Los vecinos de una localidad del este de Siria se manifestaron ayer por tercer día consecutivo para reclamar la salida de los rebeldes yihadistas del Frente al-Nosra, que acaba de crear una administración paralela islamista en la región. Protestas contra la implantación de la ley islámica, de un Consejo religioso y de una policía religiosa […]
Protestas contra la implantación de la ley islámica, de un Consejo religioso y de una policía religiosa para gestionar los asuntos en Mayadine.
La información fue suministrada por el opositor Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), con sede en Londres
Esta organización informó de que la policía religiosa desfilóhace cuatro días en la ciudad, suscitando las protestas. Un vídeo amateur distribuido por esta ong muestra un importante convoy de coches a bordo de los cuales los rebeldes yihadistas hacen ondear banderas islamistas. «Las protestas muestran que los habitantes del este sirio no acogen favorablemente la sharia», señaló el presidente del OSDH, Rami abdel Rahmane.
«La verdad es que el fanatismo tiene poco lugar en Siria, aunque el régimen intente hacer creer al mundo que un triunfo de la revuelta llevaría a los islamistas radicales al poder», señaló.
También islamistas aunque en principio no rigoristas, los Hermanos Musulmanes hicieron un llamamiento al mundo árabe y musulmán a una semana de solidaridad con el pueblo sirio con motivo del segundo aniversario del inicio de la revuelta, el 15 de marzo.
Parálisis mundial
La ONG Handicap International denunció ayer la «repugnante parálisis de la comunidad internacional» en torno al conflicto sirio, que entra ya en su tercer año. Médicos Sin Fronteras ya denunció hace días la situación humanitaria catastrófica y llamó a un acuerdo político.
Acuerdo político que defiende Rusia, que insistió en que suministrar armas a la oposición armada siria constituiría una «flagrante violación de la legalidad internacional».
Arabia Saudí
Por otro lado, Arabia Saudí desoyó todas las peticiones de clemencia de la comunidad internacional y organizaciones de derechos humanos y ejecutaron ayer a los siete jóvenes condenados a muerte por robo a mano armada, a pesar de que dos de ellos eran menores de edad cuando se cometió el delito.
Las ejecuciones, previstas inicialmente el 5 de marzo, fueron aplazadas una semana por el príncipe Faisal bin Khaled, gobernador de la provincia de Asir, supuestamente para la revisión del caso.
Los amigos y familiares de los siete condenados -que tenían entre 16 y 20 años cuando fueron detenidos- aseguraron hace una semana que les había obligado a confesar delitos que no habían cometido. Organizaciones como AI y Human Rights Watch (HRW) también mostraron su convencimiento de que los jóvenes habían sido torturados y de que el juicio había estado plagado de irregularidades.
Arabia Saudí aplica la pena de muerte a delitos como el robo a mano armada, la violación, la muerte, la apostasía y el tráfico de drogas, entre otros.
Faltan verdugos
Tres días antes, un comité compuesto por representantes de los ministerios de Interior, Justicia y Sanidad se reunió para valorar la posibilidad de sustituir las decapitaciones por fusilamientos debido a la falta de verdugos. El comité argumentó que la decisión, de ser adoptada, no violaría la «sharia» (ley islámica) y podría empezar a aplicarse cuando sea necesario, según el diario «Al Youm». «Esta solución parece práctica, especialmente a la luz de la falta de verdugos oficiales o su tardía llegada al lugar de la ejecución. El objetivo es evitar la interrupción de los acuerdos de seguridad», explicó.
Fuente original: http://gara.naiz.info/paperezkoa/20130314/mundua