Traducido del inglés para Rebelión por Sinfo Fernández.
La Administración de Prisiones de Israel impidió el pasado sábado que un comité de médicos visitara a la detenida palestina Hana Yahia Ash-Shalabi , de 30 años, tras 18 días consecutivos en huelga de hambre en la prisión de Ha-Sharon, en protesta por la ilegal política de detenciones administrativas. El comité estaba integrado por un grupo de profesionales sanitarios internacionales y palestinos.
El comité declaró que decidieron visitar a Shalabi tras la negativa de la administración de la prisión a examinar su estado o a trasladarla a un hospital ante el deterioro sufrido por su salud.
El comité responsabilizó a Israel de la vida de Ash-Shalabi y exigió que la Cruz Roja Internacional enviara un equipo médico de la Organización para que la examinara.
El tribunal militar isrelí de Ofer supervisó el caso de Ash-Salabi el domingo a fin de discutir el «expediente secreto» presentado por el fiscal militar en su contra. Ni los detenidos políticos ni sus abogados tienen acceso a los expedientes secretos.
El abogado Yawad Boulos, de la Asociación de Prisioneros Palestinos, afirmó que el tribunal militar no iba a celebrar más sesiones y que emitiría su veredicto el domingo o en días sucesivos.
En la sesión del tribunal en la que se anunciará el veredicto participarán funcionarios de la seguridad israelí, el fiscal y el juez; no se permite que el abogado de la defensa esté presente en esa sesión.
Boulos dijo que el comité de defensa había presentado una apelación exigiendo su inmediata liberación después de rechazar todas las afirmaciones presentadas por la fiscalía respecto a supuestos planes para «llevar a cabo ataques contra objetivos militares». La fiscalía insiste en la existencia de un «expediente secreto» contra ella.
Debe mencionarse que la Yihad Islámica en Palestina ha afirmado que dos de sus miembros, encarcelados por Israel, llevan siete días en huelga de hambre en solidaridad con Ash-Shalabi. Se trata de Bilal Thiab y Thaer Halahla, quienes también exigieron a Israel que ponga fin con su ilegal política de detenciones administrativas.
En declaraciones al IMEMC el pasado jueves, Yahia Ash-Shalabi, el padre de Hana, afirmó que su hija ha perdido mucho peso y que apenas puede tenerse en pie debido al deterioro sufrido por su salud. Y mantiene que los mediadores egipcios en el canje de prisioneros deben responsabilizarse de la situación de su hija, según manifestó desde la tienda de campaña que ha instalado frente a su hogar en el pueblo de Borqin.
Ash-Shalabi fue liberada el pasado octubre después de pasar dos años en las cárceles israelíes también bajo prisión administrativa. Su liberación se produjo formando parte del acuerdo para el canje de prisioneros, bajo mediación egipcia, entre la resistencia palestina e Israel. Israel utiliza la detención administrativa para retener a los palestinos sin que medie acusación alguna; esas detenciones pueden durar meses e incluso, en muchos casos, años.
Finalmente, el pasado domingo se emitió sentencia reduciendo la sentencia de Hana de seis a cuatro meses. Las autoridades israelíes denegaron la petición del grupo de apoyo a los prisioneros palestinos, Addameer, para que se arrestara al oficial y a dos soldados acusados de torturar a Shalabi para obligarla a confesar.
El domingo se cumplió el 17 día de huelga de hambre de Hana y a pesar de la decisión anterior, piensa seguir en huelga de hambre. El 23 de febrero, su madre, de 65 años, y su padre, de 67, se unieron a la huelga de hambre en solidaridad con su hija.
Según Adameer, Shalabi fue arrestada el 16 de febrero, menos de cuatro meses después de haber sido liberada el 18 de octubre de 2011, tras dos años en detención administrativa, formando parte del canje de 1.027 prisioneros políticos palestinos a cambio del soldado israelí Gilad Shalit.
Los abogados de Adameer informaron que durante su arresto, Hana y su familia fueron golpeados y acosados por las fuerzas ocupantes israelíes. Tras llevársela al centro de detención Salem, Hana fue sometida a nuevas palizas, humillaciones y maltratos. Como de inmediato se puso en huelga de hambre, la confinaron en solitario como castigo. El grupo exigió que los oficiales israelíes que la acosaron, maltrataron e interrogaron fueran obligados a declarar en el tribunal.
Las autoridades israelíes han acusado a Shalabi de ser miembro activo del movimiento de resistencia de la Yihad islámica, una acusación que ella niega.
Fuente: http://www.imemc.org/article/63103 ; http://www.imemc.org/article/63101