Amnistía Internacional condenó la decisión del Parlamento israelí de prorrogar una legislación (la Ley de Ciudadanía y Entrada en Israel) que niega a millares de ciudadanos árabes israelíes el derecho a vivir en familia. Agregó que las razones injustificadas de seguridad expuestas por Israel solo están institucionalizando la discriminación racial y violando el derecho internacional. […]
Amnistía Internacional condenó la decisión del Parlamento israelí de prorrogar una legislación (la Ley de Ciudadanía y Entrada en Israel) que niega a millares de ciudadanos árabes israelíes el derecho a vivir en familia. Agregó que las razones injustificadas de seguridad expuestas por Israel solo están institucionalizando la discriminación racial y violando el derecho internacional.
En un informe hecho el 13 de Julio de 2004 AI hizo un llamado al Parlamento, a pesar de haber tomado una decisión, para pedir la revocación de las disposiciones sobre unificación familiar de la Ley de Ciudadanía y Entrada en Israel.
La Legislación prohíbe a los israelíes casados con palestinos de los Territorios Ocupados vivir con sus cónyuges en Israel, por lo que las familias se ven obligadas a vivir separadas o a abandonar el país.
«La autoridades de Israel deben dejar sin efecto esta Ley y poner fin a la discriminación basada en el origen étnico o nacional de las personas» aseveró Amnistía Internacional.
Esta ley, según las autoridades israelíes tiene por objeto reducir la amenaza potencial de ataques de palestinos en Israel y limitar el número de residentes y ciudadanos palestinos de Jerusalén oriental. Al promoverla ministros y otras autoridades han calificado reiteradamente a los ciudadanos palestinos de Israel (árabes israelíes) de «amenaza demográfica» y de peligro para el carácter judío del Estado.
Esta previsto examinar otras leyes y prácticas existentes que discriminan a los palestinos y a los árabes israelíes.