En abril de 2011, el Primer Secretario del Partido Comunista de Cuba, Raúl Castro Ruz, habló por primera vez de una eventual reforma a la Constitución cubana. En el VI Congreso del PCC, afirmó que era «parte de las modificaciones requeridas en el plano legal para acompañar la actualización económica.» Esto conduciría a «proponer, en […]
En abril de 2011, el Primer Secretario del Partido Comunista de Cuba, Raúl Castro Ruz, habló por primera vez de una eventual reforma a la Constitución cubana. En el VI Congreso del PCC, afirmó que era «parte de las modificaciones requeridas en el plano legal para acompañar la actualización económica.»
Esto conduciría a «proponer, en su debido momento, la introducción de los ajustes pertinentes en la propia Constitución de la República.» En febrero de 2013, al iniciar su segundo mandato como Presidente, Raúl comentó a la Asamblea Nacional del Poder Popular:
«En concordancia con los acuerdos del 6to Congreso, será preciso armonizar los postulados de la Constitución de la República con los cambios asociados a la paulatina implementación de los Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución.»
«Entre las modificaciones que nos proponemos introducir a la Constitución se encuentra la de limitar a un máximo de dos períodos consecutivos de cinco años el desempeño de los principales cargos del Estado y del Gobierno y establecer edades máximas para ocupar esas responsabilidades.»
«Al propio tiempo, no resulta saludable estar reformulando continuamente la Carta Magna de la Nación y comoquiera que efectuar una reforma constitucional nos tomará necesariamente un tiempo prudencial, ya que si bien algunas cuestiones pueden modificarse por el propio Parlamento, otras más importantes requieren además la ratificación por el voto favorable de la mayoría de los ciudadanos en referendo…»
En marzo de 2016, Homero Acosta, Secretario del Consejo de Estado, declaró que había «llegado el momento histórico en que realidad social y texto constitucional estén divorciados, corresponde encarar un proceso de reforma.»
«La reforma no se lleva a cabo por cambios de generación, ni por criterios doctrinales o académicos, sino cuando los umbrales y límites constitucionales son rebasados y no puedan ser resueltos por vía de la interpretación. No es un proceso al que hay que recurrir frecuentemente, pues la norma constitucional está requerida de una alta dosis de permanencia y estabilidad.»
En marzo de 2018, el diputado de la Asamblea Nacional, José Luis Toledo Santander, presidente de la Comisión de Asuntos Constitucionales y Jurídicos del parlamento cubano, respondió a una pregunta sobre la reforma a la Constitución en un encuentro entre candidatos y electores.
«Como anunció el General de Ejército, se someterá a un proceso de consulta popular para que toda la población tenga oportunidad de conocer lo que se propone, de dar sus opiniones (…) y después (se) definirá en un referéndum.»
«Hay otros temas que, yo creo, hay que también repensar…digamos, la actual composición de la Asamblea. Para el país, es una Asamblea muy grande. (…) Quizás el país podría tener una más pequeña. Pero eso conlleva que nosotros tenemos que estudiar, si se hace, cómo van a ser entonces los niveles de representatividad.»
Toledo Santander había explicado algunas de estas ideas en una conferencia ofrecida en febrero de 2017 en el Capitolio de La Habana sobre el sistema político cubano.
En abril de 2018, Raúl Castro anuncia el inicio concreto de la reforma constitucional en los meses venideros, aclarando que «no pretendemos modificar el carácter irrevocable del socialismo en nuestro sistema político y social, ni el papel dirigente del Partido Comunista de Cuba, como vanguardia organizada y fuerza dirigente superior de la sociedad y el Estado, como establece el Artículo número 5 de la actual Constitución, y que en la próxima defenderemos que se mantenga el mismo Artículo.»