A pesar de haber nacido en una familia sionista, es anti-sionista. Sin dar lugar al peso de la historia de sus familiares comprometidos con la colonización y la ocupación de Palestina, el israelí Miko Peled, nacido en 1961 en Jerusalén ocupada tuvo que enfrentarse a los naturales embrollos de su verdadera identidad con el alto […]
A pesar de haber nacido en una familia sionista, es anti-sionista. Sin dar lugar al peso de la historia de sus familiares comprometidos con la colonización y la ocupación de Palestina, el israelí Miko Peled, nacido en 1961 en Jerusalén ocupada tuvo que enfrentarse a los naturales embrollos de su verdadera identidad con el alto costo por su enlace de origen ruso-judío con la nueva identidad israelí surgida en 1948 y su auténtica nacionalidad despojada por los sionistas de ser palestino por haber nacido en el territorio palestino bajo la ocupación.
Nieto del ruso Abraham (Nissan) Katsnelson, con sus étnicos enconos fue uno de los 37 sionistas que sentenció al pueblo palestino a la Nakba (Cátastrofe) por ser firmante de la creación de Israel en 1948, e hijo del general Matitiahu -Matti- Peled, que invadió a Palestina en 1948 como joven oficial de la organización terrorista Palmaj y la ocupó en 1967 como general. Arrepentido en 1969 de general se convirtió en ‘activista por la paz’ condenando la ocupación israelí de la Ribera Occidental, Gaza y el Golán sirio. Miko, siguió los pasos de su padre y de adolecente se unió a las fuerzas especiales israelíes, pero pronto se lamentó y desde 1983 luego de la masacre sharoniana de Sabra y Shatila comenzó su activismo por la paz e hizo de su pluma intelectual un rechazo permanente a la ocupación desde el mismo interior israelí y la decadencia sionista.
Como un ejempló de lección a Mahmoud Abbas, presidente de la Autoridad Nacional Palestina, dispuesto a ceder todos los valores palestinos por su compromiso con la potencia ocupante en el ‘acuerdo marco’ del estadounidense ‘plan Kerry’, durante el Simposio organizado el pasado domingo 2 de febrero por la Biblioteca Científica en Ramallah ocupada, Miko, autor del libro » El hijo del General: Viaje de un israelí en Palestina» (The General’s Son: Journey of an Israeli in Palestine), llamó a «los palestinos a renunciar a las actuales negociaciones de un acuerdo marco con Israel, ya que las conversaciones de paz solo trajeron más pérdidas para los palestinos y mayores ganancias para los israelíes… La historia le enseña a la humanidad que el poder fuerte nunca hace concesiones voluntariamente sin ser presionado por todos los medios para que lo haga»… «Alguien debería sugerir a John Kerry que en vez de azuzar al caballo muerto de las negociaciones entre un gobierno israelí intransigente y brutalmente racista con una extinta Autoridad Nacional Palestina, pueda en realidad hacer algo bueno y lograr un cambio para evitar la incertidumbre de la potencial violencia y sufrimiento».
Con fuerte actitud y un absoluto compromiso de conciencia, Miko, aseguró que «durante largo tiempo de su crianza y educación le dijeron que las guerras que habían sido libradas por Israel eran sólo en defensa propia, pero ahora soy plenamente consciente que estas mentiras llevaron a la continua limpieza étnica y asesinatos en masa de palestinos, que sin dudas, son los legítimos propietarios de la tierra. La historia de Israel su fundó sobre la mentira». Valiente y contundente señaló en el Simposio que «la Nakba palestina que se produjo en el año 1948 con la matanza de palestinos, su desplazamiento, la demolición de sus casas y muchas de las otras violaciones en su contra, actualmente siguen vigentes».
Miko, que actualmente reside en California, adherente del movimiento Boicot, Desinversión y Sanciones-BDS contra Israel, se atrevió desnudar a la potencia ocupante con la fortaleza de la palabra, del mismo modo que dejó al desnudo la cobardía de los que no se atreven a levantar su voz de manera contundente, aferrados al miedo de las amenazas sionistas de acusarlos de nazis, antisemitas o bloquearles sus suculentos negociados económicos que le brindan. Un exitoso juego sucio israelí de demonizar por décadas la lucha palestina de liberación en una mera acción ‘terrorista’ contra un ‘Estado democrático’.
En este sentido, Miko, echó por tierra estos mitos israelíes y aquellos que reflejaron a «los palestinos como una amenaza existencial mediante las absurdas comparaciones de Yasser Arafat con Hitler, los palestinos con los nazis y la resistencia palestina con Al-Qaida», haciendo hincapié que él «no considera a Israel como un Estado democrático, ya que discrimina a los palestinos y los ignora aunque estos constituyen más de la mitad de la población».
Este es un capítulo más de los centenares de miles de judíos que el sionismo le vendió una falaz historia y los estafó en la honestidad de su conciencia, llevándolos a cambiar su verdadera identidad y apellido como es el caso de su abuelo Katsnelson, que lo reemplazó por el hebreo Nissan en un territorio robado.
Suhail Hani Daher Akel fue el primer Embajador del Estado de Palestina en la Argentina; fue el Primer Representante de la OLP en Argentina; analista internacional sobre la situación de Palestina
Info Palestina: www.jerusalem-palestina.
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