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Por qué las amas de casa palestinas se están poniendo a la cabeza de las campañas de boicot

Fuentes: Al Monitor

Traducido del inglés para Rebelión por Beatriz Morales Bastos.

Sahar Tbaileh empezó a impulsar el boicot a los productos israelíes con ayuda de tres vecinas que viven entre los barrios de Ain Munjid y de al-Masyoun en el centro de Ramala.

Estas mujeres se reunieron en la casa de Tbaileh y unieron su fuerzas para formar un comité de mujeres que impulsara el boicot y limpiara su barrio de productos israelíes hablando con las mujeres, los comerciantes y los dueños de comercios. El comité también ha contactado con las escuelas del barrio y ha discutido acerca de la importancia del boicot con los alumnos, un paso sin precedentes que se dio por primera vez el 5 de noviembre [de 2015].

Tbaileh declaró a Al-Monitor: «Esta fue una campaña personal iniciada por nosotras, las mujeres, debido a nuestro sentido patriótico de la necesidad de llevar a cabo un boicot. [Este paso] se produjo en vista de las agresiones israelíes a nuestros jóvenes y niños, y teniendo en cuenta que las tiendas están repletas de productos israelíes para los que hay alternativas locales».

La iniciativa de Tbaileh y sus vecinas no se limitó a su barrio. A través de personas que conocían trataron de difundir la idea a otros barrios de Ramala. «Tratamos de influenciar a las mujeres hablando con ellas sobre lo que está ocurriendo sobre el terreno. Es inconcebible que sigamos contribuyendo a mantener la economía israelí y comprando productos israelíes mientras ellos asesinan a nuestros hijos», afirmó.

Tbaileh añadió que la campaña todavía es reciente pero que su agenda futura se incluye el cooperar con instituciones públicas y privadas que lleven a cabo boicots basados en las mujeres para expandir sus actividades a todos los barrios de Ramala.

La principal de las campañas mencionadas por Tbaileh era la campaña de las mujeres por el boicot a los productos israelíes lanzada en diciembre de 2013 por instituciones palestinas activas y grupos de mujeres pertenecientes al movimiento global de boicot, sanciones y desinversión (BDS) contra Israel, como la Unión General de Mujeres Palestinas y el Comité Técnico de Asuntos de la Mujer.

La coordinadora de la campaña de BDS y política palestina Majida al-Masri declaró a Al-Monitor: «Lo peculiar de este campaña es que se dirige a las amas de casa debido a que ellas son quienes se ocupan de los gastos de la casa y son las personas más adecuadas para tomar decisiones referentes a la compra de los productos. A medida que la campaña avanzaba fue logrando la adhesión de todos los grupos y organizaciones de mujeres activos en Cisjordania, y posteriormente se extendió a Gaza, lo que le hizo adquirir poder y avanzar».

Por lo que se refiere a las operaciones de la campaña, Masri afirmó: «Esta campaña es democrática por naturaleza. En cada provincia establecimos marcos y elegimos comités de seguimiento. En la fase inicial, nos centramos en seis categorías de productos israelíes para que los boicotearan las mujeres, a saber, productos básicos consumidos por las familias, que fueron sustituidos por productos locales, árabes o extranjeros procedentes de naciones amigas».

Estas categorías eran productos lácteos, zumos y bebidas, compresas higiénicas sanitarias, detergentes domésticos, dulces, repostería y pan, la harina y sus derivados.

Khitam al-Saafeen, representante de la Unión General de Mujeres Palestinas, uno de los grupos que supervisa la campaña como parte de la campaña de BDS contra Israel, declaró a Al-Monitor que la campaña local todavía está organizando actividades como cursos en centros de mujeres y escuelas, y manifestaciones en ciudades palestinas.

Saafeen añadió: «Consideramos que esta campaña es una extensión del papel que desempeña la mujer en el boicot a la ocupación por medio de una campaña de base y popular dirigida a las personas que directamente son responsables de la compra diaria, por medio de los grupos y organizaciones de mujeres en las ciudades, pueblos y campos de refugiados».

Entre las actividades que se han llevado a cabo están las visitas organizados a las tiendas, las campañas de concienciación escolar, las reuniones con amas de casa y una conferencia de apoyo en marzo, cuando se adoptaron las recomendaciones para desarrollar la campaña. Otras actividades consistieron en ofrecer ayuda a otras campañas emprendidas por varias organizaciones, como la campaña «Kick Them Out» [Echarlos] organizada por la Sociedad Inash al Usra dirigida por mujeres.

La campaña Kick Them Out, que se considera una parte independiente y complementaria de la campaña de boicot de las mujeres, se ideó en octubre, cuando empezaron los disturbios actuales, y sus actividades empezaron en noviembre.

La directora de la Organización de Bienestar Familiar, Farida al-Amd, explicó las razones y objetivos de la campaña afirmando: «Empezamos la campaña para llamar la atención de la comunidad acerca del hecho de que compramos productos israelíes mientras [Israel] ejecuta a nuestros jóvenes en los checkpoints. Las tiendas están llenas de productos israelíes y tenemos que hacer algo para acabar con esto».

Farida al-Amd declaró a Al-Monitor que la Organización de Bienestar Familiar, ubicada en la ciudad del centro de Cisjordania al-Bireh, empezó a boicotear completamente los productos israelíes en 1972. El objetivo de la campaña actual es influenciar a su comunidad. «Nos damos cuenta de que ahora es el momento de unir nuestros esfuerzos y tomar medidas eficaces que lleven a resultados sobre el terreno», afirmó.

Para lograr sus objetivos la campaña se basa en concienciar a las mujeres en las casas y a las alumnas en el colegio. Las mujeres también visitan las tiendas, hablan con los propietarios y les instan a no comprar productos israelíes.

«Tendrá impacto. Pero, lo que es más importante, debe durar y atraer la participación de todos los segmentos de la sociedad. Nuestro trabajo sobre el terreno tendrá seguramente un efecto acumulativo», afirmó Farida al-Amd.

Sin embargo, según Masri, es difícil calcular qué efecto tiene: «No podemos cuantificar el impacto de la campaña independientemente del impacto de la campaña global de BDS. Pero, según un estudio del Banco Mundial, podemos confirmar que las campañas de boicot tienen un impacto en las exportaciones israelíes a los territorios palestinos y que disminuyeron un 24% durante el primer cuatrimestre de 2015 a consecuencia de la intensificación del boicot palestino a los bienes israelíes».

Según Masri, para mejorarla se necesitaría que las mujeres presionen también a los funcionarios del gobierno: «En coordinación con la campaña local de boicot, tratamos por todos los medios de comunicar con el ministerio de Economía Nacional y hemos decidido presionar al Comité Ejecutivo de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) para que implemente la decisión del Consejo Central de la OLP que llamaba explícitamente al boicot».

Estos boicots de las mujeres parecen ser extremadamente duraderos debido a su constante seguimiento a nivel individual o institucional y tiene el objetivo de lograr las metas que se fijan en cada ciudad, pueblo y campo de refugiados con el eslogan de «cría a tus hijos con la riqueza de tu propio país».

Aziza Nofal es una periodista de Nablus. Vive y trabaja en Ramala como periodista freelance para páginas web árabes y regionales. Se graduó en 2000 en el departamento de medios y periodismo de la Universidad Nacional de Al-Najah y se doctoró en estudios israelíes en 2014 en la Universidad Al-Quds. Ahora trabaja en el ámbito del periodismo de investigación en Palestina y coopera con Arab Reporters for Investigative Journalism (ARIJ), una organización cuya sede está en Amman, Jordania.

Fuente: http://www.al-monitor.com/pulse/originals/2016/01/palestinian-women-launch-boycott-campaigns.html?utm_source=Al-Monitor+Newsletter+[English]&utm_campaign=4b51717c85-January_11_2016&utm_medium=email&utm_term=0_28264b27a0-4b51717c85-93087681#

Esta traducción se puede reproducir libremente a condición de respetar su integridad y mencionar a la autora, la traductora y a Rebelión como fuente de la traducción.