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El manido argumento de la “libertad académica”

Respuesta de la Campaña Palestina para el Boicot Académico y Cultural a Israel (PACBI) ante ataque de los Premios Nobel al boicot académico a Israel

Fuentes: www.pacbi.org

Traducido del inglés para Rebelión por Beatriz Morales Bastos

Una vez más, se ha invocado el espectro de la supresión de la libertad de expresión en lo que se está convirtiendo en una campaña organizada para contrarrestar el cada vez mayor movimiento de boicot, desinversión y sanciones (BDS) a Israel, y en particular el boicot académico y cultural. En esta ocasión, se ha alistado en la campaña a varios Premios Nobel estadounidenses, europeos e israelíes con la esperanza de que su petición de defender la «libertad académica» contenga la corriente de este movimiento cada vez más amplio.

Los Premios Nobel afirman que los boicots académicos y culturales, y la desinversión y sanciones en el ámbito académico son la antitésis de los principios de la libertad académica y científica, de los principios de libertad de expresión y de investigación, y que pueden suponer discriminación en virtud del origen nacional. Los Premios Nobel «apelan a los estudiantes, a los colegas de las facultades y a altos cargos de las universidades a derrotar y denunciar los llamamientos y campañas de boicot, desinversión y sanciones contra académicos afiliados con Israel» y «animan a los estudiantes, colegas de las facultades y altos cargos universitarios a promover y dar oportunidades al dircurso académico civil en el que las partes se puedan comprometer en la búsqueda de la resolución de conflictos y problemas en vez de servir para incubador polémicas, propaganda, instigación y mayores malentendidos y falta de confianza». También afirman que como personas dedicadas a «mejorar las condiciones humanas haciendo el a menudo difícil trabajo de comprender fenómenos complejos y aparentemente irresolubes» creen que «la universidad debería servir como una comunidad abierta, tolerante y respetuosa, cooperativa y colaboradora, comprometida con las práctivas para resolver problemas complejos» [1].

Esta declaración destila las principales líneas de defensa, ampliamente repetidas y basadas en falsas premisas, desplegadas por los oponentes al boicot académico a Israel, si bien es cierto que esta vez las proponen académicos de reputación mundial que implícitamente se supone cuentan con un mayor respeto y se encuentran en un más alto terreno científico y puede que incluso moral. Sin embargo, resulta irónico que estos mundialmente reputados académicos permitan ser utilizados por el impertérrito lobby en favor de Israel Scholars for Peace in the Middle East [Académicos por la Paz en Oriente Medio]. El hecho de que SPME patrocine la declaración de los Premios Nobel pone en entredicho la credibiliad de los académicos y los alinea claramente con uno de los defensores de Israel más de derecha en un momento en que hasta los sionistas liberales expresan graves dudas acerca de la credibiliad del discurso oficial israelí.

La PACBI ha respondido más de una vez a las ahora familiares acusaciones contra el boicot académico y cultural a Israel. Sin embargo, resulta útil comentar algunas de las atroces afirmaciones que hacen los Premios Nobel.

La PACBI y quienes la apoyan a nivel global no defienden un boicot a académicos israelíes a título individual. Tergiversar el moralmente consecuente y ya bien conocido boicot institucional afirmando que es un boicot dirigido contra individuos y, por tanto, que posiblemente supone «discrimanción en virtud del origen nacional» es falso además de ser una difamación y no un lucha seria con los argumentos y razones del boicot académico. La PACBI ha estado defendiendo un boicot a los académicos y a las instituiciones israelíes precisamente debido a su arraigada complicidad con el mantenimiento del sistema colonial de dominación que oprime a los palestinos. Esta complidad está ampliamente documentada y creemos que los Premios Nobel, la mayoría de los cuales trabajan en el ámbito de las ciencias, son conscientes de la profunda implicación de la academia israelí en las redes políticas y de investigación en las que están involucrados el ejército israelí, los fabricantes de armas y las altas esferas de seguridad en Israel, y que constituyen violaciones del derecho internacional [2].

La acusación de que el boicot excluye o impide el libre intercambio de ideas es una manida refutación del llamamiento al boicot. Como ha argumentado el académico británico, ex-israelí, Oren Ben-Dor, «las críticas al boicot se expresan en términos de la necesidad de libertad académica» [3].

En relación a esto, los galardonados afirman que debido a que los académicos pueden mejorar «la condición humana haciendo el a menudo difícil trabajo de entender fenómenos complejos y aparentemente irresolubles», «la universidad debería servir como una comunidad abierta, tolerante y respetuosa, cooperativa y colaborativa, dedicada a las prácticas de resolver problemas complejos». De nuevo los galardonados van en contra del espíritu de la investigación científica al evocar la supuesta complejidad del «problema». Es bien sabido que la caracterizadión del «conflicto» de Palestina como «complejo», irresoluble e intratable es una ofuscación deliberada (y, en este caso, por parte de quienes más deberían saber) de la descarnada sencillez de la cuestión: se trata de una lucha entre colonizador y colonizado, y no de algún «conflcito» entre partes igualmente culpables que no parecen capaces de resolver sus diferencias o de solventar sus desacuerdos en relación al territorio. El establecimieno de régimen colonial en Palestina tras la expulsión de la mayoría de su población originaria es el punto básico y definitivo, y hasta que Israel respete el espíritu y la letra de las muchas resoluciones de Naciones Unidas sobre Palestina y acate las muchas estipulaciones del derecho internacional y del derecho humanitario internacional respecto a desmantelar su sistema de ocupación, apartheid y colonialismo debe esperar estar aislado de la comunidad global como lo estuvo el apartheid sudafricano.

PACBI también ha argumentado en otra parte [4] que la protección de la libertad académica y el libre intercambio de ideas no puede ser la única norma que dicte el compromiso político de los eruditos. A menudo, cuando la represión caracteriza todas las relaciones y estructuras políticas y sociales, como en el caso de Sudáfrica durante el apartheid y en el caso de Palestina, existen libertades igualmente importantes y a veces más básicas por las que hay que luchar, especialmente en el caso de los académicos e intelectuales. En este contexto el objetivo del boicot académico a Israel no es salvaguradar la libertad académica como pricipio abstracto, sino obtener justicia y derechos fundamentales para el pueblo palestino.

Una reciente petición anterior que sentó precedente firmada por 250 destacados académicos sudafricanos, incluyendo a los directores de las cuatro universidades sudafricanas y a destacadas figuras como el arzobispo Desmond Tutu, Breyten Breytenbach, John Dugard, Antjie Krog, Barney Pityana y Kader Asmal, ha condenado a las instituciones académicas israelíes por ser cómplices de violar el derecho internacional. En ella se afirma [5]:

Mientras los palestinos no pueden acceder a universidades y escuelas, las universidades israelíes producen investigación, tecnología, argumentos y dirigentes para la ocupación.

Creemos que los Premios Nobel harían mejor en reflexionar sobre sus responsabilidades como figuras públicas (ahora que se han aventurado en el mundo real de la política) y hablar sinceramente al poder en vez de reiterar las cada vez más insustanciales defensas de los centros de poder colonial.

PACBI

[email protected]

www.pacbi.org

Notes:

[1] http://www.spme.net/cgi-bin/articles.cgi?ID=7322

[2] Véase Alternative Information Center, «The Economy of the Occupation: Academic Boycott of Israel,» octubre de 2009. http://www.alternativenews.org/images/stories/downloads/Economy_of_the_occupation_23-24.pdf ; y SOAS Palestine Society, «Urgent Briefing Paper: Tel Aviv University-a Leading Israeli Military Research Centre», febrero de 2009. http://www.electronicintifada.net/downloads/pdf/090708-soas-palestine-society.pdf

[3] Oren Ben-Dor, «Academic Freedom in Israel is Central to Resolving the Conflict», CounterPunch, 21/22 de mayo de 2005, http://www.counterpunch.org/bendor05212005.html

[4] http://www.pacbi.org/etemplate.php?id=1132&key=%22academic%20freedom%22

[5] http://pacbi.org/etemplate.php?id=1377

Fuente: http://www.pacbi.org/etemplate.php?id=1402