El ejército israelí está llevando a cabo una fuerte agresión militar en los territorios palestinos de Gaza y Cisjordania. Ha realizado ataques aéreos intensivos y operaciones terrestres con miles de soldados y tanques sobre la población. Incluso, ha atacado una usina eléctrica, dejando gran parte de la franja de Gaza totalmente a oscuras. En otras […]
El ejército israelí está llevando a cabo una fuerte agresión militar en los territorios palestinos de Gaza y Cisjordania. Ha realizado ataques aéreos intensivos y operaciones terrestres con miles de soldados y tanques sobre la población. Incluso, ha atacado una usina eléctrica, dejando gran parte de la franja de Gaza totalmente a oscuras. En otras acciones han sido detenidos ministros y decenas de diputados de Hamas, partido que ocupa actualmente el gobierno de la ANP (Administración Nacional Palestina). «Estamos decididos a utilizar medidas extremas» declaró ayer el primer ministro israelí, Ehud Olmert.
La excusa para esta brutal agresión ha sido el secuestro de un soldado israelí por parte de una organización palestina para intentar intercambiarlo por algunos de los cientos de detenidos palestinos en las cárceles israelíes. La hipocresía sionista no tiene límites. El Estado de Israel nació usurpando el histórico territorio palestino y expulsando violentamente a cientos de miles de sus habitantes. Al servicio del imperialismo, se ha sostenido como una «fortaleza militar» que, durante décadas, reprimió, encarceló y asesinó a los luchadores palestinos. Todo eso es considerado «normal» por el sionismo. ¡Pero el secuestro de un solo soldado ocupante se toma como la justificación para desatar esta brutal agresión!
La verdadera razón de estos ataques es completamente diferente. En las recientes elecciones para el gobierno de la ANP, triunfó Hamas, una organización que, si bien se mostraba dispuesta a negociar una tregua, aún mantiene en su programa el no reconocimiento del Estado de Israel, frente a la corriente Al Fatah, apoyada por los israelíes y el imperialismo. El mensaje israelí es claro: o Hamas capitula completamente y reconoce a Israel o no dejaremos que gobierne los territorios palestinos. Aquí se desnuda otra gran hipocresía sionista-imperialista: para ellos la «democracia» significa que sólo se respetan los resultados electorales si gana el que ellos quieren o quien acepta la sumisión total.
Las imágenes de los territorios palestinos atacados por los soldados israelíes, a oscuras y con sus habitantes resistiendo como podían esta agresión recuerdan el cerco de las tropas nazis al gueto de Varsovia durante la Segunda Guerra Mundial, durante el levantamiento del barrio judío de la capital polaca contra la ocupación. En aquel momento, todo el que defendiera los derechos y la dignidad humana debía apoyar a los pobladores del gueto contra la agresión. Por la misma razón, hoy apoyamos a los palestinos y repudiamos esta salvaje agresión israelí. Llamamos a las organizaciones políticas, sindicales y sociales del mundo a exigir unitariamente la inmediata detención de esta agresión israelí.