Bashar Assad saldrá indemne de ésta. Como salió de Deraa. Y de Homs. Saldrá indemne de Hula. Lo mismo pasará con la oposición armada al régimen, y con Al Qaeda y cualquier otro grupo que se sume a la tragedia de Siria. Sí, tal vez éste sea el momento crítico, el punto de quiebre del […]
Bashar Assad saldrá indemne de ésta. Como salió de Deraa. Y de Homs. Saldrá indemne de Hula. Lo mismo pasará con la oposición armada al régimen, y con Al Qaeda y cualquier otro grupo que se sume a la tragedia de Siria. Sí, tal vez éste sea el momento crítico, el punto de quiebre
del horror, cuando el colapso baazista se vuelva inevitable, más que probable.
Y sí, puede ser que el querido William Hague, ministro británico del Exterior, esté «!>absolutamente«!>
horrorizado. La ONU también. Todos lo estamos. Pero un centenar de Hulas tapizan Medio Oriente, con sus niños muertos apilados entre las estadísticas, con cuchillos, cuerdas y rifles entre las armas homicidas.
¿Y qué si los soldados de Assad dejaron que la milicia alauita les hiciera el trabajo sucio? ¿Acaso el FLN argelino no usó a las unidades de la «!>guardia de la patria«!>
para asesinar a sus opositores en la década de 1990? ¿Kadafi no empleó el año pasado a sus leales milicianos, y Mubarak a sus drogados ex policías, los baltagi, para arrasar a los opositores al régimen? ¿Acaso Israel no se valió de sus aliados falangistas libaneses para intimidar y dar muerte a sus opositores en Líbano? ¿No fue todo eso también «!>gobernar asesinando«!>
? Y, pensándolo bien, ¿no fueron las fuerzas especiales de Rifaat, el tío de Bashar Assad, las que masacraron a los insurgentes de Hama en 1982? (No digan esto en voz muy alta, porque Rifaat se la vive ahora entre París y Londres.) Entonces, ¿quién cree que Bashar no puede salir indemne de Hula?
El paralelismo con Argelia es estremecedor. Los líderes corruptos del ELN querían una «!>democracia«!>
, hasta organizaron elecciones. Pero una vez que quedó claro que la oposición islamita -el infortunado Frente Islámico de Salvación- vencería, el gobierno declaró la guerra a los «!>terroristas«!>
que intentaban destruir a Argelia. Sitiaron aldeas, bombardearon ciudades -todo en nombre del combate al «!>terror«!>
– hasta que la oposición dio en masacrar civiles en torno a Blida, miles de ellos: bebés con la garganta rebanada, mujeres violadas. Y luego resultó que el ejército argelino también participó en las matanzas. Donde dice Hula lean Bentalha, lugar que todos hemos olvidado, como olvidaremos Hula también.
Y nosotros los occidentales bufamos y resoplamos, y llamamos a los dos bandos en Argelia a mostrar «!>contención«!>
, pero queríamos estabilidad en la antigua colonia francesa -no olvidemos que Siria es un antiguo territorio bajo «!>mandato«!>
francés-, y estábamos muy preocupados de que insurgentes estilo Al Qaeda se adueñaran de Argelia, así que al final Estados Unidos apoyó a los militares argelinos del mismo modo que los rusos apoyan hoy a los militares sirios. Y el FLN salió indemne luego de 200 mil muertos, comparados con los apenas 100 mil que ha producido hasta ahora la guerra en Siria.
Y vale la pena recordar que, enfrentados a la insurrección de la década de 1990, los argelinos buscaron con desesperación países a los cuales acudir en busca de consejo. Escogieron Siria, entonces bajo el imperio de Hafez Assad, y enviaron una delegación militar a Damasco para aprender cómo el régimen destruyó Hama en 1982. Ahora los estadunidenses -que hace seis meses presentaban característicamente a Bashar como un «!>muerto en vida«!>
– prefieren un final tipo Yemen a la guerra en Siria, como si la crisis yemení no fuera lo bastante sangrienta de por sí. Pero remplazar a Assad con un asesino de la misma ralea (la «!>solución«!>
de Sanaa) no es algo que los sirios estén dispuestos a aceptar.
Sí, es una guerra civil. Y sí, Hula podría ser el punto de quiebre. Y ahora la ONU es testigo. Pero el partido Baaz tiene raíces más profundas que la sangre -pregunten a cualquier libanés- y nosotros en Occidente pronto nos olvidaremos de Hula, cuando otra imagen de muerte en YouTube aparezca en nuestras pantallas desde la campiña siria. O desde Yemen. O desde la próxima revolución.
© The Independent
Traducción: Jorge Anaya
Fuente original: http://www.jornada.unam.mx/2012/05/29/opinion/024a1mun