Un reservista israelí ha sido condenado a pasar 28 días en el calabozo por negarse a prestar servicios en el sur de Líbano, donde el Ejército de tierra opera contra la milicia Hizbulá. Amir Fester es militante de la organización pacifista Yesh Gvul (Hay un límite), que ha divulgado la condena, informó hoy el diario […]
Un reservista israelí ha sido condenado a pasar 28 días en el calabozo por negarse a prestar servicios en el sur de Líbano, donde el Ejército de tierra opera contra la milicia Hizbulá.
Amir Fester es militante de la organización pacifista Yesh Gvul (Hay un límite), que ha divulgado la condena, informó hoy el diario «Haaretz».
Según un portavoz de Yesh Gvul, al menos otros diez soldados han contactado con la organización para consultarle sobre la posibilidad de negarse a prestar servicio en el Líbano, donde operan fuerzas regulares y reservistas israelíes.
Tras el bombardeo israelí que causó ayer 57 muertos, niños en su mayoría, en la aldea libanesa de Qaná, en distintas partes de Israel se celebraron manifestaciones espontáneas de pacifistas para pedir que el Gobierno del primer ministro Ehud Olmert ponga fin a las hostilidades.
Una de las manifestaciones, organizada por militantes del frente pacifista Meretz, cuyos legisladores respaldan de momento la ofensiva contra Hizbulá, tuvo lugar anoche frente al Ministerio de Defensa, el único con sede en la ciudad de Tel Aviv.
«Queremos protestar por la idiotez de esta guerra», dijo uno de los manifestantes, Yifat Solwel, miembro de la directiva de Meretz.
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