Traducido del inglés para Rebelión por Sinfo Fernández.
El presidente sirio Bashar al-Asad ha remodelado las altas instancias de la seguridad, la mayor reestructuración desde 2012 (AFP)
La reestructuración del aparato de seguridad de Siria, anunciada el 8 de julio, constituye el cambio más importante en las instituciones militares y de seguridad por parte del presidente Bashar al-Asad desde que se produjo el atentado contra la sede de la Seguridad Nacional en Damasco hace casi exactamente siete años.
Entre los muertos en el ataque del 18 de julio de 2012 se encontraban el general Hasan Turkmani, jefe de la «célula de crisis» de la Seguridad Nacional (que se ocupó de sofocar el levantamiento de 2011), el ministro de Defensa Daoud Rajha, el general Asef Shawkat, cuñado del presidente, y el jefe de la seguridad nacional, Hicham Ikhtiar.
Un cambio significativo
Poco después del atentado se hicieron varios nombramientos para puestos clave, cuatro de ellos han sido reemplazados en la última reorganización.
El general Yamil al-Hasan, quien desde 2009 era el jefe de los poderosos servicios de inteligencia de la Fuerza Aérea (aunque sus amplias prerrogativas cubrían todo el país) ha sido reemplazado por su adjunto, Ghasan Ismail.
El general Mohamed Dib Zeitun, jefe de la seguridad nacional desde 2012, ha sido también reemplazado por el general Husam Luka, cuyo anterior cargo como director de seguridad política le ha sido otorgado al general Naser al-Ali.
El cambio más significativo es la promoción del general Ali Mamluk, jefe de la Oficina de la Seguridad Nacional, quien se ha convertido ahora en vicepresidente para asuntos de seguridad.
La Oficina de Seguridad Nacional se creó después del atentado de 2012 para coordinar y supervisar los múltiples servicios de seguridad contra la revuelta de la Primavera Árabe, que después de varios meses de protestas pacíficas, y ante la terrible represión por parte del régimen, acabó convirtiéndose en rebelión armada.
Mamluk era ya una de las figuras suníes más prominentes del régimen. Tras su reciente promoción, es ahora el funcionario suní más poderoso de Siria. Su cargo anterior como jefe de la Oficina de Seguridad Nacional se le ha atribuido a Mohamed Dib Zeitun, un general suní baazista cercano al presidente Asad.
Otro cambio significativo que los medios de comunicación apenas recogieron fue la promoción de Ali Turkmani, hijo del jefe fallecido de la célula de crisis, a la posición de asesor de seguridad presidencial. Asad y el general Mamluk habían enviado últimamente al extranjero en misiones oficiales en varias ocasiones a este médico discreto.
¿Rivalidad entre Irán y Rusia?
Las noticias y análisis de la medida han dominado tanto la prensa árabe como la internacional. Algunas plataformas de los medios interpretaron los cambios como parte de una mayor rivalidad entre Rusia e Irán por el control de las agencias militares y de seguridad de Siria y, por lo tanto, como parte del marco de una competencia geopolítica entre países que, en teoría, son aliados.
Un grupo de soldados sirios bajo una imagen del presidente Asad (AFP)
El periódico ruso Kommersant señalaba una conexión implícita entre esta reestructuración institucional y la reunión tripartita de seguridad que tuvo lugar en Israel el 24 de junio, que reunió, por vez primera, a los asesores de seguridad nacional de Israel, Estados Unidos y Rusia.
Fuentes citadas por el diario ruso indicaban que el «despido» del general Yamil al-Hasan se produjo después de una reunión en Quneitra (en los Altos del Golán ocupados por Israel) en junio pasado, a la que asistió el comandante sirio, miembros del ejército ruso, delegados del 5º regimiento del ejército de Siria (supuestamente cercanos a Rusia) y oficiales israelíes.
Aunque ni Damasco, ni Moscú ni Tel Aviv confirmaron oficialmente que la reunión había tenido lugar, el general al-Hasan, según el periódico ruso, «no aceptó las exigencias de Israel de que las fuerzas proiraníes se retiraran de la frontera entre Israel y Siria».
Estos informes son corroborados por un artículo publicado en el página web libanesa Al-Modon, un medio de comunicación cercano a la oposición siria.
Otros miembros de la oposición siria con sede en Beirut consideran que los rusos son «los mayores beneficiarios» de los cambios realizados por Asad, ya que les permitirá consolidar su influencia en detrimento de Irán «tras haber impuesto su candidato como jefe del ejército de la República Siria».
Una nueva etapa
Entrevistado por Middle East Eye, el exgeneral libanés Elias Hanna explicó que los recientes cambios en Siria marcan «una nueva era caracterizada por la primacía de la seguridad sobre la política». Añadió que la medida «le da la ventaja a Rusia en detrimento de Irán» .
«Siria está entrando en una nueva fase que incluye el surgimiento de nuevas figuras que probablemente fortalezcan el estatus de Rusia y debiliten la influencia de Irán. El encargado de reestructurar el ejército sirio será quien tenga la última palabra».
Ali Mamluk era ya una de las figuras suníes más destacadas del régimen (AFP)
Sin embargo, Hanna hizo especial hincapié en la promoción de Mamluk, aunque esto no significa necesariamente que sea un «potencial sucesor de Bashar al-Asad» en el contexto de una solución política. Estimó que «el presidente Asad sigue siendo el actor esencial y el que otorga legitimidad tanto a Rusia como a Irán en Siria».
Amin Hoteit, otro analista militar libanés y exgeneral del ejército, rechazó los intentos de comprender los cambios de Asad en el marco de una rivalidad entre Rusia e Irán.
En una entrevista con MEE, Hoteit tildó de ridícula la información que afirma que Yamil al-Hasan fue despedido porque Rusia así lo exigió. «El general al-Hasan ha estado muy enfermo durante más de un año y por ello no pudo cumplir con sus deberes», dijo.
Inesperado y excepcional
En efecto, Hasan, el otrora poderoso oficial sirio que fue incluido en la lista negra europea por su supuesto papel en la represión del levantamiento sirio, está pasando por una grave crisis de salud. En febrero pasado surgieron informes de que había sido trasladado al Líbano para recibir tratamiento médico.
Las autoridades alemanas habían exigido su arresto debido a las acusaciones que hay contra él. Finalmente, se suspendió su traslado al Líbano. Hoteit agregó que «el hecho de que Yamil al-Hasan haya sido reemplazado por su adjunto es un signo de continuidad».
Según el exgeneral, la reestructuración, especialmente la creación del cargo de vicepresidente para asuntos de seguridad, es un buen indicador del deseo de Asad de modificar sus agencias de seguridad en aras a «una mayor centralización y una mejor coordinación».
«De ahora en adelante, los servicios de seguridad serán supervisados por Ali Mamluk, lo que permitirá al presidente Asad centrarse más en los asuntos políticos y en la reconstrucción del país», explicó Hoteit.
Los medios de comunicación calificaron la medida de inesperada y excepcional, sin embargo, no supuso ninguna sorpresa para los analistas de Siria.
En primer lugar, no se promovieron de repente nuevas figuras para los primeros puestos. En cambio, lo que se produjo fue el reemplazo de los responsables de las agencias por sus propios adjuntos. Además, esas medidas siguen el patrón sirio habitual, donde las promociones y jubilaciones se deciden por decretos presidenciales cada año en enero o julio.
No hay metas comunes
No obstante, y a pesar de que tanto rusos como iraníes están librando la misma guerra contra los mismos enemigos, no comparten necesariamente objetivos comunes ni utilizan los mismos métodos. Por ejemplo, sus posiciones pueden divergir con respecto a Israel o al proceso político en Siria.
Diplomáticos de ambos países en Beirut me han confirmado tales diferencias. Según ellos, Rusia quisiera que el presidente Asad se comprometiera a nivel político, mientras que los iraníes lo alientan a permanecer inflexible.
También es de conocimiento público que Rusia prefiere trabajar con unidades específicas dentro del ejército sirio, como las fuerzas «Tigre», comandadas por el general Suhail al-Hasan, y el quinto regimiento del ejército.
Por otro lado, los iraníes disfrutan de excelentes relaciones con la 4ª división de élite de la Guardia Republicana bajo el mando del general Maher al-Asad, el hermano del presidente.
Pero afirmar, como sugieren algunos informes, que esos dos países están imponiendo sus respectivos candidatos en los niveles más altos de las agencias de seguridad o unidades militares de Siria es ya otra historia.
Paul Khalifeh es un periodista libanés, corresponsal de prensa extranjera y profesor de las universidades de Beirut. Twitter @khalifehpaul
Fuente: https://www.middleeasteye.net/opinion/why-did-assad-restructure-syrias-military-security-apparatus
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