Los enfrentamientos sangrientos se multiplican en Palestina y particularmente en la Franja de Gaza. El pueblo palestino y sus amigos presencian impotentes lo que podría ser el preludio, si no de una guerra civil, por lo menos de un abrasamiento mortífero entre facciones armadas aliadas a Fatah y Hamas. Los responsables de esta situación, que […]
Los enfrentamientos sangrientos se multiplican en Palestina y particularmente en la Franja de Gaza. El pueblo palestino y sus amigos presencian impotentes lo que podría ser el preludio, si no de una guerra civil, por lo menos de un abrasamiento mortífero entre facciones armadas aliadas a Fatah y Hamas. Los responsables de esta situación, que beneficia solamente al ocupante, se arriesgan a provocar la muerte de numerosos palestinos y a nuevas destrucciones que se añadirán a las -innumerables- perpetradas por el ejército israelí.
Existen, ciertamente, causas internas atribuibles a Palestina: el error estratégico de los acuerdos de Oslo y el reconocimiento unilateral de Israel por los palestinos sin contraparte y sin el compromiso israelí de retirarse de los territorios ocupados en 1967. Sean cuales sean las esperanzas que se suscitaron entonces hay que reconocer que no desembocaron sino en la expansión de la colonización, haciendo cada día más ilusoria la existencia de un Estado palestino viable; la toma de posesión en los Territorios de una Autoridad Palestina sin autoridad real, consagrando, gracias al prestigio de Yasser Arafat, la concentración de los poderes en manos de Fatah de Túnez en detrimento de las otras tendencias palestinas, de los resistentes del interior y de los refugiados en el extranjero, particularmente de los campos de refugiados del Líbano; la negativa por parte de Fatah de reconocer su derrota después de las elecciones legislativas, la incapacidad de Hamas en adoptar una línea clara permitiendo la unión del pueblo palestino, de definir una estrategia para la liberación nacional, de asumir todas las consecuencias de su participación en los comicios; la dificultad de la izquierda palestina para unirse y proponer una alternativa.
Pero existe ante todo la responsabilidad de Israel, los Estados Unidos, Europa y los países árabes enfeudados a los EEUU quienes, negándose a reconocer los resultados de las elecciones que habían sin embargo reclamado y supervisado, jugaron de forma voluntaria a la política de lo peor imponiendo un terrible embargo y condenando al hambre al pueblo palestino. En la actualidad presionan a Mahmud Abbas y a Fatah para que tomen decisiones que no pueden sino empeorar la situación y alejar la posibilidad de liberación de Palestina.
Si mañana, como consecuencia del terrible sufrimiento del pueblo, Palestina se divide entre un «Hamas-land» en Gaza (que será fácil de aislar y destruir – ¿por qué no por medio de una invasión conjunta de Israel, Egipto y la comunidad internacional para «restablecer el orden»?), y una serie de bantustanes «autónomos» (enclaves incomunicados entre si) en Cisjordania (es decir estrechamente controlados por el ejército de ocupación), Israel habrá alcanzado totalmente sus objetivos y podrá mostrar que Palestina no puede existir como estado independiente.
En Francia, el Gobierno y la UMP (partido político del presidente Chirac y del candidato a la presidencia Sarkozy), pero también el Partido Socialista, comparten una misma responsabilidad. Desde hace años niegan el derecho de los palestinos a la resistencia y han dejado perpetrar la política israelí de colonización de Palestina y de destrucción sistemática tanto de la sociedad como de las infraestructuras palestinas. Igualmente se niegan a establecer sanciones contra Israel, culpable de reiterados crímenes de guerra.
Los dos candidatos principales a las elecciones presidenciales apoyan a Israel, aceptan la construcción del muro como un «mal necesario» y participan en la colonización aceptando que empresas francesas contribuyan a su planificación. Se niegan también a reconocer los resultados de las elecciones, aprueban el embargo a los Territorios palestinos y el boicot político del Gobierno palestino.
——————————- En España, el gobierno:
– prepara el 20 aniversario del establecimiento de relaciones diplomáticas con Israel cuando sigue sin existir un Estado palestino.
– no apoya en el marco de la Unión Europea el cese del Acuerdo de Comercio Preferente con Israel.
– realiza compras y ventas de material militar con Israel.
– participa en el embargo contra el Gobierno palestino y toda la población palestina al haber suspendido las subvenciones a la Autoridad Palestina.
Traducción Palestina Lliure