La humanidad fotografiada. Es el subtítulo que acompaña al texto sobre el fotoperiodista y reportero de guerra, Robert Capa (1913-1954), cuyo nombre real fue Endre Ernö Friedmann, en el libro del periodista Pascual Serrano Contra la neutralidad (2011). Además de a Robert Capa (pseudónimo con el que firmaba las fotografías junto a su pareja, la periodista gráfica alemana Gerda Taro), Pascual Serrano rastrea en las biografías de otros cuatro reporteros: John Reed, Ryszard Kapuscinski, Rodolfo Walsh y Edgar Snow.
Desde mediados los años 30 del siglo XX, “publicó reportajes sobre el Frente Popular en París, y en Ginebra sobre la Sociedad de Naciones para la revista francesa Vu; viaja a España y comienza a cubrir la Guerra Civil para las revistas Vu y Regard, la londinense Weekly Ilustrated, la suiza Zürcher Illustrierte y la estadounidense Life. Participa en 1937 en la creación del periódico parisino Ce Soir”, recuerda Pascual Serrano.
Un año después el reportero gráfico de origen húngaro viajó a China, en España fotografía la despedida de las Brigadas Internacionales (octubre de 1938), episodios de la batalla del Ebro (en Life y Picture Post, entre otros medios) y sobre los refugiados de la zona republicana que huyen del fascismo; ya finalizada la guerra de 1936, empieza a residir en Nueva York y continúa con su trabajo gráfico en México, destaca Contra la neutralidad.
“Nadie ha fotografiado jamás la guerra con tanta valentía ni tan intensa compasión”, valoró el historiador y biógrafo del reportero, Richard Whelan, en las primeras páginas de Ligeramente desenfocado (La Fábrica, 2009); el volumen compila las fotos y textos de Capa sobre la II Guerra Mundial, que dan cuenta de su desplazamiento por la diversidad de frentes de combate.
Su cámara capta a uno de los muchos encargados de las guardias durante los bombardeos alemanes sobre Londres (el encargado John Bramley), en el verano de 1941; o al piloto norteamericano llamado Lardner, que derribó una decena de cazas nazis y uno italiano (Túnez, 1943); a vecinos de un municipio francés -Pont-L’Abbé-, que regresaban a sus casas tras los combates (1944); y a ciudadanos alemanes junto a las ruinas de un edificio en Berlín (1945).
Richard Whelan da cuenta de las cinco guerras retratadas por el cofundador en 1947, en París, de la Agencia Magnum Photos (es el año que se publica por primera vez Ligeramente desenfocado y del viaje de Endre Ernö Friedmann a la URSS con el escritor John Steinbeck); además de la guerra española y los escenarios europeos de la II Guerra Mundial, cubrió la resistencia de China a la invasión del imperialismo japonés (1938); la Primera Guerra Árabe-Israelí (1948) y la Primera Guerra de Indochina (1954).
Corresponsal en zonas de conflicto y antifascista, “cuando Friedman-Capa vaya a España para sus primeros reportajes de guerra, llevará consigo una (cámara) Leica (…); Vu publicará las primeras fotos de Capa sobre la guerra de España, en particular la más famosa de todas, la del miliciano herido por un balazo de muerte en la campiña cordobesa (…)” destaca el historiador Carlos Serrano (Robert Capa. Cuadernos de guerra en España, Ed. Alfons el Magnànim, 1987).
“Cuando Capa y su compañera (Gerda Taro) visitaron el frente de Aragón, pasaron unos días con la columna poumista (del Partido Obrero de Unificación Marxista); pero, sean cuales sean los motivos, el hecho es que los dos fotógrafos parecen aproximarse entonces a los militantes del PSUC -a quienes visitan en (el municipio oscense) de Tardienta, y más generalmente a los comunistas (…)”, subrayaba el investigador de la Universidad París III.
Es la época en que Endre Friedmann y Gerta Pohorylle alternan las estancias en España y la capital francesa; tras fotografiar la batalla de Madrid, en febrero de 1937 están en Andalucía (zona de Almería), después en el centro del país (el Jarama) y a partir de mayo en el frente del Norte (Bilbao y Asturias); algunos de los siguientes destinos serán Madrid y Valencia (entierro del general de las Brigadas Internacionales Paul Lukács).
Una de las vías para profundizar en la obra del fotoperiodista es la exposición Robert Capa. Retrospectiva, que puede visitarse hasta el 2 de julio en el Palacio de las Comunicaciones de Valencia. Organizada por la Generalitat en colaboración con la agencia Magnum Photos, reúne cerca de un centenar de instantáneas que el reportero captó en el periodo 1932-1954 (año de su fallecimiento en la guerra de Indochina, tras pisar una mina).
Además de imágenes sobre los conflictos, la exposición incluye los retratos que Robert Capa hizo a Pablo Picasso, Ernest Hemingway, Ingrid Bergman, el pintor Henry Matise y Humphrey Bogart, entre otros. Los visitantes pueden también acercarse a la primera foto publicada por Capa, con 19 años, en 1932, a Trotski, cuando el dirigente comunista pronunciaba un discurso en Copenhague.
Hasta el 2 de julio y en el mismo edificio (antiguo de Correos), otra exposición de la Generalitat muestra las imágenes que el fotógrafo alemán Walter Reuter (1906-2005) tomó durante el II Congreso Internacional de Escritores para la Defensa de la Cultura, celebrado en el verano de 1937 en cuatro ciudades: Valencia, Madrid, Barcelona y París.
Entre las 98 obras de Capa expuestas, figura una imagen de partidarios del Frente Popular francés (París, 1936); ya en la guerra española -agosto de 1936-, la de miembros de la milicia leal en Barcelona; y de otro miliciano en el frente de Aragón (cerca de Huesca), por las mismas fechas; los campos de concentración franceses de Argelès-sur-Mer o Le Barcarès, en marzo de 1939; un joven soldado chino en la ciudad de Hankou (1938); República Soviética de Ucrania (1947); Haifa, Israel (1949); o un policía militar de Estados Unidos que cachea a un preso alemán de las SS (verano de 1944 en Normandía).
La muestra parte de los comienzos de Friedmannn Endre Ernö, cuando se ve forzado a abandonar Hungría y escapar del nazismo en Alemania.
“En el otoño de 1934 Capa llega a París con la esperanza de triunfar como fotoperiodista; en lugar de ello se encontró, en un primer momento, con el hambre, aliviada tan sólo por la camaradería de la comunidad de refugiados húngaros y alemanes de Montparnasse”, se explica en los paneles. Poco después conoció a la fotorreportera Gerda Taro.
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