Nave de Greenpeace en el océano Antártico. (foto: Ansa) 21:56, 02 NOV•SANTIAGO DE CHILE•REDACCIÓN ANSA (ANSA) – SANTIAGO DE CHILE, 2 NOV – Greenpeace repudió la decisión de la Comisión para la Conservación de los Recursos Vivos Marinos Antárticos que rechazó la creación del mayor santuario marino del mundo. Pese al apoyo de 23 estados […]
Nave de Greenpeace en el océano Antártico. (foto: Ansa)
21:56, 02 NOV•SANTIAGO DE CHILE•REDACCIÓN ANSA
(ANSA) – SANTIAGO DE CHILE, 2 NOV – Greenpeace repudió la decisión de la Comisión para la Conservación de los Recursos Vivos Marinos Antárticos que rechazó la creación del mayor santuario marino del mundo.
Pese al apoyo de 23 estados miembros, China, Noruega y Rusia votaron en contra de la propuesta para crear tres nuevas áreas marinas protegidas en la Antártida, en el mar de Weddel y en la Península Antártica occidental.
Para Greenpeace lo que hizo la Comisión en Tasmania (Australia) fue darle la espalda a la Antártida y favorecer la expansión industrial por sobre la protección de un área de 1,8 millones de kilómetros cuadrados.
Destacó que la mayoría de los países, entre estos Argentina y Chile, estaban a favor del santuario antártico, pero China, Noruega y Rusia bloquearon la discusión.
Estefanía González, coordinadora de la campaña por la protección de la Antártica en Greenpeace Andino, explicó que «las innumerables pruebas científicas que proponen una protección urgente de esta región fueron ignoradas, incluso los gobiernos participantes de China, Noruega y Rusia se permitieron descarrilar por el lobby corporativo, atrasando la discusión del acuerdo». Relevó las propuestas de Argentina y Chile para contar con un área marina protegida en la península Antártica, lo que es un paso importante para proteger esta zona, una de las más afectadas por el cambio climático. Ambas delegaciones han sido un ejemplo y su trabajo refleja sus intenciones de conservar y resguardar la fauna de la Antártica», resaltó la activista. La desprotección de esta área implicará que cualquier industria extractiva (pesquera, petrolera y minera) «pueda saquear el hogar de las especies marinas de la región, así como dejar sin alimento a los pingüinos, ballenas y focas, los cuales ya están expuestos a los efectos del cambio climático». La entidad recordó que durante 2009 la Convención para la Conservación de Recursos Vivos Marinos Antárticos acordó un mandato para crear una red de santuarios, pero desde entonces «parece que sus esfuerzos diplomáticos apuestan a la expansión de la pesca y no a la conservación del océano», lamentó Greenpeace. A su juicio, «la Comisión debería ser apta para cumplir con su propósito, siendo parte de la solución y no del problema. Hoy no existen argumentos que sustenten no avanzar en su aprobación, incluso hay delegaciones que hicieron un trabajo serio y científicamente fundado sobre la creación del santuario». González subrayó que proteger la vida silvestre, garantizar la seguridad alimentaria de miles de millones y ayudar a combatir el cambio climático, para el año 2030 al menos el 30% de los océanos deben estar protegidos, entre estos el Océano Antártico. «Este año la Comisión le dio la espalda a la creación de un Santuario Antártico. Sin embargo, la voz de las casi tres millones de personas que piden por la protección de la Antártida no va a callarse, y seguiremos defendiendo sin descanso al continente blanco, su biodiversidad y a todos los océanos del mundo», sentenció Estefanía González.
En septiembre, los gobiernos de la ONU iniciaron negociaciones hacia un Tratado Global del Océano que abarcaría todos los océanos más allá de las fronteras nacionales. Las negociaciones son el resultado de un proceso de una década y podrían concluir en 2020. Este tratado podría proporcionar el marco para la creación de una red de santuarios, llegando al porcentaje esperado.(ANSA).
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