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Por qué un Estado judío no puede proteger completamente a sus ciudadanos no judíos

Fuentes: 972mag

Traducido del inglés para Rebelión por J. M.

El fracaso de la policía israelí en evitar el asesinato de dos jóvenes hermanas beduinas destaca la arbitrariedad de la ciudadanía y la discriminación de los palestinos bajo la ocupación, independientemente de su calidad de ciudadanos.

La policía israelí

Abir Dandis, la madre de las dos jóvenes halladas muertas en un pueblo beduino no reconocido en el sur de Israel el martes pasado, no es ciudadana israelí. En un mundo más perfecto, su condición de ciudadanía no tendría importancia, teniendo en cuenta que está en una relación abusiva y la vida de sus hijas estaban en peligro inminente.

Pero la policía de Israel era bien consciente de su condición de ciudadana cuando fue a avisarla de sus preocupaciones por la seguridad de sus hijas y pidió ayuda, apenas un día antes de que las dos chicas fueran asesinadas. Como Dandis dijo a la prensa, los policías israelíes ignoraron sus reiteradas denuncias, tanto en las estaciones de Ma’ale Adumim como en Arad, ya que es palestina; probablemente por esto no se sienten responsables de no haber actuado a partir de sus quejas y en cambio la remitieron al Comité de Enlace y Coordinación de Asuntos Civiles y palestinos.

Dandis es de Al-Azaria, una ciudad al este de Jerusalén, en la zona B de Cisjordania. La zona B está bajo la autoridad civil palestina y la autoridad de seguridad israelí, por lo que la policía de Israel tiene, de hecho, la responsabilidad de actuar allí. Por otra parte, el padre de las niñas, que es el principal sospechoso de su asesinato, es un ciudadano israelí. Además de eso, el crimen tuvo lugar dentro de Israel, por lo que de cualquier forma que se mire, la policía de Israel parece ser responsable, y esto es probablemente por lo que los oficiales de alto rango involucrados fueron despedidos de inmediato. Por desgracia, el hecho de que la policía esté ahora asumiendo la responsabilidad no puede retornar a las chicas.

Este terrible asesinato es un excelente ejemplo de cómo los esfuerzos para buscar refugio de la violencia doméstica pueden enredarse y dependen por completo de los difusas y kafkianos lineamientos del conflicto palestino-israelí.

Bajo normas razonables, cualquier persona que viva bajo el gobierno israelí debe ser capaz de buscar la protección de la policía, independientemente de su nacionalidad o residencia. Pero, como señala Amira Hass hoy en Haaretz, Dandis se encontró en el «laberinto jurídico-burocrático creado por los Acuerdos de Oslo». Se trata de un sistema en el que se impide a la policía palestina tomar medidas contra civiles israelíes y la policía israelí está menos que interesada en hacer frente a la delincuencia interna palestina, incluso en las zonas bajo su jurisdicción directa.

Los liberales israelíes a menudo argumentan que los ciudadanos palestinos de Israel – que son discriminados en casi todos los aspectos de la vida civil porque no son judíos, merecen el mismo trato, ya que tienen la ciudadanía. Pero, ¿es realmente posible en un lugar donde casi todos los aspectos de la vida están determinados solo por los intereses nacionales de los judíos israelíes?

Los ejemplos de la discriminación contra los no judíos son abundantes en ambos lados de la Línea Verde. En Cisjordania, las fuerzas de seguridad israelíes se niegan a regular y protegen a los palestinos de la violencia de los colonos. Dentro de Israel, el gobierno está impulsando planes para desplazar a sus propios ciudadanos beduinos para que puedan erigirse asentamientos judíos sobre los restos de sus pueblos.

En ese contexto de la realidad del Estado de Israel, el asesinato de las hijas de Dandis -y el fracaso de la policía israelí en impedirlo- pone de relieve la forma en que el Estado judío ha tenido éxito en el control de compartimentar a los palestinos en Cisjordania. Israel ha tomado todo el poder sobre la tierra y los recursos, pero casi nada de la responsabilidad de proteger a la gente de allí. Esto es esencialmente una definición de facto de la ocupación israelí.

Y después de todo, ¿no tiene Dandis Abir el derecho a que la traten con respeto y dignidad las autoridades israelíes que tienen el control directo sobre su vida, a pesar de que no es una ciudadana? Esta es la razón por la cual el derecho internacional establece que la fuerza de ocupación debe proteger a la población ocupada.

En las Leyes Básicas, Israel se define como un Estado judío. El actual Parlamento está aún debatiendo una nueva ley que priorice el carácter judío de Israel sobre su condición de democracia. Cuando el Estado se define enérgicamente como perteneciente a un pueblo, y no para todos sus ciudadanos, no debe ser ninguna sorpresa que las autoridades israelíes no se sientan responsables de la protección de los palestinos, independientemente de si son ciudadanos.

Fuente: http://972mag.com/why-a-jewish-state-can-never-fully-protect-its-non-jewish-citizens/72174/

rCR