Los distintos actores internacionales se miran de reojo y marcan posición a medida que prosiguen los trabajos para organizar una conferencia internacional sobre Siria. Rusia insiste en apuntalar al Ejército sirio, lo que enciende todas las alarmas en Israel, que vigila de cerca la implicación de Hizbulah en el conflicto. Londres y París tratan de […]
Los distintos actores internacionales se miran de reojo y marcan posición a medida que prosiguen los trabajos para organizar una conferencia internacional sobre Siria. Rusia insiste en apuntalar al Ejército sirio, lo que enciende todas las alarmas en Israel, que vigila de cerca la implicación de Hizbulah en el conflicto. Londres y París tratan de insuflar aire a la debilitada rebelión armada pero no logran arrastrar al resto de la UE, para impaciencia de los rebeldes.
Mientras continúan los preparativos de la segunda conferencia internacional sobre Siria en Ginebra, los principales actores mundiales fijan sus posiciones, con mayor o menor éxito.
Rusia, aliado de Siria y principal valedor de la conferencia, ha anunciado que mantiene su intención de reforzar al régimen sirio suministrándole un seguro contra eventuales ataques aéreaos bajo la forma de un sistema de defensa antimisiles.
La UE ha amagado con iniciar el suministro regular de armamento a los rebeldes en un intento de reforzar la delicada posición de estos últimos de cara a la conferencia, lo que ha propiciado que vuelva a quedar en evidencia la ausencia de una política exterior común.
Los EEUU de Obama mantienen un perfil bajo y conciliador con Rusia coorganizando la cumbre mientras China insiste en no salirse un ápice de su discurso diplomático tranquilo. Aunque su posición contra el endurecimiento de las sanciones contra Damasco en la ONU sigue igual de firme y sirve de refuerzo al liderazgo ruso.
Finalmente, Israel insiste, pese a quien pese, en marcar sus líneas rojas: el mantenimiento de su supremacía militar regional para mantener a raya a reales y potenciales enemigos. Tel Aviv quiere tener las manos libres para bombardear Siria cuando le plazca o lo necesite y para evitar un refuerzo militar de su principal enemigo y aliado de Damasco: Hizbulah.
Envueltos no, pero vigilantes
Más allá de ello le importa poco lo que pase en Siria. O mucho, pero en el sentido de que su escenario preferido es aquel en el que régimen y rebeldes se debiliten mutuamente hasta la extenuación o el aniquilamiento mutuo asegurado. «No queremos vernos envueltos» en el conflicto sirio, señaló el ministro de Asuntos Estratégicos y de Inteligencia de Israel, Yuval Steinitz, quien insistió en que Tel Aviv no sabe si prefiere una Siria gobernada por al-Assad o en manos de la amalgama de grupos rebeldes. Advirtió, eso sí, de que Tel Aviv está «muy preocupado» por el suministro ruso de los sistemas de defensa antiaéreos S-300 a Siria.
El ministro de Defensa israelí, Moshe Yaalon, fue más concreto y advirtió de que Israel «sabrá lo que hacer» si Rusia culmina el suministro. «Aún no se ha llevado a cabo y espero que no tenga lugar finalmente. Pero, si desgraciadamente, (los S-300) llegan a Siria, nosotros sabremos qué hacer», advirtió Yaalon a la salida de una reunión de las comisiones de Defensa y de Exteriores del Parlamento israelí.
La radio militar israelí señaló que la amenaza del ministro de Defensa se concretaría en nuevos ataques aéreos contra Siria, como los dos que llevó a cabo a comienzos de mes contra objetivos militares cerca de Damasco. Israel lanzó un ataque similar y anterior en enero de este año.
El pasado 14 de mayo, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, intentó convencer al presidente ruso, Vladimir Putin, de que diera marcha atrás y no venda el modelo ruso de los Patriot estadounidenses. Netanyahu evocó la posibilidad de que esos S-300 pasaran a manos de Hizbulah, organización de resistencia libanesa, lo que podría comprometer la actual supremacía israelí en la región.
El presidente Putin, por su parte, advirtió a Netanyahu contra cualquier tipo de acción que pudiera desestabilizar aún más la situación en Siria.
«Factor de estabilización»
El viceministro ruso de Exteriores, Sergei Riabkov, defendió ayer el suministro de este sistema de misiles antimisiles «como un factor de estabilización».
«Acciones como esta frenan en gran medida a algunos cerebros calenturientos, dispuestos a barajar una internacionalización del conflicto con la participación de fuerzas externas». señaló, para insistir en que «se trata de proporcionar armas defensivas para que el Gobierno (sirio) pueda proteger tropas e instalaciones contra sistemas de los que, hasta donde yo sé, los combatientes de grupos antigubernamentales no disponen», resaltó el viceministro.
La instalación del S-300 complicaría no solo un nuevo ataque aéreo israelí sino cualquier proyecto de EEUU o de sus aliados de imponer una zona de exclusión aérea sobre Siria, no digamos ya de intervenir militarmente de forma directa.
Riabkov señaló que Moscú «entiende las preocupaciones y señales que nos han enviado varios países y vemos que esta cuestión preocupa a muchos de nuestros socios», pero reiteró que «no tenemos razones para reconsiderar nuestra postura».
El número dos de la diplomacia rusa se negó a concretar en qué fase está la entrega», y se limitó a insistir en que «no renunciamos a ella, puesto que el suministro de los S-300 a Siria concierne a un contrato suscrito hace ya varios años con el Gobierno de Damasco».
En cuanto a la decisión de los Veintisiete de levantar el embargo de armas a la oposición, Riabkov criticó que con ello la UE «echa leña al conflicto» y supone un perjuicio directo a la posibilidad de organizar la conferencia internacional en Ginebra en la que trabajan Rusia y EEUU.
El viceministro de Exteriores criticó a la UE por «tener una doble vara de medir» y agregó que la decisión de los Veintisiete estaría reñida «con el espíritu y la letra del Tratado Internacional sobre Comercio de Armas, que se abrirá para su firma el próximo 3 de junio».
La UE salió al paso de las críticas de Rusia al postergado levantamiento del embargo de armas y aseguró que «hacemos todo lo que podemos» para apoyar la celebración de la conferencia y «una solución política y pacífica de la crisis siria». El portavoz comunitario de Exteriores puso el acento en que el acuerdo de mínimos alcanzado a última hora del lunes establece «que no habrá ninguna exportación de armas por ahora» a pesar del levantamiento del embargo el 1 de junio y que los Veintisiete se han obligado a revisar la situación «antes del 1 de agosto a la luz del resultado del proceso político de Ginebra».
«Demasiado tarde y poco»
La decisión de la UE de levantar el embargo pero mantener una moratoria de dos meses fue calificada de insuficiente y tardía por parte de un portavoz del opositor Consejo Nacional Sirio. «Es un paso positivo pero tememos que sea insuficiente y que llegue finalmente tarde», señaló Luay Safi.
Kassem Saadeddine, portavoz del mando militar supremo del rebelde Ejército Sirio libre, mostró su esperanza en que «sea una decisión efectiva y no simples palabras», pero criticó su tardanza y la prórroga. «¿Por qué esperar hasta agosto? ¿Para que el pueblo sirio siga siendo víctima de un genocidio?», inquirió, para insistir en que «necesitamos baterías antiaéreas y misiles anticarros».
Turquía saludó el levantamiento teórico -por cuanto a corto plazo no tendría repercusiones prácticas- del embargo,
En este complejo panorama de intereses, cada uno de los actores internacionales vela por los suyos. Y no faltan actores secundarios que mueven sus hilos en clave de política doméstica.
Es el caso del senador republicano y candidato derrotado a la Casa Blanca, John McCain, quien se encontró el lunes en Turquía con jefes rebeldes y defendió la implicación directa de EEUU.
Ultimátum de 24 horas a Hizbulah
El líder militar del ELS, Salim Idriss, advirtió ayer de que si el movimiento chií libanés Hizbulah no cesaba sus «agresiones» en Siria en 24 horas, las fuerzas insurgentes «tomarán todas las acciones para perseguirles, incluso en el infierno». En declaraciones a la cadena de televisión Al-Arabiya, Idriss se dirigió al presidente libanés, Michel Sleiman, al secretario general de la Liga Árabe, Nabil al-Arabi, y al secretario general de la ONU, Ban Ki-moon para que actúen al respecto. «No me atendré a ningún compromiso que haya tomado si no se adopta y se aplica la decisión de parar la agresión en territorio sirio. No puedo retener más a los combatientes del Ejército Sirio Libre. Somos víctimas de un genocidio llevado a cabo por Hizbulah (…) y espero que todo el mundo excusará al ELS», añadió. Desde hace una semana, Hizbulah combate junto al Ejército sirio en al estratégica ciudad de Qusair, donde el líder insurgente aseguró que «enfrentamos esta feroz ofensiva y agresión externa con toda la fuerza que tenemos». Idris valoró la resolución de la UE de levantar el embargo de armas y agradeció la visita del senador estadounidense John McCain a Siria. GARA
Los expertos insisten en la dificultad para confirmar el uso de armas químicas en Siria
Más allá de vídeos y testimonios, los expertos advierten de que los análisis en laboratorio son imprescindibles para determinar con seguridad el uso de armas químicas por parte del régimen o de los rebeldes sirios.
Raphaël Pitti, un médico francés que acaba de volver de Siria, asegura que «cuando veo el vídeo de «Le Monde», no puedo certificar el uso de un neurotóxico», como denuncia el reportaje del diario francés imputando su utilización a Damasco.
Jefe del servicio de reanimación de una clínica de Nancy (este), este militar señala que «no aparecen todos los síntomas (de un neurotóxico); a lo peor es gas lacrimógeno, lo que casa con los problemas oculares que se describen, pero seguro que no es gas sarín», asegura este experto, que recuerda que el testimonio del periodista «es indirecto: él dice haber hablado con un médico que asegura haber visto esos síntomas».
Por contra, Pitti asegura haber visto otros vídeos anteriores «que certifican el uso de neurotóxicos», aunque insiste en la dificultad de probar la utilización de gas sarín, particularmente volátil. «A 40 grados de temperatura, el gas sobrevive apenas 10 minutos: cuando se consiguen muestras, hay que enfriarlas inmediatamente y respetar la cadena de frío», añade. El gas sarín se encuentra en la orina, la sangre y el cabello de las víctimas.
Patrice Binder, militar y especialista en armas químicas, abunda en la dificultad de confirmar el uso de armas químicas por la necesidad de recoger muestras a tiempo y evitar su degradación,
Thimotée Germain, experto en no proliferación, juzga probable «la utilización puntual de armas químicas en Siria dispersadas por municiones en los puntos de combate más duros». Pero este investigador del Centro de Estudios de Seguridad Internacional y de Control de Armamentos descarta «la utilización masiva de armas químicas colocadas en misiles balísticos». «En Siria, las dos partes han utilizado probablemente armas químicas, sobre todos los rebeldes yihadistas, pero no hay pruebas», concluye Eric Denécé. El experto recuerda que los stocks de armas químicas de los que disponía Muamar Gadafi en Libia desaparecieron tras su caída en agosto de 2011.
Fuente original: http://gara.naiz.info/paperezkoa/20130529/405539/es/Rusia-Israel-una-dividida-UE-marcan-terreno-ante-crisis-siria