Se trata de un proyecto consolidado que, en su segunda fase, abarcará 22 municipios en 11 provincias cubanas
Felicia Morales y Mariela Salazar eran trabajadoras del hogar hasta que la pequeña industria La Ignacita les trajo un inesperado empleo,como parte de los esfuerzos de un proyecto de colaboración internacional que llegará a más municipios cubanos.
«Con los ingresos de este trabajo, ha mejorado la economía familiar», dijo Salazar a Redacción IPS Cuba, quien vive cerca de la planta con sus dos hijas y nietos.
Única de su tipo en La Habana, en el municipio periférico de San Miguel del Padrón, La Ignacitaes una de las siete pequeñas industrias para el procesamiento de hortalizas y frutas creadas por el Proyecto de Apoyo a una Agricultura Sostenible en Cuba (PAAS).
Está coordinado por la no gubernamental Asociación Cubana de Técnicos Agrícolas y Forestales (Actaf) y recibe financiamiento de la Agencia Suiza para el Desarrollo y la Cooperación e HIVOS, una organización no gubernamental holandesa.
Según Pedro Gavilanes, especialista de proyectos de la Actaf, entre los objetivos de PAAS se busca mejorar la calidad de vida de hombres y mujeres de diferentes territorios.
Crear familia
La pequeña industria está ubicada en la finca de Luis Enrique Vivanco, de 52 años, donde los árboles frutales se intercalan con vegetales para aprovechar la tierra al máximo.
El productor de la Cooperativa de Créditos y Servicios Manolito Domínguez no es el único beneficiado por el equipamiento, que por un valor de 17.000 dólares aportó PAAS.
«Los cooperativistas tributan y aquí lo molemos todo. Eso ha motivado a seguir sembrando. Antes, casi todo el mango se nos perdía. Ahora procesamos el mango de la cooperativa y de otras aledañas en Guanabacoa y Cotorro», sostuvo Vivanco.
Elaboran pulpas, jugos, puré y pastas de hortalizas y frutas, además de extractos de limón criollo y naranja agria, entre otros productos.
Hace poco comenzaron a incursionar en el procesamiento de acerola para elaborar una crema de esta fruta con destino a la industria láctea.
Otros integrantes de la familia Vivanco, entre ellos Mayreulis Vivanco, tecnóloga de los alimentos, también se unieron al emprendimiento.
«Nos da mucha alegría haber logrado que la población reciba un producto de calidad y que siempre nos desean que se mantengan así», compartió la tecnóloga.
Lo logrado
Hasta ahora, con equipamientos y capacitación para varias cadenas de valor: frutas, hortalizas, miel de abeja y oleaginosas, la iniciativa propició que 630.000 personas tuvieran acceso a 6.000 toneladas de alimentos mediante tecnologías agroecológicas.
Y 520.000 personas se beneficiaron anualmente con la venta de jugos a partir de 130 toneladas de frutas frescas, en siete locales habilitados en cooperativas agropecuarias.
En la primera fase, PAAS incluyó los municipios de Habana del Este y San Miguel de Padrón (La Habana), Caimito y Bejucal (Mayabeque), Rodas y Abreus (Cienfuegos), Ciego de Ávila, Camagüey, Las Tunas (cabeceras de las provincias homónimas), Bayamo (Granma) y Calixto García, Gibara y Holguín (en la provincia de Holguín).
Dar más
De acuerdo con Gavilanes, los resultados favorables de la primera fase le abrieron las puertas a una continuidad, que ya comenzó a implementarse en 2018.
PAAS II, informó, se extenderá a un total de 22 unidades productivas de 11 provincias del país, con la incorporación de Artemisa, Villa Clara y Santiago de Cuba.
Trabajará en fortalecer las cadenas ya vinculadas y abrirá el diapasón a dos nuevas: yuca y pollo de ceba producido a nivel local.
En lo adelante, el proyecto priorizará la introducción de tecnologías de energía renovable en las cadenas de valor y la consolidación de un sistema de certificación local para alimentos sanos y saludables.
Todo ello, concluyó Gavilanes, está «muy en línea con el desarrollo local y el papel que deben desempeñar los municipios». Fuente: http://www.ipscuba.net/economia/pequenas-industrias-de-alimentos-reaniman-municipios-cubanos/