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Prisionero político: Hamas negocia un «gran salto adelante»

Fuentes: The Electronic Intifada

Traducido del inglés para Rebelión por Ricardo García Pérez

El acuerdo de intercambio de prisioneros fue un logro fundamental para Hamas y un gran salto adelante para el pueblo palestino, sobre todo para el movimiento de los presos

Hamas se ha ganado el respeto y la credibilidad por la gestión de un asunto muy complejo. Concretamente, toda la operación se desarrolló en territorio palestino y fue ejecutada durante cinco años, sobre todo en Palestina, bajo unas circunstancias muy complicadas y peligrosas.

El acuerdo llevó alegría a la vida de los prisioneros, a sus familias y a todos los palestinos de Palestina y del exterior. Fue un gozo mezclado con honor, dignidad y el prometedor aroma de la victoria.

Los prisioneros veteranos que no acabaron incluidos en el acuerdo han soportado, junto con sus familias, un dolor y un sufrimiento incalculables. Los prisioneros palestinos y todo el pueblo palestino simpatizan con ellos y comprenden cómo se sienten.

No obstante, es importante subrayar que el padecimiento continuado de los presos restantes no está causado por el acuerdo de intercambio de presos, sino más bien a pesar de él. Está causado por la falta de visión palestina para una liberación tangible y madura en este momento.

Ningún acuerdo carece de limitaciones

La idea de que posponer el canje de prisioneros podría haber mejorado las condiciones del acuerdo, sencillamente, no es cierta. Al contrario, posponerlo habría podido poner en peligro el acuerdo en su totalidad. Este tipo de acuerdos se alcanzan en el momento oportuno. No se pueden acelerar, posponer ni determinar de antemano.

El canje de prisioneros, o cualquier acuerdo de similar naturaleza, no carece de limitaciones. No se puede esperar de un acuerdo que libere a los 6.000 presos que se consumen en las cárceles israelíes. Deberíamos evaluar el éxito o el fracaso de Hamas en función de la siguiente pregunta: ¿consiguió el movimiento agotar todas sus posibilidades antes de firmar el acuerdo? La respuesta es un sí contundente.

El acuerdo, tal como se alcanzó, es resultado de determinada dinámica de poder, y aprobarlo ha sido un acto legítimo y adecuado. En la historia de todas las luchas y movimientos de liberación, incluso entre las victoriosas, hay bajas y víctimas. Eso no resta significación a la victoria.

Ismail Haniyeh, dirigente de Hamas, subrayó un aspecto importante en el discurso pronunciado en Gaza con motivo de la liberación.

      Las fronteras de la Palestina histórica (Gaza, Cisjordania y los territorios de 1948) son las fronteras del acuerdo de intercambio de prisioneros.

      Con resistencia liberamos Gaza. Liberamos la tierra y al pueblo

En realidad, como afirmaba Haniyeh, la resistencia logró lo que ninguna otra vía, como las negociaciones, logró alcanzar o, siquiera, aproximarse a alcanzar.

El fracaso de la «dirección» de Cisjordania

Además de liberar a los presos y a sus familias de la carga y el sufrimiento del encarcelamiento, el intercambio representa otro paso importante. El canje dejó al descubierto en Cisjordania que hay una dirección palestina que no resulta muy prometedora, pues no dispone de una visión o un proyecto real para liberar al resto de los presos políticos.

No es ningún secreto que esa dirección vive bajo la ilusión de que se puede progresar sin ofrecer resistencia, que el progreso emanará de Israel como un gesto de buena fe. La historia de la lucha contra Israel, en todo caso, nos ha enseñado que el Estado sionista no vacilará en cometer ningún delito contra los palestinos, a menos que sea incapaz de llevarlo a cabo o de pagar el precio que suponga. Los presos no serán liberados por las leyes, los tribunales, la misericordia o las negociaciones fútiles.

El acuerdo de intercambio de prisioneros ha establecido un nuevo margen de libertad para los palestinos y un clima de reconciliación nacional. También ha rehabilitado un papel de apoyo de los árabes que había desaparecido con los acuerdos de paz, desde Camp David hasta Oslo y la denominada iniciativa árabe de paz.

Ha reparado el valor de la resistencia y las perspectivas de liberación, reafirmando que lo que se arrebató por la fuerza solo se puede recuperar por la fuerza; que lo que se obtuvo mediante ocupación solo se puede recuperar mediante liberación; y que lo que se consiguió con la desposesión solo se puede restaurar mediante la devolución.

La inclusión de los prisioneros de 1948

La insistencia de Hamas en incluir en el acuerdo de canje de prisioneros a los palestinos que vivían en los territorios de 1948 es un logro estratégico. No es el primer acuerdo, desde el punto de vista cronológico, que incluye a prisioneros de esa zona de la Palestina histórica. Sin embargo, es el primer trato que lo consigue desde los acuerdos de Oslo, o que sienta un precedente para el futuro.

El acuerdo también reveló el papel multiestratégico que el nuevo Egipto puede desempeñar en la liberación de prisioneros y el restablecimiento de los derechos palestinos, si existe voluntad política.

Hamas consiguió aprovecharse de la opinión pública israelí, que presionaba al gobierno israelí para que regresara Gilad Shalit, su soldado apresado. Resistió a la escalada de represión que Israel le infringió a Hamas, al movimiento de los presos y a Gaza.

Después del acuerdo, la gente espera que haya algún tipo de acción por parte de la dirección palestina que esté vinculada al asunto de su liberación. El objetivo es liberar a los prisioneros y no solo mejorar las condiciones de su encarcelamiento.

Ya no es aceptable posponer la cuestión de los presos o dar prioridad a otros asuntos, como sucede con las negociaciones vanas de la Autoridad Palestina, pues están condicionadas a la congelación de la expansión de asentamientos. El marco que rodea a la cuestión de los presos políticos, a saber, que no habrá acuerdo de paz definitivo sin que se ponga en libertad a todos los presos, es prácticamente una estrategia de aplazamiento. Pero los palestinos no quieren que este asunto se postergue porque es una oportunidad acelerada por el acuerdo de canje de prisioneros.

Israel está tomando precauciones para impedir que se capture a sus soldados y para instaurar una política disuasoria que incluye eliminar a dirigentes palestinos, apretar la garra contra los prisioneros y utilizar elementos tecnológicos y de inteligencia. No obstante, ya se han puesto a prueba estos métodos y el pueblo palestino no se ha amilanado.

En todo caso, no deberíamos subestimar los planes israelíes y hay necesidad de elaborar una estrategia palestina que minimice el precio que se paga en la lucha a la vez que se maximizan los beneficios. Esto exige preparación por parte de los palestinos. También hay una necesidad acuciante de que haya un contingente árabe de apoyo y de inversión en el papel de Turquía. Como tanto Egipto como Turquía anhelan una posición de poder regional, pueden contribuir a promover una zona de seguridad, junto con la solidaridad popular palestina, árabe e internacional, capaz de disuadir a Israel, liberar a presos políticos y restablecer los derechos de los palestinos.

Ameer Makhoul es un dirigente de la sociedad civil palestina y preso político en la cárcel de Giboa.

Este artículo ha sido coeditado por al-Akhbar, radicada en Beirut, y traducido del árabe al inglés

Fuente:

http://electronicintifada.net/content/political-prisoner-hamas-deal-great-step-forward/10552#.TrMd53KTzRW