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Repasadores, sistema educacional cubano y calidad de la enseñanza: Una polémica que aún no termina

Fuentes: Cuba X dentro

Por estos días un tema circula a la velocidad del viento por la red. Opiniones van y vienen tanto de aquellos que saben de buena tinta lo ocurrido por ser protagonistas de él, como de otros que conocemos porque de cierta forma lo vivimos, pero no formamos parte de la raíz del asunto. A decir […]

Por estos días un tema circula a la velocidad del viento por la red. Opiniones van y vienen tanto de aquellos que saben de buena tinta lo ocurrido por ser protagonistas de él, como de otros que conocemos porque de cierta forma lo vivimos, pero no formamos parte de la raíz del asunto.

A decir verdad, debo confesar que escribir este comentario no formaba parte de mis intereses, pues solo pretendí en un primer momento verter mis opiniones sobre el tema en uno de los artículos que leí, pero varias eran las ideas que asomaban a mi mente y mis manos no se detenían mientras escribía, por lo que me di cuenta de que necesitaba exponer mi criterio al respecto.

¿El detonante de esta explosión? Ese lo encontramos en el artículo La hora de los repasos, publicado en el periódico Granma el pasado viernes 11 de octubre bajo el sello de la periodista Lissy Rodríguez Guerrero. Como secuelas hasta ahora visibles de este trabajo, podemos encontrar De maestros y repasadores, publicado por el bloguero Ruslán Olivares en su bitácora El Colimador, El Granma vs los repasadores del también bloguero Yohan González en Desde mi ínsula, Educación cubana: entre el Granma, la metáfora y los tiros al aire de Luis Ernesto Ruiz Martínez, profesor de la Universidad de Ciencias Pedagógicas «José de la Luz y Caballero» de Holguín y Metáfora del modo subjuntivo, este último perteneciente a mi colega, el estudiante de periodismo Darío Alejandro Escobar, quien titula su blog Un Guajiro ilustrado.

Volviendo a la esencia del asunto de los repasadores, Cuba, nuestro sistema educacional y la calidad de nuestra enseñanza -tema objeto de mi análisis- hay que destacar que si bien es cierto que la educación en nuestro país hoy tiene dificultad y que nuestros profesores -como mismo otros profesionales- cuentan con salarios que no alcanzan para satisfacer las necesidades básicas, considero que no debemos dejarnos llevar por algunas pasiones y comparar elementos que no tienen por qué ser directamente proporcionales.

El caso de que un profesor -si es que la imagen publicada por Darío Alejandro fue real, aunque el hecho por muy lamentable que nos parezca puede ocurrir- utilice un espacio como el aula para «compartir» con sus educandos contenidos fútiles como un video pornográfico, es a todas luces bochornoso, completamente anti ético y provoca entre otras muchas reacciones, el deslustre de los profesionales de esta área, pues nadie dirá que el profesor tal o más cual es el que se dedica a este tipo de actividades, sino que los profesores cubanos utilizan este tipo de práctica.

Pensar que acciones de este tipo responden al bajo nivel adquisitivo de un profesor cubano -cosa que vuelvo a repetir no niego- me parece sobredimensionado, pues a nadie -que sepa yo a menos que sea uno de esos pagados para sabotear nuestro sistema- le remuneran más por degradar el nivel cultural de sus estudiantes o por crearle conductas completamente incultas. Sin embargo, creo que la base de que problemas como estos surjan en nuestras aulas responde más bien, a la selección de las personas que llegan a los pedagógicos y que luego graduamos. ¿Son el talento y la vocación aspectos que se tienen en cuenta para elegir a los futuros «educadores» -digo si logramos alcanzar tan sublime categoría-?

Defiendo fervientemente que es hora ya de pensar en lo capital que resulta formar profesionales de la educación como una tarea de especial atención, por lo que no puede ser para los que lo soliciten en última opción y mucho menos, para aquellos a los que no les llegó otra carrera y deciden incorporarse con el único objetivo de complacer a los padres obsequiándoles un título universitario y de paso, ganar algún que otro dinero por eso.

¿Emergentes? Tal vez, -pero aclaro que me refiero a tiempo cuando el criterio esté justificado- pero con calidad, los mejores expedientes, los que tengan vocación, los que cuenten con buena trayectoria y si es posible un aval que los respalde. Gracias a dios, al menos ya hemos rectificando el camino y no hablamos de PGI -Profesores General Integrales- esos que debían saber de todo aunque en realidad no sabían de nada, y que conste que no los incluyo a todos, porque como toda regla siempre hay excepciones y conozco -especialmente porque estudiaron conmigo- algunos ejemplos que llegaron ahí por vocación, por amor y que hoy son excelentes en su desempeño.

Pero pensándolo bien, si antes dije que no podíamos decir que la causa de que la baja calidad educacional se imponga cada vez más en nuestras escuelas y que se suceden hechos tan despreciables como el del video que comentábamos no era para nada la situación financiera de los profesores, ahora me retracto hasta cierto punto -aunque mantengo que una cosa no es directamente proporcional a la otra- pues si los profesores no fuesen tan mal retribuidos en comparación con la sacrificada, admirable e importante labor que realizan, entonces más personas valiosas optarían por esta carrera y no pensaría como yo hace 7 años en el momento de decidir la profesión que me acompañaría el resto de la vida: me gusta pero no vale la pena, el esfuerzo es mucho y la compensación muy poca.

Ahora que quede claro, que si en algo estoy en desacuerdo con algunos y coincidiendo con lo expresado por la periodista Lissy Rodríguez y por el profesor Luis Ernesto, es que resulta completamente discordante que un profesor repase por dinero a sus propios discípulos al salir de la escuela, porque eso sería como darle legalidad a que en el aula descuidemos la enseñanza para «darla como es» en casa. Imaginen qué ocurría si nuestros profesores dieran en las escuelas pésimas clases para luego en sus casas explicar mejor el contenido mientras recibe un plus por ello ¿eso no sería puro capitalismo? ¿No estaríamos fomentando el surgimiento de un sistema educacional privado? Al respecto, solo me queda sugerirle como dice el colega Taladrid, que saque usted sus propias conclusiones.

Fuente: http://cubaxdentro.wordpress.com/2013/10/23/repasadores-sistema-educacional-cubano-y-calidad-de-la-enseanza-una-polmica-que-aun-no-termina/