Toneladas de explosivos lanzados por las fuerzas genocidas israelíes contra la población civil de Gaza (según expertos equivalente a 3 bombas atómicas como las utilizadas contra Hiroshima y Nagasaki en 1945, en la 2ª Guerra Mundial) no fueron suficiente suficientes para detener los lanzamientos de misiles de fabricación casera por parte de Hamas (movimiento islamista […]
Toneladas de explosivos lanzados por las fuerzas genocidas israelíes contra la población civil de Gaza (según expertos equivalente a 3 bombas atómicas como las utilizadas contra Hiroshima y Nagasaki en 1945, en la 2ª Guerra Mundial) no fueron suficiente suficientes para detener los lanzamientos de misiles de fabricación casera por parte de Hamas (movimiento islamista de resistencia), ni mucho menos para asesinar a sus líderes y diezmar a sus aliados tácticos de las organizaciones laicas palestinas: el Frente Popular para la Liberación de Palestina (FPLP), el Frente Democrático para la Liberación de Palestina (FDLP) y el Partido Comunista de Palestina (PCP).
Los bombardeos indiscriminados asesinaron a más de 2.140 palestinos, en su mayoría civiles (mujeres y niños), e hirieron a otras 11.000 personas. También destruyeron casi la totalidad de la infraestructura civil educativa, hospitalaria e industrial. Miles de viviendas gazatíes fueron destruidas y dañadas. A pesar de todo, los palestinos no se han doblegado ante el poder bélico de Israel y siguen resistiendo. Es precisamente esto lo que no pueden explicarse los sionistas. Los palestinos, aun en las peores condiciones generadas por las constantes agresiones israelíes, el bloqueo y la traición de las tiranías árabes del Golfo (fundamentalmente de Arabia Saudita y Qatar) se resisten a entregar sus territorios a los usurpadores sionistas.
En el terreno ocurren situaciones impredecibles. Los golpes de Hamas contra Israel no fueron nada comparables a los daños humanos y materiales causados por éste último en Gaza, sin embargo han generaron un daño psicológico en los colonos sionistas inesperado o subestimado por los estrategas del régimen de Israel. Hoy los israelíes vuelven a experimentar los mismos traumas de ansiedad que sufrieron durante las últimas aventuras bélicas israelíes en 2006 contra el Líbano y en 2008 contra Gaza.
La ilusión de seguridad por la supuesta inexpugnabilidad que brindaba el sistema «escudo de hierro» se evaporó. El tan publicitado sistema israelí anti-misilístico no fue tan efectivo como se esperaba frente a una lluvia de misiles de fabricación artesanal (Katiucha). Resultó ser más efectiva la publicidad que el sistema mismo.
Los israelíes quienes tienen mucho que perder, han comenzado a cuestionar a la actual dirigencia sionista por el fracaso en Gaza. Mientras que los palestinos, que no tienen nada que perder porque ya lo han perdido todo, celebran la nueva tregua.
Según la encuesta publicada por el Canal 2 de la televisión israelí el lunes, la tasa de aprobación del Primer Ministro israelí Benjamín Netanyahu cayó desde el 82% al 38% desde el inicio de la guerra. Las críticas a Netanyahu y al Ejército israelí se han multiplicado. La mitad de los entrevistados calificó de «mala» su gestión del conflicto. Tanto Netanyahu, como el Ministro de Defensa Moshe Yaalon y el jefe de Estado Mayor Beni Gantz, se han convertido en los blancos de esta campaña [1].
Sin embargo, los dirigentes sionistas, quienes saben mucho sobre el arte de la manipulación, ahora pretenden calmar las críticas con más «pan para el circo» de los disociados y fundamentalista sionistas. En efecto, Netanyahu ha ordenado confiscar nuevas tierras palestinas por un total de 300.000 metros cuadrados a los propietarios de Nablus, en el norte de Cisjordania [2] y el secuestro de varios cuadros del FPLP que se encontraban en la misma región.
Entre los secuestrados por el régimen sionista se encuentran Ahmad al-Haj Muhammad Abu al-Nimr y Zahi Khatatba que fueron detenidos en la ciudad de Nablus Furik, mientras Kamal Ibrahim Abu Tharifa, Youssef Abd al-Haq Shaddad y Abu Salama Moussa fueron detenidos en Nablus. Hamayil Amjad, de 37 años, fue detenido en su casa en Beta Durante la redada. En Jenin, las fuerzas israelíes detuvieron Fadaa Zugheibi al-Muhammad al-Zugheibi, Abdullah al-Afif, Alam Sami Masad y Jaafar Abu Salah. Mustafa Orabi Nakhla, o Abu Wadee, fue detenido cerca del campo de refugiados de al-Jalazun en el norte de Ramallah [3].
Por su parte, la dirigencia palestina de Al Fatah alcanzó un acuerdo con los líderes de Hamas para iniciar los trámites necesarios en razón de exigir la intervención de la Corte Penal Internacional (CPI) para que sean juzgados los líderes sionistas por los crímenes de guerra cometidos en Gaza. Sin embargo, los dirigentes sionistas no temen a la CPI. Ellos confían en la efectividad de sus lobby´s para hacer que EE.UU. y sus cipayos europeos bloqueen en el Consejo de Seguridad de la ONU y otros espacios internacionales cualquier posibilidad de acción de aquella corte.
Vale recordar que Israel, al igual que EE.UU., no ratificó el tratado que permitió la creación de la CPI, el 17 de julio de 1998, como único organismo judicial internacional encargado de perseguir y condenar los más graves crímenes de guerra, masacres y genocidios cometidos por individuos o Estados.
Entonces, ¿quién venció a quién? ¿Hasta cuándo durará la tregua en Palestina?
Para desgracia de la humanidad, la respuesta es cruel. Venció la muerte. Venció el Complejo Militar Industrial estadounidense. Mientras los bolsillos de los contribuyentes estadounidenses perdieron, los mercaderes de la guerra y la muerte (sionistas y neoconservadores) ganaron millones de dólares sacrificado a miles de palestinos.
Israel no ha reconocido la existencia del pueblo palestino, y ha irrespetado la propia Resolución 181 de Naciones Unidas (de 1947) que dividió a la histórica Palestina en dos Estados, entregando solo una parte de ese espacio (52% de Palestina) a los europeos de religión judía que llegaron a ese país huyendo del Holocausto nazi.
Vale recordar que los líderes históricos sionistas como David Ben Gurion (1886-1973), Menjamen Begin (1913-1992) y Golda Meir (1898-1978), quienes ostentaron el cargo de primer ministro, al igual que los actuales, Ehud Ólmert, Benjamín Netanyahu, entre otros, han dejado claro que no reconocerán la creación de un Estado llamado Palestina porque, según ellos, «los palestinos nunca han existido».
La reciente «tregua» alcanzada en Palestina será similar a las otras «treguas» que se produjeron en el pasado: el régimen sionista la interpreta como «un descanso merecido» para las tropas asesinas, que durará el tiempo necesario para calmar a la opinión pública mundial y para reponer el inventario armamentístico agotado en esta última aventura criminal.
Israel derrochó más de 2.500 millones de dólares en los 50 días que duró la agresión contra Gaza (en razón de 60 millones diarios) [4] sin lograr alcanzar aquellos objetivos, un monto muy cercano a casi la totalidad de lo que recibe anualmente por parte de EE.UU para su defensa. Pero otros nuevos 3.000 millones de dólares en armas [5] espera recibir Israel de parte de EE.UU. el próximo año 2015.
El futuro de palestina seguirá dependiendo de la resistencia de su pueblo y de los cambios geopolíticos que puedan suscitarse en aquella convulsionada región del planeta.
Fuentes:
[1] Critican por fracaso a Netanyahu. http://www.abna.ir/spanish/service/middle-east/archive/2014/08/28/633984/story.html
[2] Israel ordena confiscar más tierra a los palestinos. http://hispantv.com/detail/2014/03/31/265775/israel-ordena-confiscacion-tierras-cisjordania
[3] Secuestrados por el régimen sionista. http://www.tercerainformacion.es/spip.php?article73108
[4] Israel gasta 60 millones de dólares diarios en la agresión a Gaza. http://elcomercio.pe/mundo/oriente-medio/israel-gasta-us-60-millones-diarios-guerra-gaza-noticia-1751765
[5] Ayuda militar de EE.UU. a Israel. http://www.correodelorinoco.gob.ve/economia/por-que-ee-uu-le-entrega-millones-ayuda-militar-a-israel/
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