Traducido por Umberto Mazzei
Con los ojos fijos en Egipto, hay consenso en que estamos asistiendo a un despertar global. Hipnotizados por las multitudes, los informes de los medios de comunicación y los análisis de ‘expertos’, hemos dejado de pensar críticamente – no somos capaces de formular la pregunta correcta: ¿Por qué los medios de comunicación en los EE.UU., el aparato de propaganda del Estado y los grupos de interés, se unen para condenar el líder egipcio – el aliado más servil de Estados Unidos e Israel?
Es evidente que no sufrimos de una memoria a corto plazo en este país – lo que sufrimos es una pérdida total de memoria.
Tendemos a olvidar que hace más de un año, los actores políticos en Estados Unidos y las naciones aliadas tenían pleno conocimiento de que el Hosni Mubarak de Egipto sufre una enfermedad letal.. Sabiendo que su reinado llegaba a su fin, idearon un plan para compensar la pérdida inevitable del apoyo incondicional de Mubarak. El plan se puso en marcha para ayudar a organizar un levantamiento que beneficie a sus intereses. La idea es apoyar un levantamiento para colocar en Egipto otro aliado sin levantar sospechas. No sólo Estados Unidos se verían así como una fuerza benevolente que actúa de buena fe, en lugar de su política hipócrita, y, lo que es quizás más importante para quienes mandan, los intereses de Israel serían servidos – otra vez – a expensas del mundo árabe.
Quién podría darse cuenta? Parece que el público ha caído en la trampa.
Los ‘Expertos’ de los medios atribuyen las protestas en Egipto a dificultades económicas. Citan el desempleo y la excesiva pobreza egipcia, tratando de hacernos creer que «las redes sociales» de Estados Unidos, Tweeter en particular, han servido para organiza y ayudar las protestas. Se nos quiere hacer creer que esos egipcios que lloran por el alto precio del trigo, tienen teléfonos celulares y acceso a las redes de media social. Se supone que debemos creer que los egipcios pobres, hambrientos y desempleados se rebelan contra su destino usando ‘Twitter’ y hablando en inglés.
Prescindiendo del escaso acceso a la tecnología moderna, se nos manda creer que el conocimiento del Inglés de 80 millones de egipcios sea tan bueno que puedan «tweetear», usando sin problema las abreviaciones y acrónimos del Tweeter. También, habremos de creer que todo Egipto está ocupado ‘twiteando» en árabe, aunque Twitter no se preste más al uso del árabe de lo que se presta al persa.
Cuando el líder de la oposición iraní, Mir-Hossein Mousavi comparó el levantamiento en Egipto a las protestas postelectorales del 2009, en Irán, hay un punto que es verdad. Ambas protestas han tenido una fuente externa. Durante las protestas del 2009 en Irán, los mensajes en «tweeter» se remontaban hasta Israel1. Los rumores y el apoyo a la «oposición», fue iniciado en Occidente, con la Oficina para Teherán, a la que está asociada la estadounidense PBS. Hasta un escritorio de CNN fue creado para dar cobertura total a las protestas.
Estados Unidos lleva 30 años socavando el gobierno de Irán. Los medios establecidos han contribuido a demonizar al régimen. ¿Por qué ahora esos medios tratan a este tirano obediente de la misma manera? Los medios establecidos, así como la «izquierda oficial» presentan informes sobre las protestas en Egipto durante todo el día. Es importante preguntarse por qué.
Durante décadas, el gobierno norteamericano y sus aliados aplastaron los nacionalistas de la región en favor de dictadores propios. Mossadegh de Irán, un nacionalista laico, elegido democráticamente como Primer Ministro de Irán, fue destituido con golpe de Estado urdido por la CIA porque nacionalizó el petróleo de Irán y luego se colocó al Sha en el poder. Esta intervención política llevó a la revolución de 1979, cuando Estados Unidos perdió un títere valioso en la región.
Del mismo modo, la nacionalización del Canal de Suez por el patriótico Nasser, en Egipto, precipitó hechos que llevaron a la eventual instalación del régimen títere de Mubarak.
Pero Mubarak ahora se está muriendo. Temeroso de perder ese aliado importante que es el Egipto de Mubarak, la élite política en Estados Unidos han emprendido un riesgo calculado: ponerse del lado de los egipcios para promover la «democracia» – con la esperanza de poner en su lugar uno de los suyos. ¿Qué tan probable es que logren en Egipto, lo que no pudieron en Irán? ¿Podría ser que la aprensión por el futuro de Egipto, donde lo más importante es su alianza y subordinación a Israel, haga jugar la opción Premio Noble?
Entre los neoliberales, hay una nueva ola de pensamiento que tiene la idea de promover la «democracia» («El imperialismo liberal») para desarrollar la hegemonía del imperialismo. La idea hace hincapié en el «carácter de la dirigencia política». Aparece así una oleada de libros sobre las «transiciones democráticas» centrado en el carácter del líder con las ideas correctas. Se pone énfasis en líderes exitosos como Vaclav Havel, Nelson Mandela o Lech Walesa, para promover a líderes propios en los lugares de interés.
Estos neoliberales creen que la transición hacia la democracia requiere enfocar las estrategias políticas a la introducción de» indeterminación» e «incertidumbre» en el proceso de cambio político que, pensando con optimismo, haría enraizar la» democracia». Fue así como se distinguió con premios a algunos laureados: Shirin Ebadi, El Baradei, Obama, Liu Xiaobo …
El Sr. ElBaradei, ex jefe del OIEA y Premio Nobel, en su discurso de aceptación aplaudió la violación del Tratado de No proliferación nuclear -TNPN- cuando elogió el acuerdo nuclear de Bush con la India – una violación del TNP. Se dejó pasar las violaciones al acuerdo de Corea del Sur, aliado [de Estados Unidos] durante su supervisión, así como las de Egipto.
Luego, en violación del espíritu del TNPN, permitió que se refiriera ilegalmente a Irán al Consejo de Seguridad de la ONU. El Sr. ElBaradei ha demostrado ser digno de la confianza de Estados Unidos – como es alguien con quien se puede contar, merecía un Premio Nobel. Ahora ya anunció que está listo para competir por la presidencia de Egipto.
Aunque no tenga el apoyo de los manifestantes (sin duda lo de ponerlo bajo arresto domiciliario le dará un impulso), el retorno de ElBaradei a Egipto permite a los políticos estadounidenses hablar de ambos lados de la boca – apoyar los derechos de los manifestantes, mientras apoyan a su aliado. ¿Cómo les puede ir mal? Los procesos del pensamiento en este país (y en otras partes) es guiado y controlado por los principales medios de comunicación y por los expertos, muchos de ellos neoconservadores. Curiosamente, los medios de comunicación de 24/7 y sus expertos se han mantenido alejados de El Baradei y su detención.
Tristemente, la elite política de Estados Unidos ama la ciencia de Einstein, pero ignora su sabiduría. Cuando Einstein alertó a Franklin Delano Roosevelt sobre la posibilidad de un arma nuclear hecha por los alemanes, fue escuchado y se allanó el camino para el Proyecto Manhattan. Estados Unidos creó el arma mas atroz para el asesinato en masa y la dejó caer sobre cientos de miles de ciudadanos japoneses en el nombre de la paz. Lamentablemente, cuando en Oriente Medio y en África reaccionan a décadas de políticas neo-colonialistas de los Estados Unidos, la definición de Einstein de la locura – «hacer lo mismo una y otra vez y esperar resultados diferentes» – es más aplicable que nunca.
Estados Unidos (y sus aliados) ha practicado la misma condenable política exterior por varias décadas, cada vez esperando un nuevo resultado. Esta locura política se manifiesta cuando los tomadores de decisiones siguen interfiriendo en la soberanía de otros países – convencidos de que pueden seguir engañando a toda la gente todo el tiempo. Su caos controlado se les puede ir de las manos y entonces, después de los «dolores» de la dominación neo-colonial, puede que presenciemos el nacimiento de un nuevo orden mundial.
Soraya Sepahpour-Ulrich tiene un grado en Diplomacia Pública de la USC Annenberg para la Comunicación y Periodismo. Ella es investigadora independiente y escritora enfocada hacia la política exterior de EE.UU. y el modo como los grupos de presión influyen en esa política exterior.
Fuente: http://www.informationclearinghouse.info/article27383.htm