Al día siguiente de que tres soldados israelíes murieran en una emboscada de Hamas y la consiguiente respuesta sionista se cobrara la vida de catorce palestinos, la práctica totalidad civiles, Ehud Olmert volvió a amenazar con castigar a la formación islamista. Sin embargo, ministros israelíes pidieron calma ante el evidente reforzamiento militar de Hamas. Israel […]
Al día siguiente de que tres soldados israelíes murieran en una emboscada de Hamas y la consiguiente respuesta sionista se cobrara la vida de catorce palestinos, la práctica totalidad civiles, Ehud Olmert volvió a amenazar con castigar a la formación islamista. Sin embargo, ministros israelíes pidieron calma ante el evidente reforzamiento militar de Hamas.
Israel volvió a amenazar ayer a Hamas con «hacerle pagar el precio de la violencia que padece Gaza», donde el miércoles murieron 18 palestinos y tres soldados israelíes, aunque descartó, por el momento, lanzar una operación terrestre de gran envergadura contra este territorio palestino.
Con un tono muy firme, el primer ministro israelí, Ehud Olmert, señaló, una vez más, que considera a Hamas como «el único responsable directo de todo lo que pasa en la franja de Gaza y se lo haremos pagar».
«Hay una guerra en Gaza. Actuamos y seguiremos actuando contra el terrorismo. El año pasado matamos a más de 200 terroristas», añadió Olmert.
Pese a las palabras de Olmert, la radio del Ejército israelí señaló que los responsables militares en Gaza dudan sobre la idoneidad de dar luz verde a una gran operación terrestre en este territorio ante el temor de que Hamas responda con «una lluvia de cohetes» sobre las localidades israelíes cercanas a Gaza durante la celebración de la Pesaj o Pascua judía, que comienza mañana y se prolonga durante una semana.
Otros responsables militares citados por distintos medios israelíes afirmaron que Olmert prefiere esperar a que acabe la visita que el presidente de EEUU, George W. Bush, realizara a mediados de mayo con motivo de los fastos del 60 aniversario de la constitución del Estado de Israel antes de poner en marcha una ofensiva de envergadura.
«Reflexión, no emoción»
En esta misma línea, el ministro israelí de Defensa, Ehud Barak, afirmó en la radio pública israelí que su reacción «no debe basarse en la emoción, sino en la reflexión».
El ministro de Asuntos Sociales y miembro del gabinete de seguridad, Yitzhak Herzog, también se mostró extremadamente prudente en la radio del Ejército, al señalar que «Israel debe mostrar contención, sagacidad y firmeza».
En cualquier caso, Herzog admitió que «Hamas está firmemente implantado en la sociedad palestina» y reconoció que la muerte de tres soldados israelíes en una emboscada de la milicia del movimiento islamista constituyó «un verdadero fracaso táctico».
«Que encajemos golpes es algo que nos puede suceder, pero no podemos dejarnos llevar por el fatalismo», añadió.
«Holocausto israelí»
El Gobierno de Gaza que dirige Ismail Haniyeh, por su parte, señaló que las muertes provocadas por el Ejército sionista el miércoles en Gaza son «una muestra del holocausto israelí que padece nuestro pueblo y del terrorismo organizado que practica la ocupación israelí contra gente desarmada», según informó la agencia Palestinian Information Center (PIC).
Además, el Gobierno de Haniyeh denunció que «el silencio de los países árabes e islámicos, la política internacional de doble rasero y la política que mantiene la dirigencia de la ANP de justificar los crímenes israelíes dan alas a Israel para que pueda continuar masacrando a niños y a mujeres». Ante esta situación, invitó a los líderes de los países árabes e islámicos, a sus gobiernos y parlamentarios y a la Liga Árabe a que visiten Gaza para conocer de cerca los efectos de la agresión israelí.
La presidencia del Parlamento en Gaza también rechazó «la cobarde masacre cometida por la ocupación israelí, que muestra claramente el carácter criminal de Israel al matar a civiles indefensos desde el aire».
Durante la jornada de ayer, murieron Bilal Kameel e Iz Addin `Uwaidat, dos dirigentes de la Yihad Islámica, en Qabalia, al sur de la ciudad cisjordana de Yenin, tras ser rodeados por el Ejército israelí en una casa en construcción, mientras que un miliciano de Ezzedin al-Qassam, brazo armado de Hamas, murió en un enfrentamiento con soldados sionistas cerca del paso fronterizo de Kerem Shalom, al sur de Gaza.
Reunión en El Cairo
Por otro lado, el ex presidente de EEUU Jimmy Carter se entrevistó ayer en El Cairo con Mahmud al-Zahar y Said Siam, dirigentes de Hamas llegados de Gaza. Junto a ello, Carter tiene previsto viajar hoy a Damasco para encontrarse con el líder del movimiento islamista en el exilio, Jaled Meshaal. Estos encuentros han sido duramente criticados por Israel, y la Casa Blanca ha señalado que Carter actúa a título personal.
Ibrahim al-Darrawy, coordinador de Hamas en El Cairo, señaló que explicaron a Carter la situación que padece Gaza y «le dijimos que Hamas es un movimiento de liberación nacional, no un grupo terrorista».
Drusos del Golán ocupado por Israel celebraron ayer el 62 aniversario de la independencia de Siria con banderas de ese país que mostraban a sus vecinos del otro lado de la línea de armisticio tras la guerra de 1967.
Hamas pidió ayer a su milicia, las Brigadas Ezzedin al-Qassam, que golpee a Israel «en cualquier parte y empleando todos los medios» en respuesta a la masacre registrada el miércoles en Gaza.
«Hay que golpear al enemigo sionista en cualquier parte y usando todos los medios en respuesta a los crímenes de al-Bureij, puesto que el enemigo sólo comprende el idioma de la fuerza», indicó Hamas en un comunicado.
Por ello, llama a responder a las operaciones israelíes «de la manera adecuada, no importa cuándo ni dónde».
«Se emplearán todos los medios de la resistencia y están abiertas todas las opciones para hacer frente a esta agresión contra el pueblo palestino puesto que el enemigo usa todo lo que tiene a mano», señaló Fawzi Barhum, portavoz de Hamas.