el sábado por la noche, pero hay algunos asuntos que están claros. En primer lugar, los informes están «sin verificar», de acuerdo con The Wall Street Journal [1] y el Ministerio de Asuntos Exteriores británico [2] […]
Hay mucha ambigüedad en torno al supuesto ataque con armas químicas en Douma que se dice que tuvo lugar el sábado por la noche, pero hay algunos asuntos que están claros.
En primer lugar, los informes están «sin verificar», de acuerdo con The Wall Street Journal [1] y el Ministerio de Asuntos Exteriores británico [2] y no están confirmados, según el Departamento de Estado de EE. UU. [3]. Lo que es más, The New York Times señaló que «no fue posible verificar de forma independiente los informes», [4] mientras que The Associated Press agregó que «los informes no se pudieron verificar de manera independiente». [5]
En segundo lugar, según The Wall Street Journal, no está «claro quién llevó a cabo el ataque» [6] suponiendo que se llevase a cabo.
En tercer lugar , las «fotos y videos no verificadas» [7] que forman el cuerpo de pruebas (no verificadas) fueron producidas por dos grupos que tienen interés en fabricar atrocidades para atraer a los Estados Unidos más profundamente hacia el conflicto sirio. Ambos grupos, White Helmets y Syrian American Medical Society, son financiados por los gobiernos occidentales [8], que abiertamente buscan un cambio de régimen en Siria y por lo tanto tienen un interés en producir un pretexto humanitario para justificar intensificar su intervención en el país. Los White Helmets y Syrian American Medical Society financiados por el gobierno occidental están aliados con yihadistas antigubernamentales y solo están activos «en áreas controladas por la oposición». [9] Ellos también son claramente partes interesadas.
En cuarto lugar, The New York Times reveló indirectamente una posible motivación para que los dos grupos presentaran historias inventadas de atrocidades. «Un nuevo ataque químico confirmado en Siria», señaló el periódico, «plantearía un dilema para el presidente Trump, quien … dijo recientemente que quiere sacar a los Estados Unidos de Siria». [10]
Las recientes reflexiones de Trump sobre el fin de la ocupación militar estadounidense de casi un tercio del territorio sirio, incluidos los campos petrolíferos más ricos del país, fueron respondidas rápidamente por la oposición del Pentágono, liderada por el secretario de Defensa de Estados Unidos, Jim Mattis. El presidente de Estados Unidos aceptó a regañadientes una ocupación continua, siempre y cuando termine en cuestión de meses en lugar de años.
La fabricación de una atrocidad presionaría a Trump para mantener la ocupación estadounidense indefinidamente y posiblemente escalaría la intervención militar estadounidense en Siria, para el placer de los insurgentes islamistas, sus aliados de los Cascos Blancos y la Sociedad Médica Sirio-Estadounidense, y los planificadores de guerra estadounidenses.
Si esa es la intención, la maniobra parece haber tenido éxito. Trump reaccionó en Twitter ante los informes no verificados (y no verificables), deshumanizando al presidente sirio Bashar al Assad como un «animal», quien el presidente estadounidense dijo que era responsable de un «desastre humanitario sin ningún motivo». Que el Departamento de Estado de EE.UU. reconociera que los informes no estuviesen confirmados no pudieron contener al «vaquero» Trump.
Quinto, un ataque químico del gobierno sirio sería manifiestamente contraproducente y, por lo tanto, parecería muy improbable. El ejército árabe sirio está en la cúspide de una victoria casi inevitable en Ghouta oriental. ¿Por qué anularía sus progrescos al darle a los Estados Unidos un pretexto para continuar su intervención militar en Siria, después de que Trump señalara su intención de retirar las tropas estadounidenses?
Sexto, es difícil concebir algún beneficio militar para el Ejército Árabe Sirio por el hecho de desplegar armas químicas. El ejército sirio tiene formas de destrucción más letales que el uso de agentes químicos, cuyos efectos son impredecibles y generalmente de pequeña escala. En todos los supuestos incidentes de ataque químico en Siria, el número de víctimas reclamadas es siempre menor que el que podría producirse fácilmente mediante ataques aéreos y artillería. ¿Por qué, entonces, el gobierno sirio usaría armas químicas relativamente ineficaces, creando un pretexto para la intervención continua de Estados Unidos, cuando podría usar armas convencionales más letales, sin cruzar una línea roja?
Séptimo, gran parte del discurso sobre las armas químicas en Siria presupone implícitamente que el gobierno sirio las tiene, a pesar de que el país cooperó con la Organización para la Prevención de Armas Químicas para eliminarlas hace años.
Finalmente, las denuncias de uso de armas químicas se realizan rutinariamente contra el gobierno sirio, y mientras que, a través de la repetición, se han transfigurado en verdades recibidas, todas han demostrado no ser verificadas. Jim Mattis reconoció esto en una conferencia de prensa el 2 de febrero.
«P: Solo me aseguro de oírle correctamente, ¿está diciendo que cree que es probable que lo hayan usado y est á buscando la evidencia? ¿Es eso lo que dijo?
Secretario MATTIS: … No tenemos pruebas de ello … estamos buscando evidencia de ello ….
P: ¿Entonces la probabilidad no era la suya? ¿No la está caracterizando como una probabilidad? Pensé que lo usé, utilizó esa palabra; Supongo que le malentendí.
Sec. MATTIS: Bueno, ciertamente hay grupos que dicen que lo han usado. Y entonces piensan que hay una probabilidad, entonces estamos buscando la evidencia.
P: Entonces, existe evidencia creíble de que tanto el sarín como el cloro –
Sec. MATTIS: No, no tengo la evidencia, no específicamente. No tengo la evidencia. Lo que estoy diciendo es que otros grupos en el terreno, organizaciones no gubernamentales, luchadores en el terreno han dicho que se ha usado sarin. Entonces, estamos buscando evidencia. No tengo evidencia, creíble o increible. [11]»
La ausencia de evidencia no es evidencia de ausencia, pero tampoco es evidencia de culpabilidad. La completa falta de pruebas, junto con un contexto político que favorece la producción de acusaciones espurias, sugiere que las últimas declaraciones de armas químicas son, como todas las que les han precedido, dudosas en el mejor de los casos.
Notas
1. Raja Abdulrahim, «Dozens killed in alleged chemical-weapons attack in Syria,» The Wall Street Journal, April 8, 2018.
2. Ben Hubbard, «Dozens suffocate in Syria as government is accused of chemical attack,» The New York Times, April 8, 2018.
3. Hubbard.
4. Hubbard.
5. Zeina Karam and Philip Issa, «Syrian rescuers say at least 40 people killed in eastern Ghouta has attack,» The Associated Press, April 8, 2018.
6. April 8.
7. Abdulrahim, April 8.
8. Raja Abdulrahim, «Syria airstrikes hit hospitals in rebel territory,» The Wall Street Journal, February 5, 2018; Louisa Loveluck and Erin Cunningham, «Dozens killed in apparent chemical weapons attack on civilians in Syria, rescue workers say,» The Washington Post, April 8, 2018.
9. Abdulrahim, April 8; Abdulrahim, February 5.
10. Hubbard.
11. Media Availability by Secretary Mattis at the Pentagon, Secretary of Defense James N. Mattis, Feb. 2, 2018, https://www.defense.gov/News/Transcripts/Transcript-View/Article/1431844/media-availability-by-secretary-mattis-at-the-pentagon/
Traducido aespañol por Investig’Action
Fuente: Investig’Action