La entrevista concedida por el presidente Barack Obama a la «bloguera» Yoani Sánchez, viene a cerrar un proyecto que se me antoja nombrar Operación Marketing, encaminado a promover y hacer visible una nueva figura contrarrevolucionaria en Cuba, ante la desgastada y vapuleada «disidencia», fajada a dentelladas como una manada de lobos en busca de su […]
La entrevista concedida por el presidente Barack Obama a la «bloguera» Yoani Sánchez, viene a cerrar un proyecto que se me antoja nombrar Operación Marketing, encaminado a promover y hacer visible una nueva figura contrarrevolucionaria en Cuba, ante la desgastada y vapuleada «disidencia», fajada a dentelladas como una manada de lobos en busca de su presa … el dinero.
La promoción de Yoaní Sánchez se remonta a tiempo atrás, cuando el Grupo PRISA le concedió el Premio Ortega y Gasset y otra publicación europea la incluyó en la lista de las «100 personalidades más influyentes del mundo», aún cuando en su país es una total desconocida.
El torrente de premios y reconocimientos comenzó a caer como «maná del cielo», mientras Agencias de prensa, periódicos y sitios Web, en su mayoría regenteados por la derecha, le concedían espacios para hacerla visible ante los ojos del planeta.
Generación Y, la plataforma mediática concebida para el proyecto digital, contó desde un inicio con un amplio aparato de aseguramiento, servidores en Alemania, replica de los trabajos en 18 idiomas y otras facilidades tecnológicas arman el tinglado concebido desde el extranjero y lanzado a la red bajo el engañoso sello de hacerse desde Cuba.
Quienes han seguido la trayectoria de Yoaní y quienes la apadrinan, saben como las posiciones de la «bloguera» han pasado de una tibia crítica al proyecto revolucionario cubano, hasta posturas más abiertas y agresivas en busca de una confrontación.
Una de las primeras acciones en esa escalada estuvo alrededor del auto titulado músico Gorki Águila, cuando la nueva «estrella» del periodismo ciudadano lanzó una campaña a favor del rockero, protagonista de más de un escándalo, pero aquella historia se desvaneció cuando las autoridades cubanas solo impusieron una multa al individuo, al cual según Yoaní se pretendía condenar con una larga pena de cárcel y hoy deambula por otras latitudes.
La Feria del Libro de La Habana fue el otro escenario escogido por quienes le pagan a Yoani Sánchez para que hiciera sentir su presencia. En ese evento y con un público de «cuatro gatos», protagonizó otra escena en las afueras de la sede principal de la fiesta cubana del libro y la lectura.
Después vinieron otras acciones fuera de la capital cubana; fue Yoani con su premio Ortega y Gasset a colocarlo a los pies de la Caridad del Cobre, en su santuario en el oriente cubano, ocasión donde aprovechó para tratar de buscar adeptos, manipulando y engañando a jóvenes, a quienes trató de sumar a su carro contrarrevolucionario, intento que después repitió en el otro extremo de la Isla, Pinar del Río a donde fue con iguales intensiones subversivas.
Para entonces la «hija de PRISA» como la identifican algunos medios, se alineo aún más con los enemigos de la Revolución, apareciendo con frecuencia con artículos y entrevistas en Radio Martí y el Nuevo Herald, voceros de las más retrogradas posiciones y altavoz de la mafia cubano-americana radicada en la Florida.
Larga es la historia de escaramuzas y sucesos incluidos en su actuar, buscando a toda costa hacerse visible y donde ha contado con la complacencia de grandes medios de prensa, encargados por fuerzas oscuras de hacer creer que en la Isla existe una figura política de trascendencia opuesta al proyecto que sustenta el pueblo de Cuba.
Con ese voluminoso expediente, Yoani Sánchez y sus patrocinadores se lanzaron en las últimas semanas a una verdadera Operación Marketing, que comenzó con un episodio ridículo: la «bloguera»se presentó disfrazada de turista alemana a un debate de la Revista Temas, donde para su sorpresa fue reconocida, a pesar de peluca, ropas de colores y jaba de matiz chillón.
Mal parada ante los ojos de «cirios y troyanos», la regenta de Generación Y tejió una nueva historia, cuando lanzó a los cuatro vientos su «secuestro» por agentes de la Seguridad del Estado, quienes dijo la golpearon.
Sin cruzar información y sin verificar nada de aquella historia, muchos medios de prensa se montaron en la campaña de «secuestro»y «golpiza»contra la conocida «bloguera». Cientos de artículos cruzaron el planeta de un lado a otro con aquella historia, que la misma Yoani no pudo sostener al no presentar ante un medio como la BBC, pruebas de los golpes recibidos.
Pero no todos se sumaron a la barca de la mentira y muchas voces se han estado cuestionando aquel guión. Uno de ellos fue el periódico La República, medio que buscó a los médicos que la atendieron y que nunca encontraron huella alguna de la supuesta agresión.
Sin dudas la historia del «secuestro», en un país donde hasta un perro perdido es reclamado por sus dueños en emisoras de radio, suena a algo extraño y con factura mediática, algo que apreció hasta la «disidencia clásica» que ve en peligro sus dólares, enrumbados ahora hacia la «competencia». En un intento desesperado por llamar la atención, Martha Beatriz Roque y sus acólitos también protagonizaron su «pachanga», incluida «huelga de hambre» y noticias de «estado grave de salud», pero el clímax de la obra estaba por llegar, algo que ocurrió este jueves con las respuestas de Obama a un cuestionario de Yoani Sánchez.
Dudar de la legitimidad de las respuestas, si fue el propio Obama o sus asesores, no aporta nada al debate, lo interesante está en las preguntas y las respuestas del jefe del imperio.
Las preguntas de Yoani Sánchez se enrumbaron hacia temas que dieran a su interlocutor facilidad de conducir sus puntos de vista, tratando de culpar a la parte cubana de no avanzar en el camino de las relaciones en ambos lados del estrecho de la Florida, fuera de la indagación periodística quedaron temas esenciales en el diferendo Cuba – Estados Unidos.
El bloque económico y financiero de la mayor potencia del mundo contra el pueblo cubano, fue apenas rozado, dejando fuera, sin ahondar en los miles de millones de dólares que ha ocasionado esa criminal política a la economía cubana y que constituye el principal lastre al desarrollo de la Isla. Tampoco se indagó en los efectos y estrategias del bloqueo encaminado a «matar de hambre o por enfermedades» y que tanto sufrimiento a causado a la familia cubana y que hoy es repudiado por todo el planeta.
En las preguntas a Obama tampoco están las consecuencias de la guerra biológica contra Cuba promovida por anteriores administraciones, con la introducción de plagas y enfermedades que han dañado cultivos, animales y provocado la muerte de cubanos, incluidos más de un centenar de niños cuando manos asesinas introdujeron el virus del dengue en la década del 80.
La inconsistente posición del gobierno norteamericano en la lucha contra el terrorismo, quedó fuera del cuestionario, cuando un asesino confeso como Luís Posada Carriles se contonea junto a otros terroristas por las calles de Miami y ni un dedo se mueve para extraditarlo a Venezuela, donde es reclamado por la voladura de un avión civil cubano con 73 personas a bordo, mientras Cinco antiterroristas purgan largas condenas tras un amañado y sucio proceso judicial en Miami, capital del terrorismo contra Cuba.
Las consecuencias de la Ley de Ajuste Cubano, engendro jurídico clasificado como «ley asesina»al promover y estimular las salidas ilegales, causal de más de un incidente y una larga lista de muerte en las aguas del estrecho de la Florida y que hoy fomenta un inescrupuloso negocio de tráfico de personas que involucran a la mafia de Miami y delincuentes de otras naciones, tampoco está en la indagación.
La respuesta presidencial a la interrogante de las intenciones militares contra Cuba, se contradice con la realidad de los hechos, una Cuarta Flota artillada hasta los dientes deambulando por la región, la permanencia de la ilegal Base Naval de Guantánamo en una porción del suelo cubano y la instalación de 7 bases norteamericanas en Colombia, hablan de un idioma diferente y que constituye una amenaza no solo para la Isla sino para todo el continente.
Más que preguntas y respuestas, la intención de Yoani Sánchez y de quienes la promueven es buscar una mayor visibilidad global en una Operación Marketing, juego al que Barack Obama se ha prestado, consciente o inducido por sus asesores hacia un camino empedrado y que encuentra en la firmeza del pueblo cubano un valladar infranqueable.
Fuente: http://www.cubadebate.cu/especiales/2009/11/21/operacion-marketing/