Recomiendo:
0

¿Qué va a ser lo siguiente, Abbas?

Fuentes: Al Ahram Weekly

Traducido del inglés para Rebelión por Sinfo Fernández

El obvio fracaso del Presidente de la Autoridad Palestina (AP) Mahmoud Abbas en la última visita efectuada a Washington ha tenido amplios ecos por toda la sociedad palestina, haciendo que muchos intelectuales y expertos aconsejen a Abbas que «abandone» o, al menos, deje de ponerse a la entera disposición de la administración estadounidense. Algunos críticos llaman incluso a desmantelar la AP y abandonar la estrategia de la solución de los dos estados a favor de la solución de un único estado democrático para todos sus ciudadanos.

Tras su reunión con el Presidente Bush en la Casa Blanca de hace dos semanas, Abbas admitió, abierta y sinceramente, ante los periodistas que no había conseguido que la Administración Bush se comprometiera a presionar a Israel para que detuviera la avalancha de nuevos asentamientos en Jerusalén Este y en Cisjordania. La intensa campaña de expansión de asentamientos desafía descaradamente los esfuerzos de paz llevados a cabo por EEUU, incluida la Hoja de Ruta, respaldada por el Cuarteto, así como la conferencia de Annapolis del pasado año.

Por su parte, los israelíes niegan que estén incumpliendo sus compromisos o promesas. Los dirigentes israelíes sostienen que sólo están satisfaciendo las necesidades de viviendas motivadas por el «crecimiento natural» de los asentamientos existentes. Citan también un «acuerdo» privado recogido en una carta que el Presidente Bush había enviado al anterior Primer Ministro Ariel Sharon, en virtud del cual se daba luz verde a Israel para que continuara extendiendo los asentamientos sin tener en cuenta las conversaciones de paz con los palestinos.

La administración Bush se ha mostrado reticente a reconocer ese supuesto «acuerdo». Sin embargo, su perenne negativa a formular algún reproche a Israel por su continuada colonización de la tierra palestina pone de relieve la extensión de la connivencia israelo-estadounidense contra los intereses palestinos y revela la hipocresía de los cálculos políticos estadounidenses respecto a la cuestión israelo-palestina.

Fuentes palestinas próximas a las negociaciones entre Israel y la AP de la pasada semana informaron que, en muchas ocasiones, los negociadores israelíes se enfrentaron a sus homólogos palestinos sacando a relucir una serie de «promesas» escritas y «cartas» de la administración Bush por las que ésta le daba todo tipo de seguridades a Israel de que, cuando menos, los principales asentamientos judíos quedarían integrados en Israel en el contexto de un acuerdo sobre el estatuto final con los palestinos. Por lo tanto, según los negociadores israelíes, no había justificación para las «vociferantes» protestas palestinas cada vez que Israel decidía incorporar más unidades prefabricadas a los asentamientos en Cisjordania.

Según se informa, Abbas se había sentido muy enfadado también por el rechazo del Presidente Bush a comprometerse con la necesidad de que cualquier «estado» palestino que se pudiera crear se estableciera en el cien por cien de los territorios ocupados por Israel en 1967. Para los dirigentes palestinos, las implicaciones del rechazo de Bush son tan claras como penosas, a saber: que ya pueden dejar de soñar con un completa y total retirada de Israel de Cisjordania y Jerusalén Este.

Según fuentes del círculo más inmediato a Abbas, el dirigente de la AP se ha sentido «traicionado» y «decepcionado» por la administración Bush. «Pensamos que había una única alternativa, y que esa alternativa era la Hoja de Ruta», dijo un funcionario de la AP a Al-Ahram Weekly bajo anonimato. «Pero lo que ha resultado es que la administración Bush había estado ofreciendo a Israel, por detrás nuestro, todo tipo de seguridades y promesas que violan y anulan la esencia de la Hoja de Ruta».

Al preguntársele qué es lo que la AP iba a hacer ahora, el frustrado funcionario dijo: «Le mentiría si le dijera que conozco la respuesta».

El Weekly preguntó al antiguo funcionario de la AP Hatem Abdul-Qaser por su punto de vista sobre lo que haría la AP ante la negativa estadounidense a presionar a Israel para que detenga la expansión de asentamientos en Cisjordania. «Creo que ya es hora de todos nosotros, incluido el Presidente Abbas, nos demos cuenta de que, probablemente, es demasiado tarde ya para poder crear un estado palestino», dijo. «Todas las conversaciones de paz con Israel no parecen haber sido más que un fiasco gigantesco: un fracaso total y una inmensa mentira».

Como muchos funcionarios de Fatah y de la AP, Abdul-Qader cree que Abbas se enfrenta a un auténtico dilema al tener que elegir entre apaciguarse consiguiendo que EEUU se comprometa con la causa palestina, o reconstruir la unidad nacional palestina con Hamas, lo que enfurecería a Israel y a EEUU y podría conducir a la reinstauración de las sanciones estadounidenses contra la AP. «Está claro que las conversaciones con Israel están en punto muerto. Está también claro que Israel está utilizando el enfrentamiento nacional entre Fatah y Hamas para imponernos sus condiciones», dijo Abdul-Qaser.

«Todas las promesas y compromisos que nos había hecho la administración Bush se han evaporado», continúa Abdel-Qader. «EEUU está sólo dándose el gusto de prolongar un proceso plagado de engaños con el objetivo de que Israel consiga el tiempo necesario para construir más asentamientos y hacer que la tarea de crear un estado viable palestino se convierta en una quimera inalcanzable».

Preguntado por lo que él le aconsejaría a Abbas que hiciera a la luz de las hundidas perspectivas de lograr algún avance antes de que finalizara 2008, Abdul-Qader dijo que aconsejaría al Presidente de la AP que «se centrara a nuestra situación interna y que dejara de perder el tiempo en inútiles charlas con Israel. Abbas debería ser lo suficientemente valiente como para decirles a los estadounidenses que no está dispuesto a sacrificar los supremos intereses nacionales palestinos en aras de los intereses israelíes y estadounidenses».

Abdul-Qader añade que para que Abbas sea capaz de decir «No» a EEUU e Israel, Hamas «tendrá que dar el primer paso y aceptar la Iniciativa Yemení». Fatah podría facilitar ese encuentro absteniéndose de «poner condiciones previas imposibles de cumplir para llegar a la reconciliación nacional».

Anteriormente, la pasada semana, los funcionarios de Hamas en la Franja de Gaza hicieron un llamamiento a Abbas para que «sacara las pertinentes conclusiones» del «desaire» recibido en Washington. «Pedimos al Presidente Mahmoud Abbas que deje ya de buscar agua en el espejismo estadounidense. Le urgimos a que se comprometa inmediatamente y dé pasos tangibles que conduzcan al restablecimiento de la unidad nacional. Sólo mediante la unidad nacional podemos recuperar nuestros derechos y salvaguardar los intereses vitales de nuestro pueblo».

Abbas no ha dicho ni una palabra sobre lo que va a hacer después, aparte de continuar las conversaciones con Israel. Hani Al-Masri un importante analista político de Ramallah, dijo al Weekly que el dilema de Abbas «viene fundamentalmente provocado por el hecho de que carece de un plan B». Abbas «confió demasiado y durante un tiempo excesivo en los estadounidenses. Debería haber explorado otras alternativas frente a este infructuoso proceso».

«Debería extender su mano hacia Hamas y restablecer la unidad nacional palestina, con independencia de las reacciones israelíes y estadounidenses. Debería acabar con este fútil proceso bajo cuya rúbrica Israel está liquidando la causa palestina», añadió Al-Masri.

Al-Masri reconoce que si Abbas estuviera dispuesto a cortar con el supuesto «proceso de paz», EEUU e Israel utilizarían todas las sanciones que estuvieran a su alcance, incluido matar de hambre a la población palestina, para conseguir que vuelva a ponerse en la cola. «Pero a la larga, los EEUU tendrán que aceptar el fait accompli [*]. Después de todo, si nos mantenemos unidos, el mundo entero, incluidos los estadounidenses, tendrán que respetarnos. La pelota está en nuestro campo y en el de nadie más».

N. de la T.:

[*] Fait accompli: hecho consumado.

Enlace con texto original en inglés:

http://weekly.ahram.org.eg/2008/895/re1.htm