La construcción de una fábrica de cemento en la provincia turca de Osmaniye por parte de la empresa española Grupo Essentium ha levantado protestas de la población local, que denuncia la existencia de restos arqueólogicos aún no excavados en la zona donde se planea la ubicación de la planta. ‘Se quiere construir la fábrica dentro […]
La construcción de una fábrica de cemento en la provincia turca de Osmaniye por parte de la empresa española Grupo Essentium ha levantado protestas de la población local, que denuncia la existencia de restos arqueólogicos aún no excavados en la zona donde se planea la ubicación de la planta.
‘Se quiere construir la fábrica dentro del perímetro de lo que era la antigua ciudad de Hierapolis Kastabala, por eso nos oponemos’, explicó el jueves a EFE Umur Gürsoy, portavoz de la Plataforma Osmaniye Kastabala Contra la Fábrica de Cemento. Esta plataforma engloba a diversas asociaciones y particulares de la provincia, y cuenta con el apoyo de arqueólogos, científicos e intelectuales como el célebre escritor Yasar Kemal, natural de una aldea cercana.
Situada 12 kilómetros al norte de la capital de la provincia de Osmaniye y junto al río Ceyhan (el Pyramos de la Antigüedad), la ciudad de Hierapolis Kastabala fue construida durante el siglo II a.C. y es mencionada como un lugar sagrado de la época por el historiador y geógrafo Estrabón a inicios de nuestra era. Hiérapolis Kastabala adquirió importancia cuando fue incorporada a la provincia de Cilicia durante el Imperio Romano, época a la que pertenecen la mayoría de los restos visibles en la actualidad. ‘Algunos de los monumentos de Kastabala, como calles con columnatas, baños, iglesias o teatros, aún no han sido excavados y no podrán serlo si se construye la fábrica de cemento’, se queja Gürsoy.
El grupo español Essentium adquirió el pasado junio el 88 por ciento de la empresa turca Universal Cimento y anunció la construcción de dos plantas cementeras con una inversión de 400 millones de euros, una de las cuales estaría situada en la provincia de Osmaniye y, tras su puesta en funcionamiento prevista para 2011, produciría dos millones de toneladas de cemento al año. ‘La construcción de la planta cuenta con todos los permisos necesarios. Se han hecho los correspondientes estudios de impacto ambiental en la zona e incluso la Universidad de Estambul hizo su propio estudio arqueológico y ambos demostraron que no había restos arqueológicos en la zona en que se construirá la planta’, rebatió la directora del Grupo Essentium, Susana Monje, en declaraciones a EFE. ‘Nosotros tenemos todo tipo de respeto por los reparos de la gente y estamos actuando con absoluta y total cautela. Por eso hemos abierto un periodo de reflexión para estudiar el proyecto. La construcción no comenzará hasta que haya la seguridad de que no hay enterrado ningún resto arqueológico en la zona’, añadió.
Sin embargo, la plataforma contraria a la construcción de la fábrica ha denunciado el Informe de Impacto Ambiental realizado por el Ministerio de Medio Ambiente de Turquía en sede judicial porque, según Gürsoy, ha ‘ignorado deliberadamente’ las quejas de los vecinos respecto a la presencia de restos arqueológicos. Gürsoy afirmó también que la presencia de una planta cementera y sus desechos tendrá efectos perjudiciales en la salud de los habitantes de la zona, en los fondos arenosos del río Ceyhan y en la vecina reserva de aves de Kirmitli.
‘Estos señores van en contra de los intereses de la región porque se trata de una inversión en la provincia que proveerá puestos de trabajo’, se lamentó Monje sobre las actuaciones de la plataforma, aunque reconoció que su empresa estudia ‘otra ubicación dentro de la provincia de Osmaniye’ para la polémica planta. ‘Nosotros no estamos en contra de la fábrica de cemento sino de que se construya en ese lugar previsto’, concluyó el portavoz de la plataforma vecinal de Osmaniye.
Web de la plataforma Kastabala y campaña contra la fábrica de cemento (en turco y en inglés)
Grupo Essentium (en español, inglés y chino)