El pasado día 29 de Noviembre Palestina fue reconocida como miembro observador de las Naciones Unidas en Nueva York, a la vez que miles de activistas internacionales se reunían en Porto Alegre en lo que fue el encuentro de solidarios con Palestina mas grande nunca jamas habido. Previo a la solicitud por parte de la […]
El pasado día 29 de Noviembre Palestina fue reconocida como miembro observador de las Naciones Unidas en Nueva York, a la vez que miles de activistas internacionales se reunían en Porto Alegre en lo que fue el encuentro de solidarios con Palestina mas grande nunca jamas habido. Previo a la solicitud por parte de la Autoridad Nacional Palestina de su ingreso en las NN.UU., el mundo pudo ser testigo de como el ejército israelí, imitando la operación «Plomo Fundido», decidió romper toda posibilidad de acuerdo de paz con Hamas asesinando a su hombre fuerte en las negociaciones que se estaban llevando en secreto entre los dos bandos enfrentados, desencadenando con ello una ofensiva que se llevaría la vida de 170 personas, la mayoría civiles.
Que Palestina haya sido reconocida como Estado observador en las NN.UU. supone un nuevo marco de resistencia para el pueblo palestino que se suma a los que ya venía teniendo a lo largo de la ocupación, y que ademas ha supuesto una constatación del aislamiento que sufre Israel en el mundo, cada vez mas agudo, demostrando que la gran mayoría de países comienzan a incomodarse con la arrogancia israelí y que no están dispuestos a verse salpicados de su unilateralidad. La decisión posterior de construir 3.000 nuevas construcciones ilegales en Jerusalem, que imposibilitaría territorialmente un Estado palestino, tampoco ha estado seguido de criticas, protestas y consecuencias por parte de la comunidad internacional. Mercosur, la alianza comercial sudamericana, ya ha declarado que están estudiando una respuesta conjunta a este hecho que incluye la congelación de relaciones comerciales con Israel, la Unión europea esta estudiando mecanismos para forzar a Israel a cancelar esos nuevos asentamientos, y son varios los gobiernos que han llamado a los embajadores de Israel a consultas.
La valentía de las autoridades de Palestina, mas los innumerables apoyos que ha estado sumando esta causa entre internacionalistas manifestados de diferentes maneras (desde la organización de Flotillas cargadas de civiles a romper el bloqueo a la franja de Gaza hasta acompañamientos a los pescadores y agricultores para que puedan realizar sus trabajos con algo de seguridad), han conseguido cambiar las reglas del juego a las que Israel estaba acostumbrado forzando con ello una nueva realidad que podría poner a Israel en los Tribunales Internacionales.
Es el momento de seguir apoyando a Palestina, a su causa, y seguir comprometiéndose para conseguir ver en los próximos años un Estado libre de ocupación y con ello poner fin a un proceso colonialista anacrónico en este siglo XXI que resulta ser la vergüenza de la humanidad.
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