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¡Palestina no está en venta!

Fuentes: Rebelión

Traducido para Rebelión por Carlos Sanchis

Mientras la Alianza de Palestina Libre (FPA) condena en los términos más fuertes posible la venta al por mayor de Palestina en la próxima Conferencia de Anápolis; reconocemos bien que la condena sólo ya no es de ningún valor real. Es tiempo ahora para que surja una alternativa clara en lugar de este liderazgo desesperadamente corrupto.

Anápolis, como Camp David, y antes Madrid y Oslo, es el resultado natural al camino de rendición que Abbas y otros han tomado. Aunque esta próxima conferencia puede no ser en si misma concluyente, es, no obstante, un escalón de piedra al patíbulo, si lo permitimos, en el que Palestina está pensada para la ejecución por los Estados Unidos e Israel en completa colaboración de sus serviles funcionarios árabes y palestinos.

Hemos advertido con anterioridad que ya no podemos confiar en este liderazgo traidor. Empezando por Abbas y pasando por Abed Rabbo, Dahlan, Mansour, Malki, Irakat, Qurei, y una hueste de otros demasiado larga para ser nombrada aquí, el gobierno estadounidense ha agregado ahora otro grupo aún más parasitario de funcionarios árabes que sólo pueden sobrevivir si ellos entregan la derrota palestina en una bandeja de plata.

Como fue el caso a continuación de la Nakba en 1948, cuando el movimiento palestino se recuperó de los acólitos de Gran Bretaña y de los Estados Unidos, y el panarabismo surgió en oposición a los monarcas despóticos y al gobierno colonial, es una vez más nuestro papel acabar con esta charada continuada de vergüenza.

«Palestina no está en venta», debemos todos proclamarlo alto y claro. Y todos aquellos que participan de está carnicería deben ser enjuiciados por sus crímenes, a pesar del paso del tiempo.

En esta fase crítica, el pueblo palestino debe desafiar abiertamente la falsa pretensión de representación por Abbas y sus acólitos. Debemos organizarnos lejos de todos aquellos que proporcionan cobertura y legitimidad a este camino de rendición. Debemos desafiarlos dondequiera que estén: en cada sala, en cada mezquita e iglesia, y en cada escena política. Nadie debe poder ponernos la venda en los ojos usando el viejo cliché de la «unidad». No puede haber unidad con aquellos que defienden la traición. Y ciertamente no puede haber unidad con aquellos que extinguen nuestra existencia y entierran viva nuestra historia.

La traición y la rendición nunca pueden ser alternativas aceptables para nuestro pueblo. ¡Nunca!

Lo que nosotros necesitamos ahora es una unidad popular basada en la forma de un frente que se oponga a este camino al desastre. Es el tiempo para organizar a largo plazo la alternativa política y estratégica, empezando por cada campo, pueblo, y comunidad en Palestina y por todo el exilio. Hay centenares de miles de sindicalistas, organizadores políticos, profesionales, y activistas con décadas de experiencia en el mundo que ha llegado a la misma conclusión. Están celebrándose reuniones innumerables en cada esquina de este globo donde nuestra población está rechazando la traición sistemática de este liderazgo corrupto e impuesto. Una alternativa popular y democrática es, por consiguiente, inevitable, y el tiempo es ahora.

Entretanto, es nuestro deber aquí, en los EE.UU. exponer las preferencias de Mansour, Asali, Ibish y tantos otros como ellos que se benefician de esta carnicería silenciosa. Si nosotros aceptamos la traición y nos rendimos como una «diferencia en opinión», y damos cobertura y legitimidad a las instituciones y organizaciones que sirven primero y por encima de todo al interés de los regímenes despóticos y corruptos, estaríamos cometiendo un error de proporciones históricas.

¡Suficiente es suficiente! Este absurdo debe parar.

Es tiempo de que surja una alternativa. Detalles de la reunión de Los Ángeles serán pronto anunciados.

La Alianza de Palestina Libre, EE.UU.,
Noviembre de 2007

Carlos Sanchis en miembro de Cubadebate, Rebelión y Tlaxcala.