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¡Somos parte del 99% del mundo que anhela libertad, justicia y derechos iguales!

¡Ocupad Wall Street, no Palestina!

Fuentes: www.bdsmovement.net

Si un pueblo desea vivir, el destino debe responder a su llamada y la noche debe desvanecerse y las cadenas romperse Abou-Al-kacem El-Chebbi (Túnez) Palestina ocupada, 13 de octubre de 2011. El Comité Nacional Palestino para el Boicot, Desinversión y Sanciones (BNC, en sus siglas en inglés), la mayor coalición de la sociedad civil palestina […]


Si un pueblo desea vivir, el destino debe responder a su llamada

y la noche debe desvanecerse y las cadenas romperse

Abou-Al-kacem El-Chebbi (Túnez)

Palestina ocupada, 13 de octubre de 2011. El Comité Nacional Palestino para el Boicot, Desinversión y Sanciones (BNC, en sus siglas en inglés), la mayor coalición de la sociedad civil palestina que lucha por los derechos palestinos, tiene el orgullo de estar solidariamente al lado de los movimientos que luchan por un mundo nuevo basado en la democracia, los derechos humanos y la justicia económica. Desde Nueva York a Atenas, desde Madrid a Santiago, de Bahrein a Roma, estas inmensas movilizaciones recuerdan algo que los palestinos siempre han sabido, que otro mundo, un mundo digno, es posible y que las personas ordinarias pueden crearlo.

Nuestras aspiraciones coinciden, nuestras luchas convergen. A nuestros opresores, ya sean corporaciones codiciosas u ocupaciones militares, los une el aprovecharse de las guerras, del saqueo, de la destrucción del medio ambiente, de la represión y del empobrecimiento. A nosotros nos debe unir nuestra búsqueda común de libertades, de derechos iguales, de justicia económica y social, de salud medioambiental y de paz mundial. No podemos permitirnos por más tiempo estar separados y divididos; no podemos ignorar más tiempo nuestra obligación de arrimar todos el hombro en la lucha contra las guerras y la explotación de las corporaciones, y por una comunidad mundial fraternal y humana, y no una jungla del máximo beneficio.

El movimiento Ocupar Wall Street y sus homólogos por todo Estados Unidos, Europa, América Latina y todas partes están inspirados, al menos parcialmente, en la Primavera Árabe por la democracia y la justicia social. Los dirigentes de las revueltas populares árabes nos dicen que ellos, a su vez, se inspiraron en nuestra propia lucha durante décadas contra la ocupación de nuestra tierra por parte de Israel, contra su sistema de discriminación que encaja con la definición de apartheid dada por la ONU y contra su negación del derecho de los refugiados palestinos a retornar a sus hogares.

El rápidamente emergente movimiento de Boicot, Desinversión y Sanciones (BDS) contra Israel hasta que éste acate el derecho internacional es una parte clave y eficaz de la lucha palestina. Anclado en los principios universales de derechos humanos y de la lucha por la libertad, la justicia y la igualdad, el movimiento de BDS (que se estableció en 2005) está profundamente arraigado en décadas de resistencia pasiva palestina a la opresión colonial y está inspirado tanto en la lucha de Sudáfrica contra el apartheid como en el movimiento por los derechos civiles de Estados Unidos. Lo ha adoptado un firme consenso de los palestinos de todas partes, y los principales partidos políticos, sindicatos, sindicatos profesionales, uniones de mujeres, grupos de estudiantes, redes de ONG y redes de defensa de los refugiados están representado en el BNC, que es la referencia de este movimiento cada vez mayor para acabar con la impunidad israelí.

El movimiento de BDS dirigido por palestinos es un esfuerzo global de grupos diferentes desde Sudáfrica a Gran Bretaña, de Canadá a India, y dentro del propio Israel, todos ellos comprometidos en acabar con la denegación por parte de Israel de los derechos palestinos básicos. A él se han adherido a destacados dirigentes morales del calibre del Arzobispo Desmond Tutu y del superviviente del Holocausto y coautor de la Declaración Universal de Derechos Humanos, Stephane Hessel. Lo apoyan destacadas figuras culturales e intelectuales como Alice Walker, Naomi Klein, Roger Waters, Judith Butler, Sarah Schulman, John Berger, Ken Loach, John Greyson y Adrienne Rich. Federaciones de sindicatos de masas como, entre otros, COSATU (Sudáfrica), CUT (Brasil), TUC (Reino Unido), ICTU (Irlanda), también han adoptado la campaña de BDS.

En los últimos dos años el movimiento ha logrado algunos éxitos espectaculares cuando artistas y grupos musicales de fama mundial hicieron caso del boicot cultural a Israel y se negaron a actuar ahí o cancelaron actuaciones ya programadas. Entre ellos se encuentran The Pixies, Elvis Costello, Snoop Dogg, Meg Ryan, Vanessa Paradis, Gil Scott-Heron y muchos otros. El fondo de pensiones estatal noruego, entre otros, algunos de los principales bancos europeos y algunas corporaciones se han convencido de desinvertir de negocios implicados en las violaciones por parte de Israel del derecho internacional. Cada vez más se reconoce a la campaña de BDS como un movimiento cívico capaz de acabar con la impunidad de Israel y, lo que es de crucial importancia, que contribuye a la lucha global contra al agenda belicosa y racista en la que Israel ha desempeñado persistentemente un papel clave.

Así pues, mientras vosotros rompéis vuestras propias cadenas y construís vuestra propia resistencia eficaz contra la tiranía de las corporaciones, os pedimos que exijáis una paz justa para todos los pueblos de Oriente Próximo basada en el derecho internacional y derechos humanos iguales. Los palestinos también forman parte del 99% de personas de todo el mundo que sufren en manos del 1% cuya codicia y despiadada búsqueda de la hegemonía han llevado a un sufrimiento atroz y a guerras interminables. El poder corporativo no sólo se ha aprovechado de nuestro sufrimiento sino que ha estado en connivencia con el mantenimiento de la ocupación y apartheid israelíes para perpetuar un orden injusto que se beneficia del petróleo, de la empresas militares y de las instituciones financieras multinacionales.

Hacemos un llamamiento a los cada vez más extendidos movimiento sociales del mundo a pensar críticamente cuando consideren su actitud hacia las protestas por la «justicia social» israelíes, que han ignorado casi por completo la cuestión clave que está en el centro de todos los problemas a los que se enfrentan los palestinos ordinarios e incluso los israelíes: el costoso sistema de ocupación, colonialismo y apartheid israelí del pueblo palestino. Si no se pone fin a sistema de opresión israelí que tiene múltiples facetas en ninguna parte en nuestra región se gozará nunca de una paz completa y duradera, de una paz basada en la justicia y los derechos humanos.

¡Dinero para empleos, salud y educación, no para la opresión y la ocupación racistas!

En ninguno sitio esto es más importante que en Estados Unidos. A pesar de que Israel niega sistemáticamente los derechos de los palestinos, Estados Unidos proporciona a Israel una ayuda política y militar incondicional que no sólo contribuye directamente a la negación de los derechos palestinos, sino que también incrementa los problemas a los que se enfrentan los ciudadanos y ciudadanas estadounidenses ordinarias. ¿No habría sido mejor gastar los 24.000 millones de dólares de ayuda militar suministrada [por Estados Unidos] a Israel en escuelas, sanidad y otros servicios esenciales? ¿No ha desempeñado Israel un papel fundamental en incitar a Estados Unidos a emprender y continuar sus guerras en Iraq y Afganistán que tiene un inmenso coste humano y material, pagado fundamentalmente por los más pobres de estos países?

Pero debemos recordarnos todo el tiempo que esta lucha nunca será fácil y que lograr nuestros objetivos nunca será inevitable. Como dijo una vez Martin Luther King:

«El cambio no llega en alas de la inevitabilidad, sino por medio de la lucha continua. Y así debemos enderezarnos y trabajar por nuestra libertad. Un hombre no puede montar a caballo en ti a menos que tengas la espalda doblada»

Las reconfortantes escenas de protestas pacíficas por la justicia en todo el mundo nos dicen que nosotros, el 99% del mundo, estamos en un proceso de enderezar nuestras espaldas, colectivamente, con una fortaleza inquebrantable y una esperanza ilimitada.

Fuente: http://www.bdsmovement.net/2011/occupy-wall-street-not-palestine-8163#.TpgU1N4pvVY