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“Existe una química total entre el liderazgo espiritual y el liderazgo de los colonos”

Rabinos extremistas rechazan la paz con los palestinos

Fuentes: Amanecer del nuevo siglo

En los últimos años, se ha desarrollado en Israel una peligrosa simbiosis entre los líderes políticos de los colonos y los rabinos que han predicado durante décadas en contra de cualquier compromiso territorial con los palestinos y han tratado de dar una justificación religiosa a la ilegal ocupación israelí de los territorios palestinos. «Existe una […]

En los últimos años, se ha desarrollado en Israel una peligrosa simbiosis entre los líderes políticos de los colonos y los rabinos que han predicado durante décadas en contra de cualquier compromiso territorial con los palestinos y han tratado de dar una justificación religiosa a la ilegal ocupación israelí de los territorios palestinos. «Existe una química total entre el liderazgo espiritual y el liderazgo de los colonos,» declaró Lior Kalfa, jefe del consejo local de colonos de Neve Dekalim.

Siguiendo las enseñanzas del Rabino Abraham Yizhak Hacohen Kook, el primer rabino jefe de Palestina, que falleció en 1935, los fanáticos líderes sionistas y algunos rabinos sostenían que el establecimiento de un estado judío en Palestina significaría un paso adelante hacia la llegada de la era mesiánica. Cuando Israel consiguió el control de Cisjordania, Gaza, Jerusalén Este, la Península del Sinaí y los Altos del Golán en la Guerra de 1967, los sionistas religiosos interpretaron este hecho como una prueba de la autenticidad de su teología. Ellos comenzaron entonces a trasladarse hacia las colinas de Cisjordania y se consideraron los herederos de los pioneros sionistas que habían establecido granjas colectivas -o kibbutzim- para apoderarse de la «tierra bíblica de Israel.» Los rabinos han ganado influencia a través de la burocracia religiosa estatal y de las yeshivas, escuelas y seminarios religiosos que están financiados con fondos públicos. En la vida privada de los fieles,
  los rabinos son consultados en todos los asuntos, desde las disputas maritales hasta los problemas de tipo médico.

El creciente poder de los rabinos ha provocado un cisma entre el campo laico y el ultra ortodoxo en Israel, según ha sido reconocido por Yigal Kaminetski, rabino jefe de Gaza y uno de los líderes del Partido Nacional Religioso. «Esta disputa es entre los que creen que Israel fue creado como un refugio para los judíos, como Herzl, y aquellos que, como yo, creemos que estamos en Gaza por voluntad de Dios y que estamos cumpliendo una tradición profética establecida en la Biblia hace 2.000 años.»

Varios rabinos prominentes, tales como Abraham Shapira, uno de los líderes del movimiento de los colonos, hicieron un llamamiento a los soldados para que se negaran a cumplir las órdenes de evacuación. Algunos de ellos aconsejaron incluso a los soldados israelíes que no volvieran a sus puestos en el ejército después del permiso de la Pascua judía. Shapira dijo que el edicto de estos rabinos contra la retirada de Gaza resultaba obligatorio para «todos los judíos», «soldados y civiles», y añadió que cualquiera de ellos que dejara de obedecerlo no sería perdonado, «ni en esta vida ni en la próxima.»

El antiguo rabino jefe Mordechai Eliyahu, que también había pedido a los soldados israelíes que no obedeciesen las órdenes de obligar a los colonos a evacuar los asentamientos de Gaza, clarificó poco después su postura señalando que los militares israelíes debían decir que aceptaban la orden, pero que no eran capaces de cumplirla porque ello significaba «expulsar a judíos.» Él añadió que tal acto sería «una ofensa contra la Torah.» Eliyahu hizo también un llamamiento a sus seguidores para que boicotearan las compañías que estuvieran vinculadas a la retirada israelí de Gaza. «No es apropiado adquirir los servicios de empresas que están tomando parte en la expulsión de judíos,» señaló. Además, en una carta dirigida a los rabinos del asentamiento de Gush Katif, añadió que estaba rezando para que el gobierno se echara atrás con respecto a su decisión de retirarse de Gaza. Sin embargo, Dios parece haber ignorado la súplica de este rabino fanático.

Algunos de los 120 rabinos del Ejército israelí hicieron llamamientos similares. El 7 de agosto, las autoridades israelíes procesaron a un rabino militar, el teniente Amital Barel, que había pedido a las tropas que se negaran a tomar parte en la evacuación de Gaza, lo que podría significar, según una fuente militar, el primer procesamiento de un rabino judío.

Los dos rabinos jefes de Israel, Yonah Metzger y Shlomo Amar, declararon también que estaban en contra del plan de retirada, pero insistieron en que los militares tenían que obedecer las órdenes de evacuar los asentamientos. Sin embargo, en una entrevista con el Canal 2, evitaron criticar a los rabinos que habían realizado llamamientos a desobedecer las órdenes. En respuesta a la pregunta de si ellos se oponían al plan de retirada, el rabino Metzer contestó: «¿Qué judío está a favor? Nadie puede estar a favor, pero existe una cruda realidad. Por decisión del gobierno y la Knesset, la ley ha sido aprobada y esta ley nos obliga a todos.» Por su parte, el rabino Amar afirmó: «No hay día en que no rece al Altísimo para que haga un milagro y no decrete que la Tierra de Israel sea dividida de nuevo. Rogaremos que no haya una retirada, pero si este hecho nos viene por el Señor, lo aceptaremos en silencio.»

Además, los directores de los seminarios religiosos realizaron sermones en los que llamaban a los estudiantes a reunirse en Gaza, en abierto desafío a las órdenes del gobierno que restringían la entrada en la Franja a los que no residieran en los asentamientos. En las manifestaciones de protesta, ellos compartieron el podio con políticos de la derecha y con los líderes de las comunidades de asentamientos en Gaza y Cisjordania. «Hay decenas de miles de personas que quieren oír la voz de los rabinos,» afirmó Israel Zeira, un colono de Cisjordania que dirige un seminario religioso en Tel Aviv, al diario Christian Science Monitor. «Como resultado, los rabinos han determinado qué línea debe seguir nuestra lucha.»

Los asentamientos israelíes en los territorios palestinos son homogéneamente ortodoxos en lo referente a su observancia religiosa y fieramente derechistas en lo tocante a su perfil político. Ahora, tras su fracaso en Gaza, algunos rabinos extremistas han comenzado a realizar llamamientos en favor del establecimiento de un «estado de los fieles» gobernado por la Torah y la Halaja (Ley Judía) dentro de sus comunidades, según señaló el rabino Eliezer Melamed. Sin embargo, estos llamamientos que proceden del sector nacional religioso serán probablemente ignorados por la principal comunidad ultra ortodoxa de Israel, los Haredim, que únicamente se interesan en política con el fin de asegurar que las autoridades continúan destinando fondos del presupuesto estatal para sus yeshivas y no quieren arriesgar sus vidas luchando por territorios. De hecho, sus representantes votaron en favor de la retirada de Gaza en la Knesset.

Significativamente, los llamamientos de los rabinos fueron ignorados por la mayoría de los israelíes, que se declaran en un 80% laicos o tradicionales. Según los medios israelíes, dos tercios de la opinión pública del país apoyó la retirada de Gaza. Los llamamientos de los rabinos a violar la ley sobre la retirada de Gaza y cualquier otra orden que sirviera para ejecutarla entraron también en conflicto con la decisión del Tribunal Supremo de ratificar la constitucionalidad de la legislación de la Knesset. Esta decisión fue apoyada por 11 de los 12 miembros del tribunal.

A pesar de los informes que apuntaban a que un número significativo de soldados israelíes podrían negarse a obedecer la orden de retirada, en realidad, sólo dos lo hicieron. En lugar de ello, los militares israelíes parecieron sentirse asqueados por el uso político que los colonos hicieron de sus hijos durante los enfrentamientos. Otros se indignaron por los insultos e incitación en su contra que tuvieron que padecer. «No conozco a un solo jefe de batallón que acceda a enviar al estudiante de una yeshiva a un curso de oficiales después de esto,» manifestó un alto oficial israelí.