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Paremos el genocidio contra los kurdos

Fuentes: Rebelión

Todos los firmantes de este comunicado queremos denunciar la campaña de hostigamiento contra la comunidad kurda que se está desarrollando en coordinación con el estado fascista turco. Esta campaña se ha agudizado en los últimos días por la detención de seis compañeros kurdos, cuatro en Madrid, uno en Barcelona y otro en Murcia. Se les acusa […]

Todos los firmantes de este comunicado queremos denunciar la campaña de hostigamiento contra la comunidad kurda que se está desarrollando en coordinación con el estado fascista turco. Esta campaña se ha agudizado en los últimos días por la detención de seis compañeros kurdos, cuatro en Madrid, uno en Barcelona y otro en Murcia.

Se les acusa de pertenencia al PKK (Partido de los Trabajadores del Kurdistán) y de realizar actividades de extorsión para el partido. Estos seis compañeros secuestrados por el estado español, difamados y criminalizados por los medios de propaganda del capital son luchadores sociales, trabajadores honrados que desarrollaban su actividad laboral en la hostelería y que luchaban por su cultura y sus derechos.

A pesar de haber adquirido notoriedad la represión contra la comunidad kurda en el exilio a raíz de las últimas detenciones, el problema viene de lejos. La persecución que sufre el mayor pueblo sin estado propio del mundo es brutal tanto en los territorios ocupados (con un área total de casi 392.000 km² y en cuyo territorio se encuentran la mayoría de las reservas petrolíferas de Irak e Irán y la totalidad del petróleo sirio) como en los países a los que la comunidad kurda se ve forzada a migrar. En el caso de los kurdos residentes en Madrid la represión es administrativa (impedimento y trabas en la tramitación de los permisos de residencia), policiaco-judicial (denuncias falsas contra miembros de la comunidad ante los cuerpos de represión españoles) y parapolicial (amenazas y agresiones por parte de los servicios de inteligencia y de organizaciones de ultraderecha de los países ocupantes contra los exiliados kurdos que no despiertan el menor interés en el aparato jurídico-policial español).

La represión contra los activistas kurdos es salvaje, no satisfechos con la demonización de la comunidad en su conjunto y de las innumerables trabas que se encuentran al llegar al territorio español, la policía y los servicios secretos turcos cuentan con la estrecha colaboración de sus homólogos españoles. El fluir de informaciones entre Ankara y Madrid es constante, el acoso al pueblo kurdo palpable, la inseguridad física y jurídica de los compañeros, insostenible.

Continuando con sus [email protected]