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Palestina, de la Nakba al yugo de las cárceles israelíes

Fuentes: Rebelión

Cada 17 de abril se celebra el Día Nacional de las Personas Palestinas, este año 4.450 personas han sido privadas de su libertad.

Las cárceles israelíes se han convertido en el yugo de muchos palestinos. Actualmente, hay 27 mujeres y 175 menores que se encuentran arrestados; 671 se encuentran en situación de detención administrativa, según informa la ONG ADDAMEER, organización que se encarga de dar apoyo a los prisioneros y de defender sus derechos.

Las Fuerzas de Ocupación Israelíes (FOI) desde inicios de 2022, han detenido a más de 2.140 personas palestinas. Entre estos números, se encuentra el nombre de una activista española. Juana Ruíz, cooperante en los Comités de de Trabajo para la Salud Palestinos y la cual lleva 35 años viviendo en Beit Sahour, Cisjordania, estuvo en las cárceles de la oposición durante 10 meses: “el trabajo de Juana consistía en la cooperación internacional, presentaba proyectos sobre las necesidades que tiene la población palestina, sobre todo en las ciudades de Belén y Jerusalén Este, impulsó proyectos como la detección temprana del cáncer en mujeres, un trabajo que se hace en España normal y corriente” afirma Jaldía Abubakra, fundadora de la asociación Alkarama y amiga y compañera de Juana. Según el Estado de Israel, el trabajo que ha estado realizando Juana y el dinero de sus asociaciones, iba destinado al Frente Popular para la Liberación de Palestina (PFLP), el segundo movimiento más grande dentro de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP).

Según el derecho internacional, la detención administrativa sólo está permitida en circunstancias excepcionales. En los territorios palestinos estas circunstancias dejaron de ser excepcionales en el momento en el que comenzaron los soldados israelíes a ocupar asentamientos ilegales palestinos y a detener a menores sin razón. La organización Save the Children anuncia que ocho de cada diez sufrieron palizas, agresiones verbales y cacheos desnudos, y casi nueve de cada diez no recibieron una atención médica adecuada, incluso solicitándola expresamente. Una de las leyes que aún sigue hoy vigente es la ley que el gobierno de Gran Bretaña proclamó una vez finalizada la IIGM, la cual dictamina que el ejército israelí podría detener a sospechosos sin cargos ni juicios para ir a prisión, siempre y cuando se cumpla con la edad legal. Estas detenciones se llevan a cabo bajo la legislación jurídica civil de Israel. En los últimos 20 años, 10.000 menores han sido detenidos, sometidos a largos interrogatorios incluso algunos de más 24 horas, bajo unas condiciones inimaginables, según Save The Children.

Normalmente, los soldados irrumpen en las casas a medianoche, cuando todo está calmado y no hay nadie en la calle. El pasado 13 de abril entraron a casa de Juana como animales buscando a la presa y forzaron a Juana a salir de su hogar. “Ella en este caso ha tenido suerte, porque cuenta con la nacionalidad española, pero hemos de decir que la respuesta por parte de la UE no ha sido práctica”, reconoce Jaldía con firmeza. Son 10 meses que Juana nunca olvidará. Cuando entró a la cárcel israelí de Ofer, estuvo sometida a largos interrogatorios, a vivir con la incertidumbre constante porque la acusación que se le hacía era irreal: “ya no es solo el maltrato físico que se sufre, sino también el psicológico, el estar aislada de tu familia, sin poder ver a nadie, todas estas consecuencias psicológicamente afectan mucho, Juana va a necesitar tiempo para recuperarse”. A Juana el tribunal militar israelí la acusaron de financiación de terrorismo y activismo con organizaciones ilegal y de tráfico de divisas en Cisjorandia. Ella solamente se dedicaba a presentar proyectos de cooperación al Comités de Trabajo para la Salud. La labor de las personas cooperantes y defensoras de los derechos humanos está respaldada por la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, siendo estos unos actores fundamentales para impulsar verdaderos cambios sociales y políticos, ¿por qué se acusa de terrorismo a organizaciones que llevan en el territorio palestino luchando por la liberación desde 1948 y al Estado de Israel no se le acusa de crímenes de lesa humanidad, cuando todos hemos presenciado el bloqueo que sufre Gaza desde 2015?

Los continuos ataques que el ejército militar israelí realiza al pueblo palestino se ha convertido en el día a día de muchos, ya que 6.500 de 2 millones de palestinos que viven en Cisjordania, han estado presos. Muchos de ellos encarcelados sin una razón clarividente que demuestre su inocencia, sin derecho a poder tener un abogado ni visitas familiares, e incluso niños de 8 y 10 años que son tratados como terroristas y arrestados bajo el cargo de lanzar piedras. Ya no solo atacan a la resistencia armada, sino también a las resistencias pacíficas. “Cualquier pueblo que vive bajo ocupación tiene derecho a resistir y tiene derecho a la resistencia armada” reconoce Jaldía haciendo alegato a la 4º Convención de Ginebra. “El trabajo que se realizan en las ONG’S y por tanto, el trabajo que realiza Juana no es terrorismo, es trabajo de ayuda humanitaria a un pueblo que lleva sufriendo una ocupación desde 1948” señala Jaldía.

La ONG ADDAMEER, destaca que entre los crímenes y prácticas más destacadas empleadas por la ocupación israelí contra las personas palestinas presas está el régimen de Aislamiento, una de las prácticas sistemáticas más peligrosas para los reos. La persona presa se encuentra encerrada sola, en una celda bajo condiciones infrahumanas, donde se le impide recibir visitas de sus familiares, y solamente puede salir al patio de la cárcel esposado y sin ninguna compañía, solamente la de los policías. Otro de ellos es la Detención Administrativa, 671 personas se encuentran presas hoy en día bajo este tipo de arresto, la cifra más alta en los últimos cinco años. Las autoridades realizan este tipo de detención puesto que permite la detención de manera indefinida, sin cargos ni juicios y sin discriminar a nadie de la esfera palestina. “Israel realiza este tipo de detenciones bajo el pretexto de expendientes secretos, no hay ningún cargo del que se le acuse a la persona presa, por tanto no tiene derecho a abogado ni a recibir visitas de familiares. Muchas veces, este tipo de detenciones se prolongan hasta 10 años, donde los palestinos presos se han sometido a palizas brutales y muchas mujeres a abusos sexuales para sonsacarles información” señala Jaldía. Muchos de estos presos, la única forma que tienen de reivindicar sus derechos es a través de las huelgas de hambre.

El prisionero palestino Khalil Awawdah se ha convertido en el preso que mayor tiempo ha resistido con esta lucha. Después de 182 días el pasado 2 de septiembre puso fin a su huelga de hambre llegando a un acuerdo con la corte para su liberación. Su salud se ha ido debilitando poco a poco. En un informe presentado por Médicos por los Derechos Humanos reclaman una solución para Awada ya que ha estado en grave peligro debido al daño cerebral y nervioso tras la huelga.

La población palestina está sometida bajo una doble legislación: la legislación militar israelí y las autoridades palestinas. Una vez que son detenidos, se lleva a cabo soblamente las leyes militares del ejército israelí. Una clara diferencia al trato que reciben ciudadanos israelíes y ciudadanos palestinos en las detenciones se observa en las leyes que se le aplican a cada uno: a los israelíes, las leyes son aplicadas bajo el código jurídico civil del Estado de Israel, y en cuanto a los palestinos, directamente se le aplica las leyes militares del ejército de Israel, (a veces incluso recurrir a un abogado es casi imposible, puesto que son casos demasiado específicos y normalmente se les deniega su solicitud, al igual que sucede con las demoliciones ilegales)

Pero Awad y Juana no han sido la excepción, muchos palestinos han tenido que sufrir lo mismo. “El caso de Juana no ha sido un caso único, en Palestina todas las familias viven con esta incertidumbre día y noche, pero está claro que ella ha sido cabeza de turco para el Estado de Israel, es una manera de poder controlar y presionar al Gobierno de España. El lobby sionista está actuando en todos los países”. afirma Jaldía Abubakra, que gracias a su organización Mujeres por el Movimiento de Palestina ha conseguido trasladar la voz de sus compañeras al resto del mundo.

Y aún así, a pesar de todo el sentimiento de retorno a sus pueblos y ciudades, el sentimiento de lucha por recuperar Palestina sigue presente en todos ellos. “This is my land” es una de las frases que más se repite en todos ellos y que pase lo que pase lo defenderán con uñas y dientes, aunque a veces tengan que pagar un precio muy caro, como su vida.

“Cuando comenzaron las protestas en Gaza en 2018 con las marchas de retorno, los palestinos salían a las fronteras a reivindicar su tierra con banderas palestinas, marchas que se reconocieron como no violentas. En estas marchas, el ejército israelí utilizó armas prohibidas como son las balas de mariposa. Unas balas que una vez que entran en el hueso, no pueden salir, ocasionando grandes daños en el tejido óseo e incluso a veces, llegando a amputar el miembro” afirma Jaldía.

El problema de la colonización acabará cuando el Estado de Israel deje de ocupar territorios palestinos, cese la demolición de casas y la construcción de asentamientos ilegales, cese la apropiación cultural, el robo de tierras agrícolas, los bombardeos en Gaza y la detención de personas inocentes. Mientras esto siga ocurriendo, el resto del mundo seguirá siendo cómplice de los Episodios de una Guerra Interminable, haciendo mención a la gran escritora Almudena Grandes.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.