En los últimos días se llevó a cabo un encuentro en Riad, capital del Reino de Arabia Saudita, con el fin de imponer condiciones para eventuales conversaciones entre el actual gobierno sirio y los rebeldes opositores, con el Ejército Libre Sirio (ELS) a la cabeza, quienes pretenden como principal demanda que el Presidente, Bashar al-Assad, […]
En los últimos días se llevó a cabo un encuentro en Riad, capital del Reino de Arabia Saudita, con el fin de imponer condiciones para eventuales conversaciones entre el actual gobierno sirio y los rebeldes opositores, con el Ejército Libre Sirio (ELS) a la cabeza, quienes pretenden como principal demanda que el Presidente, Bashar al-Assad, deje su cargo.
Otro de los pedidos desde los rebeldes se basa en el factor del tiempo, ya que procuran tener seis semanas de negociaciones previas a la fecha en que el Presidente abandone sus actividades.
Recordemos que el ELS forma parte de la guerra civil siria desde los principios de la misma, y siempre ha tenido como objetivo principal conseguir el derrocamiento del presidente. Bashar al-Assad resistió en su cargo pese a los levantamientos populares de la «primavera árabe», comenzados en el año 2010, y ahora continúa su resistencia en el marco de la guerra que atraviesa todo el país.
Desde que Rusia anunció oficialmente su intervención en el conflicto sirio, con el fin de sostener al presidente en su puesto como así también combatir al Estado Islámico (ISIS), el Ejercito Libre Sirio logró contar con el apoyo de los Estados Unidos. Desde Washington, se denomina al ELS como «rebeldes moderados» y se sostiene que es la facción mejor posicionada para suceder a al-Assad, y de esta manera terminar con más de 40 años de dinastía al-Assad.
La comisión que tomará la iniciativa en las conversaciones con el gobierno, estará conformada por 33 miembros repartidos entre personas que representan al Ejército Libre Sirio, la Coalición Nacional Siria, partidarios independientes y un grupo activista declarado pro al-Assad. Claro está que el Estado Islámico no se encuentra incluido en la comisión, ya que es considerada una agrupación de corte terrorista, y todas las demás facciones de la guerra civil pretenden su desmantelamiento.
Por otro lado, al norte del país la alianza kurda-árabe se afianza con el pasar de los días, con la principal meta de combatir a los fundamentalistas islámicos del ISIS. Por esta misma razón, el encuentro llevado a cabo en Riad, decidió dejar afuera de las negociaciones a la facción kurda, ya que consideran que su único objetivo es el terrorismo islámico, y no así el presente político del gobierno sirio.
El cese del fuego es una condición necesaria para comenzar las conversaciones, estipuladas para los primeros días de Enero, pero a la vez, los rebeldes exigen que Bashar al-Assad no obtenga ningún tipo de cargo en futuros gobiernos.
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