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Relato del trabajador de la Media Luna Roja que sobrevivió a otra masacre perpetrada por Israel

Fuentes: Voces del Mundo [Foto: Funerales celebrados en Gaza el 31 de marzo por ocho trabajadores de la Media Luna Roja Palestina asesinados por las tropas israelíes (Hani Alshaer/Anadolu)]

El 30 de marzo los cadáveres de más de una docena de profesionales de primeros auxilios palestinos fueron hallados en una fosa común en la ciudad meridional de Rafah. En una guerra ya definida como uno de los ataques más mortíferos de la historia contra periodistas y cooperantes, la masacre causó conmoción en toda Gaza. Los equipos de rescate descubrieron los cadáveres de 13 paramédicos palestinos -ocho de la Media Luna Roja y cinco de la Defensa Civil Palestina, encargados de proteger y asistir a los civiles-, así como el de un miembro del personal de las Naciones Unidas. Tres días antes se había descubierto el cadáver de un trabajador de la Defensa Civil, con lo que el número total de trabajadores de emergencias y asistencia asesinados asciende a 15. Uno de los paramédicos de la Media Luna Roja, Asaad Al-Nasasra, sigue desaparecido.

En medio de lo que las Naciones Unidas han descrito como una «política concertada para destruir el sistema sanitario de Gaza», la Cruz Roja y la Media Luna Roja dijeron que era el ataque más mortífero contra sus trabajadores en cualquier parte del mundo desde 2017. La Defensa Civil de Gaza, igualmente, lo calificó como «una de las masacres más atroces» de las que han sido testigos.

«Nos dispararon directa y deliberadamente», dijo Munther Abed, el único paramédico superviviente conocido, en una entrevista con Drop Site News. Relató que su ambulancia estaba claramente marcada como vehículo médico y tenía las luces encendidas como indicación adicional. «El coche está claramente marcado con ‘Palestinian Red Crescent Society 101’. El número del coche estaba claro y el uniforme de la tripulación también, así que ¿por qué nos dispararon directamente? Esa es la cuestión».

En un vídeo grabado el 30 de marzo por la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA, por sus siglas en inglés), se ve cómo desentierran los cadáveres y los introducen en bolsas blancas para cadáveres. «Uno a uno, fueron alcanzados, fueron asesinados», dice desde el lugar Jonathan Whittall, funcionario de la OCHA. «Sus cuerpos fueron recogidos y enterrados en esta fosa común». Añadió que la fosa estaba marcada por la luz de emergencia de una ambulancia.

Los médicos murieron pocos días después de que Israel rompiera el alto el fuego en Gaza el 18 de marzo, con implacables y brutales ataques por aire y tierra, que desde entonces han matado a más de 1.200 palestinos. El asalto israelí a Rafah el 23 de marzo fue un día especialmente caótico y sangriento para la población civil.

Testimonio de testigos presenciales

A primera hora de la mañana del día de la masacre Abed dijo que él y dos de sus colegas, Mustafa Khafaja y Ezz El-Din Shaat, fueron enviados a una casa del oeste de Rafah que había sido bombardeada. «Salimos en nuestro coche y fuimos directamente al lugar del atentado», explicó Abed. «Nuestro coche era inconfundible: la luz de la sirena funcionaba, las luces exteriores e interiores estaban encendidas».

Estaba sentado en la parte trasera de la ambulancia mientras Khafaja y Shaat iban en la parte delantera, dijo, cuando recibieron un intenso fuego directo de las fuerzas israelíes. Abed se tiró al suelo de la furgoneta. «No oía ningún sonido ni palabra de mis compañeros. Lo único que oí fue su último suspiro antes de morir», dijo.

«De repente, oí a gente a mi alrededor hablando en hebreo. Entonces, abrieron la puerta y entraron las fuerzas especiales. Los reconocí por sus uniformes», recordó. «Me sacaron a rastras del coche y me llevaron a la arena cercana. Me torturaron y me golpearon». Dijo que, después de esto, no pudo ver mucho porque siguieron hundiéndole la cara en la arena y luego lo llevaron a otro lugar no muy lejano. Según dijo, las fuerzas israelíes lo arrojaron a una zanja y lo golpearon repetidamente con sus rifles.

Tras perder el contacto con ellos, la Media Luna Roja envió a otros tres equipos de ambulancias para ayudar a sus colegas, pero poco después de las 7.30 horas anunciaron que también habían perdido el contacto con los demás equipos. Un equipo de la Defensa Civil de Gaza había intentado llegar al lugar también para ayudar a los otros profesionales de primeros auxilios, pero también perdieron el contacto con ellos poco después.

Abed seguía cerca y dijo que entonces llegaron al lugar vehículos de Defensa Civil. «Se acercaban vehículos de protección civil, así que él [el soldado] disparó directamente contra ellos. Después de eso, me trasladó a otro lugar, me puso detrás de una pared, y vi matrículas rojas… No podía ver la escena, pero oí disparos».

Pasaron horas en las que estuvo retenido con otros civiles, dijo. A la mañana siguiente, el lunes, pudo ver el lugar al que él y sus compañeros habían llegado por primera vez. «Empezaron a llegar tanques, cuadricópteros, drones y vehículos. Rodearon todo el lugar y cavaron un gran hoyo. Aplastaron y enterraron todos los coches, los de la Media Luna Roja y los de la Defensa Civil. Lo enterraron todo y lo cubrieron de arena».

Las imágenes por satélite del 23 de marzo publicadas por Al Jazeera muestran los vehículos de emergencia blancos agrupados a un lado de la carretera en el oeste de Rafah aproximadamente a las 11 de la mañana, con varios tanques israelíes en los alrededores. El martes 25 de marzo, las imágenes por satélite del mismo lugar mostraban el terreno marcado con bandas de rodadura oscuras que cubrían la zona, y los vehículos eran menos visibles que antes. En las imágenes del martes, una barrera de tierra o arena estaba ahora en la carretera, bloqueando el acceso al lugar.

Tras ser detenido y maltratado durante horas, Abed dijo que finalmente fue liberado después de que los soldados le dijeran que habían comprobado su identidad con el Shin Bet, la agencia de seguridad interior de Israel. Con Rafah bajo órdenes de evacuación, dijo que caminó descalzo hasta Jan Yunis.

«Después de ser torturado y golpeado, me dieron muchas ganas de irme de este lugar». Es el único superviviente conocido de la masacre.

Aumento de los desplazamientos

El 23 de marzo la Media Luna Roja hizo repetidas peticiones al ejército israelí para que permitiera a los equipos de rescate acudir en ayuda de sus colegas heridos, pero se las denegaron. Esto marcó el comienzo de un retraso de casi una semana hasta que el ejército israelí aprobó finalmente el acceso al lugar.

En los días transcurridos entre el 18 de marzo, cuando el ejército israelí reanudó sus bombardeos de tierra quemada y el asalto terrestre, y el 23 de marzo, más de 140.000 palestinos fueron desplazados por la fuerza. Pero la situación empeoró para los residentes del oeste de Rafah ese domingo, con decenas de miles de personas obligadas a huir ante la intensificación de los ataques israelíes y las confusas órdenes de desplazamiento del ejército israelí.

Las fotografías y los vídeos de los periodistas que se encontraban ese día en Rafah documentaron escenas demasiado familiares de palestinos que huían a pie con las pertenencias que podían llevar a la espalda y en carros. Muchos describieron cómo las fuerzas israelíes disparaban a los civiles que huían. «Era la definición misma del infierno. Los detalles son como los horrores del Día del Juicio Final», dijo a Drop Site el periodista Mustafa Jabr, que había estado ese día en la zona de Tal al-Sultan, en el oeste de Rafah. «Tiroteos. Heridos. Todo el mundo corriendo, viejos y jóvenes, niños. Los ancianos se quedaron atrás porque no podían andar y la gente corría. El bombardeo de artillería fue a nuestra izquierda y a nuestra derecha».

Munther Abed vio a niños que habían recibido disparos mientras él estaba detenido: «Entre los niños y las mujeres, había una madre con su hijo pequeño, un mártir, con un disparo en el pecho. Otra estaba con su hija pequeña, también con un disparo en el pecho».

Muchos residentes de Rafah ni siquiera se habían enterado de las órdenes de evacuación del domingo. Alaa Hassan, de 23 años, contó a Drop Site que estaba terminando de trabajar cuando él y sus compañeros se dieron cuenta de que su edificio estaba rodeado por fuerzas israelíes. «Nos sorprendió un cinturón de fuego frente a nosotros y varios proyectiles de artillería, así como misiles de aviones de guerra y disparos de cuadricópteros». Contó que cuando uno de sus compañeros llegó a la puerta, las tropas de tierra le dispararon. «Le sacamos, empezamos a atenderle inmediatamente y le practicamos primeros auxilios para detener la hemorragia».

En un vídeo que Hassan compartió con Drop Site, puede verse a su compañero, Mohammed, siendo sujetado por otro compañero. Había sangre en el suelo, y fuera se oían disparos y aviones. Intentar conseguir ayuda médica en ese momento resultaba imposible debido al ataque a los paramédicos, según Hassan. «En ese momento, llamé a la Media Luna Roja para pedir ayuda. Nos sorprendió que nos informaran de que las ambulancias estaban cerca del cuartel y que las fuerzas de ocupación las habían rodeado». Al final pudieron huir y reunirse con sus familiares, dijo, y también llevar a Mohammed para que lo trataran en Jan Yunis. «Nos fuimos sin nada, dejando atrás todo lo que teníamos».

En los días siguientes, las fuerzas israelíes atacaron repetidamente a civiles. Salma Kaddoumi, periodista que se encontraba en el oeste de Rafah el miércoles 26 de marzo, contó a Drop Site que ese día los tanques israelíes dispararon contra las tiendas de los desplazados. El equipo de la ONU que formaba parte de las misiones de rescate de los equipos de emergencia también fue testigo de cómo se disparaba a civiles ese mismo día cuando intentaban huir en Rafah occidental. En un vídeo grabado desde el interior del convoy de la ONU, se ve el cuerpo de una mujer herida delante del vehículo de la ONU, mientras un funcionario pregunta por radio si se puede localizar a la civil. Antes de que los funcionarios de la ONU en el coche puedan responder, las imágenes muestran a dos civiles que se acercan al cuerpo antes de correr y caer al suelo. «Otros a los que han disparado», repite una persona en el coche.

El jueves 27 de marzo los equipos de la OCHA, la Media Luna Roja y Defensa Civil pudieron llegar brevemente al lugar y encontraron el cadáver del oficial de Defensa Civil que había dirigido su misión de rescate, Anwar al-Attar. Según la Defensa Civil, su cuerpo se encontraba desmembrado. «Encontramos nuestros coches, nuestros vehículos y los vehículos de la Media Luna Roja en la zona del cuartel», declaró al día siguiente el portavoz Mahmoud Basal en un vídeo publicado en Internet. «Les bombardearon y dispararon a lo bestia, lo que confirma que algo malo les ha ocurrido a nuestros equipos». Los equipos se vieron obligados a abandonar la zona antes de poder seguir buscando.

Finalmente, el domingo, una semana después del ataque, los equipos pudieron llegar de nuevo al lugar y recuperar los cadáveres de los demás paramédicos, excepto el del médico de la Media Luna Roja que sigue desaparecido, Asaad Al-Nasasra. El lunes, después de que Abed dijera que vio los vehículos de emergencia aplastados y enterrados, dijo que también vio cómo retenían a Asaad.

«La última vez que vi a Asaad, se hallaba en la fosa en la que estábamos. Los soldados nos rodeaban. Estaba atado, tenía los ojos vendados y le habían quitado toda la ropa excepto los calzoncillos. Esa fue la última vez que lo vi», dijo Abed. «No sé qué le pasó después».

El vídeo del equipo de la OCHA muestra los vehículos de emergencia completamente aplastados y con los equipos desenterrando los cadáveres de la fosa. En una declaración, Basal dijo que la fosa tenía entre dos y tres metros de profundidad, y que todos los paramédicos habían sido ejecutados. «A uno de ellos le quitaron la ropa de la parte superior del cuerpo y a otro lo decapitaron», según Basal. «Al menos dispararon 20 balas contra el que menos heridas presentaba». Un analista forense que examinó cinco de los cadáveres declaró a The Guardian: «En todos los casos se habían disparado múltiples balas, excepto en uno, que no se pudo determinar debido a que el cuerpo había sido mutilado por animales como perros, dejándolo casi como un simple esqueleto.» 

Trabajadores de la Media Luna Roja Palestina lloran a sus compañeros asesinados por las tropas israelíes mientras sus cuerpos son llevados al Hospital Nasser en Jan Yunis el 30 de marzo de 2025 (Foto de Abdallah F.s. Alattar/Anadolu).

Inacción internacional

El jueves, un portavoz militar israelí declaró que se abriría una investigación sobre el ataque. Esto siguió a declaraciones anteriores en las que los militares afirmaron que «las IDF no atacaron una ambulancia al azar» y que hubo vehículos que «avanzaron de forma sospechosa» y sin luces de emergencia hacia las tropas terrestres el 23 de marzo. Los militares israelíes también declararon que habían matado a miembros de Hamás, entre ellos Mohammad Amin Ibrahim Shubaki, pero su cadáver no se encontraba entre los recuperados en el lugar.

El ejército israelí no respondió inmediatamente a las preguntas enviadas por Drop Site News sobre el ataque.

El ejército israelí ha atacado repetidamente a trabajadores médicos, hospitales y cooperantes a lo largo de la guerra, alegando sin pruebas verificadas que Hamás trabaja u opera desde instalaciones médicas o forma parte de convoyes. El mismo día del ataque a los paramédicos en Rafah, el ejército israelí bombardeó el Hospital Nasser en Jan Yunis, matando a un chico de 16 años y a Ismail Barhum, miembro del buró político de Hamás que estaba recibiendo tratamiento médico.

«La presencia de actividad militar en instalaciones sanitarias, si se confirma, puede dar lugar a la pérdida del estatus de protección de la propia instalación, pero no del personal médico ni de los pacientes», declaró a Drop Site Francesca Albanese, relatora especial de la ONU para los Territorios Ocupados. «En los últimos 18 meses, Israel no ha presentado pruebas creíbles de actividad militar o presencia significativa de combatientes en los hospitales que ha tomado como objetivo y a menudo ha destruido. El resultado ha sido la muerte de más de 1.000 trabajadores sanitarios, mientras que otro número significativo ha sido detenido y a menudo torturado, a veces hasta la muerte».

La coordinación previa entre los convoyes médicos y de ayuda y el ejército israelí tampoco ha garantizado la seguridad. El 29 de enero de 2024, las tropas israelíes atacaron y mataron a dos paramédicos de la Media Luna Roja que se dirigían a salvar a Hind Rajab, de cinco años, en la ciudad de Gaza. La ruta de la ambulancia había sido coordinada y aprobada por el COGAT, según la Media Luna Roja y el COGAT. En un informe de mayo de 2024, Human Rights Watch documentó ocho ataques contra convoyes de ayuda previamente coordinados en los que murieron al menos 31 trabajadores humanitarios y civiles con ellos, incluido un ataque en abril de 2024 en el que murieron siete trabajadores humanitarios de World Central Kitchen.

Pero incluso después de más de un año de guerra, el ataque contra los trabajadores médicos del 23 de marzo fue especialmente impactante. En una rueda de prensa desde Gaza el miércoles, Whittall dijo que era «muy emblemático del punto al que hemos llegado en Gaza. Lo que está ocurriendo aquí desafía la decencia, la humanidad y la ley. Es una guerra sin límites».

Para Munther Abed, lo que vivió aquel día sigue atormentándole.

«Me encanta trabajar como paramédico y ayudar a la gente. Mis compañeros son como mis hermanos, mi segunda familia», dijo Abed refiriéndose a sus colegas asesinados. «Esta no es la primera violación, ha habido muchas antes. ¿Dónde está nuestra protección según el derecho internacional humanitario?».

«Cuando duermo, siempre me asaltan pesadillas de lo que presencié».

Kavitha Chekuru es una periodista y cineasta independiente.

(Sharif Abdel Kouddous, Zaki Awadallah y Jawa Al Muzaiel contribuyeron a este artículo).

Texto original: Drop Site News, traducido del inglés por Sinfo Fernández.

Fuente: https://vocesdelmundoes.com/2025/04/05/relato-del-trabajador-de-la-media-luna-roja-que-sobrevivio-a-otra-masacre-perpetrada-por-israel/