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Repsol YPF demandará a Bolivia si mantiene la reforma energética que anula sus privilegios

Fuentes: Gara

La petrolera hispano-argentina Repsol YPF lanzó una amenaza velada contra Bolivia a cuenta de la reforma en materia de hidrocarburos que establece un incremento de impuestos para las extractoras extranjeras. El presidente de la compañía en Bolivia, Julio Gavito, advirtió que la ley obliga a modificar los contratos que firmaron en la pasada década por […]

La petrolera hispano-argentina Repsol YPF lanzó una amenaza velada contra Bolivia a cuenta de la reforma en materia de hidrocarburos que establece un incremento de impuestos para las extractoras extranjeras. El presidente de la compañía en Bolivia, Julio Gavito, advirtió que la ley obliga a modificar los contratos que firmaron en la pasada década por 40 años, y que las petroleras podrían recurrir a los tribunales internacionales para solucionar controversias.

En este caso, el Estado, recordó Gavito, «quedaría en una posición muy débil ante posibles acciones legales».

Además, Gavito afirmó que la empresa se verá obligada a abandonar los campos que dejen de ser rentables. Esto y otros artículos «demoledores» de la reforma «impedirán el desarrollo de la industria en Bolivia», vaticinó.

Repsol YPF, que ve que la ley daña sus intereses, anunció que presionará en el Senado, la institución que debe refrendar el proyecto de ley de hidrocarburos aprobado por el Congreso. La petrolera consideró que la propuesta del presidente Carlos Mesa es «más racional», es decir, ofrece más ventajas a las compañías que llevan décadas enriqueciéndose a costa de los recursos energéticos bolivianos. Las reservas totales de gas natural alcanzan 52,3 billones de cúbicos, las segundas en volumen del continente americano, después de Venezuela. Sin embargo, los sucesivos gobiernos del país han dejado en manos de las petroleras extranjeras su extracción y gestión, con lo que la riqueza nunca ha revertido en el pueblo, que cada vez está más sumido en la miseria.

Repsol YPF, a través de su filial Andina, controla en el país sudamericano más de la cuarta parte de las reservas de gas natural, y junto con la firma Maxus, otro 9,4%.