Traducido del inglés para Rebelión por Sinfo Fernández.
[Diyarbakır, enero 2016. Imagen via Wikimedia Commons.]
Diyarbakir, 23 de febrero de 2016:
Estoy en el distrito de Suriçi con Lale Mansur, Zeynep Tanbay, Ferhat Tunç, Ayşegül Devecioğlu, Bahri Belen y Dilek Gökçin. Nos vamos a reunir con Sibel Yiğitalp, diputada por Diyarbakir del Partido Democrático del Pueblo (HDP), que observa de forma constante cuanto ocurre en Sur. La Sra. Yiğitalp puede hablar de vez en cuando con las familias que se encuentran allí. Están sufriendo continuos bombardeos. Hay pequeñas partículas que caen sobre el lugar en que nos hallamos.
Escuchamos las conversaciones telefónicas con las personas que se han refugiado en los sótanos. Habla Remziye:
«Esto es un infierno. Conseguimos salir de nuestra casa y llegar a la barriada de Savaş, creo que es la barriada de Sava. No hay agua. Estamos en el sótano de una casa. Los pisos superiores se han hundido bajo las bombas, el techo puede derrumbarse en cualquier momento. Dos de mis hijas tienen varicela. No puedo llevarlas al hospital. No me atrevo a salir fuera. Hay francotiradores por todas partes. Es como un apocalipsis.»
Escuchamos voces de niños por el teléfono:
«Una de mis hijas tiene diez años, la otra ocho. Sus nombres son Sevbin Topal y Beritan Topal, que es la que habla ahora. Está aquí conmigo mi vecina Melek. Tiene también un niño de ocho años con ella.»
«¡Boom! ¡Corre mamá!»
Después escuchamos a Sevbin:
«Me siento mal. No paran de caer bombas. Tengo diez años, nací en 2006, mañana es mi cumpleaños. Mi hermana no para de llorar, sigue gritando: ‘boom, mami, corre’. Yo también tengo miedo. Los bombarderos vienen hacia nuestra casa. Moriremos bajo el edificio, nadie verá nuestros cuerpos. Mi madre está muy nerviosa. Aquí hace frío. El helicóptero arroja bombas cuando ve humo, por eso no nos atrevemos a utilizar la estufa. Salvénnos si pueden. Si no lo hacen, nos matará la policía o nos mataremos nosotras mismas…»
Duele tanto escuchar a una niña de diez años decir que va a matarse…
Exigimos que se abra un corredor humanitario que esté bajo observación de un grupo de civiles
Hoy vamos a reunirnos de nuevo con las autoridades para intentar convencerlas de que abran un corredor para los civiles atrapados, los heridos y los niños. Visitamos la oficina del gobernador y manifestamos nuestras demandas de crear un pasaje seguro para las personas atrapadas. Para impedir que se dispare contra ellas cuando suban de los sótanos, deben poder salir en grupos y necesitan que un grupo de observadores «inspeccione» la operación. Es decir, necesitan un corredor humanitario.
Los parlamentarios del Partido Verde se reúnen al mismo tiempo con el gobernador. Cuando salimos de esa oficina, se nos dice que habrá un alto el fuego entre las 16:00 y las 17:15 horas; que la gente puede salir durante ese tiempo. También anuncian esto en su página web. Nos reunimos con los parlamentarios de los Verdes en Sur. Los diputados del HDP Sibel Yiğitalp, Ziya Pir, Feleknas Uca y Gültan Kışanak, el vicealcalde y miembros del partido están allí observando lo que sucede. Los familiares de las personas atrapadas se acercan también a nosotros.
Los bombardeos se inician cuando se supone que la gente puede salir de los sótanos
Celebramos una breve reunión para discutir cómo pueden salir los civiles a las 16:00 horas. El copresidente del HDP en Diyarbakir explica:
«La gente de Sur está refugiada en los sótanos de tres barriadas. Hay allí al menos 120 personas. Hemos conseguido los nombres de algunos de ellos. Hay alrededor de quince niños con menos de diez años. El gobernador ha aceptado un alto el fuego de sólo una hora. No es posible sacar a los heridos en tan poco tiempo. La gente tiene miedo de que les traten como si fueran combatientes armados. Ese miedo les impide salir.»
Comprendemos que es difícil hacer que la gente salga si no se siente segura.
Los bombardeos se reinician en Sur a las 16:15 horas, cuando se le ha dicho a la gente que puede salir fuera. ¿Cómo diablos esperan las autoridades que las personas dejan los sótanos bajo un bombardeo? Seda Aslan se acerca, la hija de Saniye Surer se encuentra en un sótano con sus tres hijos. Conseguimos conectar con ella por teléfono. Saniye grita:
«¡Tratan de matarnos aquí dentro. Están bombardeando. ¿Cómo vamos a salir? Están arrojando gases dentro. Siguen gritando que nos ‘rindamos’!»
Quiero hacerles a las autoridades esa misma pregunta. ¿Cómo puede la gente salir fuera bajo un intenso bombardeo, sin ninguna presencia civil, sin nada en lo que puedan confiar? Si crees que las vidas de la gente y de los niños son realmente importantes, tienes que encontrar y poner en marcha un mecanismo que les haga sentirse seguros para poder salir. Parad el fuego al menos cuatro o cinco horas, permitid que nos acerquemos allí como grupo civil para pedir a la gente que salga. No puedes resolver la cuestión kurda matando a la gente de Sur. Bien al contrario, sólo va a servir para extender las semillas de una ira y odio que será difícil de erradicar durante muchos años.
Dejadnos ayudar para que esa gente salga viva. El Estado no perderá nada si hay un grupo civil involucrado. Esa medida puede facilitar el comienzo del diálogo que tanto necesitamos estos días. ¡Dejadnos propagar las semillas del diálogo en Amed!
[Este artículo se publicó originalmente en turco en T24. Su autora lo tradujo al inglés.]
Nurcan Baylan es una activista y escritora de Diyarbakir. Con anterioridad estuvo trabajando en el PNUD durante diez años. Sus trabajos actuales se centran en la pobreza, desarrollo y otros aspectos de la cuestión kurda, incluyendo la emigración forzosa, la reconciliación y las fuerzas paramilitares.
Fuente: http://www.jadaliyya.com/pages/index/23941/can-the-kurdish-question-be-settled-by-killing-peo
Esta traducción puede reproducirse libremente a condición de respetar su integridad y mencionar a la autora, a la traductora y a Rebelión como fuente de la misma.